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Mi opinión

La Pousada & Camping Santa Clara es una hacienda ganadera, una unidad productiva, típica del Pantanal, con sus hatos vacunos de inconfundible raza cebú, sus tremendos pastizales, sus jinetes y vaqueros de tez cobriza viviendo sobre las ancas de sus espléndidos caballos y corrales por todas partes. Las tierras del Rey del Ganado, sí. O del Pantanal, la telenovela que conquistó Latinoamérica años atrás.


Aunque no andaba obsesionado por encontrarme cara a cara con un jaguar en el  Pantanal, tenía claro que mi oportunidad de avistar fauna silvestre en el humedal más grande del planeta dependía de hallar en Corumbá, la ciudad a la que acababa de llegar, los servicios de una agencia confiable y a la medida de mis bolsillos.

Entonces, como enviados por los dioses, me tropecé con Jessica, primero y luego con su esposo, Indi, un muchachón de cuerpo grave y pinta de cazador de cocodrilos que hablaba un  portuñol que se dejaba entender. Creo.

Indi fue el que me propuso instalarme en la fazenda Santa Clara, un albergue y camping en la icónica Estrada Parque Pantanal, cerca, digamos, de Buraco das Piranhas, otro de los puntos que había marcado en mi cuaderno de navegación. Me aseguró que la iba a pasar bien pero que eso de ver jaguares como quien ve palomas en el parque era asunto de la fortuna. Ni siquiera de un buen ojo avizor…

Confiando en la pareja boliviano-brasileña, propietarios del hostel donde pasé la noche en la ciudad portuaria sobre el río Paraguay, compré mi boleto de la suerte y al día siguiente, doce en punto, ya estaba trepado en un minibús que me llevó por la BR 262, la carretera que une la ciudad fronteriza con Campo Grande, la capital del estado de Mato Grosso do Sul, hasta un punto donde me esperaba el todo terreno de la Pousada & Camping Santa Clara, un camión tipo militar, debo decirlo, de esos que en mis épocas de revoltoso en Lima llamábamos el “caimán”.

Claro, un caimán transformado en un todo-terreno para safaris por el mato o bosque brasileño. En ese caimán o yacaré pantanero empecé un viaje mítico por la Estrada Parque Pantanal, una vía carrozable que es posible recorrer gracias a los 87 puentecitos de madera que permiten la comunicación en este imperio de las riadas infinitas y los ríos que parecen inmóviles.

En la Estrada Parque Pantanal hay que cruzar 87 puentes de madera que cruzan los ríos y estanques.

Camino a la Pousada Santa Clara 

Corumbá es la puerta trasera del Pantanal brasileño. Suena tosco, pero así es. Al Pantanal de los brochoures y los videos turísticos se accede desde Cuiabá, la capital del estado de Mato Grosso, una metrópoli con más pompas desde donde se toma la mítica carretera Transpantaneira para ver de todo, eso es lo que me han contado Michael Tweddle, Chema Formentí y Martin Schmidt, “cazadores” fotográficos de jaguares y otras perlas.

El sector corumbaense del Pantanal brasileño, allí donde se encuentra la Estrada Parque Pantanal, suele ser utilizado por el turismo más ficho como ruta de salida o de acceso a la ciudad de Campo Grande.

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Bueno, me había quedado sobre la tolva del todo terreno. Continúo. Ese primer contacto a todo camión, viendo y observando la geografía y sus criaturas, paga el gasto y la energía puesta en llegar hasta el famoso Pantanal.

La profusión de aves en esta ruta es espectacular, sin parangón: primero aparecieron las garzas blancas, luego las garzas moras, después los cormoranes, las aningas y las espátulas; al ratito los caracaras, el águila pescador y los aguiluchos. Más adelante los perritos (Himantopus himantopus), los tucanes y los martines pescadores y al final, como corolario, los impresionantes jabirús o tuiuiús (Jabiru mycteria), el ave símbolo de este ecosistema, un ave de talla y pico impresionantes que construye unos nidos colosales en los árboles más grandes del pantano.

El jabirú o tuiuiú (Jabiru mycteria) es el el ave símbolo del Pantanal brasileño.

No había llegado a mi alojamiento y en mi lista de fauna silvestre ya tenía anotados varios caimanes o yacarés, una iguana de proporciones inusitadas además de coatíes, capibaras y algunos monos. El arca de Noé en el sur-este brasileño…

En la Pousada Santa Clara 

La Pousada & Camping Santa Clara es una fazenda ganadera, una unidad productiva, típica del Pantanal, con sus hatos vacunos de inconfundible raza cebú, sus tremendos pastizales, sus jinetes y vaqueros de tez cobriza viviendo en la práctica sobre las ancas de sus espléndidos caballos y corrales por todas partes.  Las tierras del Rey del Ganado, sí. O del Pantanal, la telenovela que conquistó Latinoamérica a inicio de los años noventa.

Los propietarios de la fazenda ofrecen tres tipos de alojamientos: apartamentos privados, dormitorios colectivos y el área de camping a orillas del río Abrobal, a unos mil metros de la casa principal de la posada. Esa fue mi opción y no me quejo, Indi tenía razón: el lugar es fabuloso y el trato de Marcia, la mujer que atiende a los turistas de todo el mundo que eligen su campamento, inolvidable. Una mujer sencilla, pueblerina, con un corazón tan grande como el fantástico Pantanal.

Marcia, qué mujer…

No voy a contar todo lo que vi e hice los tres días que duró mi estancia en la fazenda Santa Clara, me faltaría espacio y a ustedes tiempo para leer el relato de mis peripecias en el camping y sus contornos. Solo mencionar que el río Abrobal es una serpiente dormida habitada por miles de yacarés de todos los tamaños y una avifauna impresionante.

Y que las actividades que ofrece la posada Santa Clara –que son las mismas que realizan los pasajeros de los otros alojamientos- son variadas y han sido muy bien concebidas: el boat trip en la mañanita no tiene pierde; igual la cabalgata (horse rinding como le gustaba llamarla a Rodrigo, mi guía) que es muy buena y transcurre a campo traviesa antes de llegar a un nido de una pareja de jabirús. Lo mismo debo de decir de las caminatas por el pantanal y el segundo safari en el camión todo terreno que me ofrecieron para conocer el resto de la  Estrada Parque Pantanal.

Los caimanes o yacarés (Caiman yacare) son muy comunes. Fotografiarlos es una de las actividades más demandadas por los visitantes.
Otra maravilla del Pantanal: las parabas azules (Anodorhynchus hyacinthinus ), el l guacamayo de mayor envergadura de todo el planeta.

Fin de fiesta

Me imagino que quisieran saben, si llegaron hasta aquí, si pude ver al increíble jaguar u onca pintada del mítico Pantanal. Aquí les copio mis impresiones de mi segundo día en Pousada Santa Clara:

“El río Abrobal avanza -¿avanza?- por un bosque que pareciera un manglar. O una ciénaga. Podría afirmar que este río de aguas oscuras está habitado por peces de todos los tamaños. Voy tomando nota de todo lo que veo mientras gozo como un crío. Después de lo que he visto, por supuesto que mi boleto ya ha sido pagado. Indi, mi contacto en Corumbá estaba en lo cierto, la fazenda Santa Clara me iba a deslumbrar (…) En esas divagaciones andaba cuando la turista a mi lado dio un gritito de exclamación, enseguida todos los pasajeros enmudecieron. Me tomó varios segundos darme cuenta que había sucedido. Sobre los troncos laterales de un árbol colonizado por el río, descansaba, mirándonos, un jaguar formidable, inmenso: un leopardo africano trasladado a estos trópicos, incomparablemente más grande y formidable que todos los que alguna vez me mostraron mis compañeros de viajes. Más espectacular que los de Chema, que los de Tweddle, que los de Bullard, más grande que el que casi toca con las manos Ramón Delucchi en Inotawa (…) La bestia colosal nos miraba a la distancia sin tantas incomodidades, sin recoger los músculos siquiera, con las patas traseras colgando sobre el espejo de agua. Nos detuvimos más de la cuenta para tomar todas las fotos que se nos podía ocurrir y agradecer a la fortuna por tan maravilloso encuentro. Qué regalo, por dios…”.

Onça-pintada del Pantanal ((Panthera onca)

El Pantanal, lo he dicho muchas veces, es una sucursal del paraíso en nuestro continente, cerquita nomás, que se debe visitar antes que sea demasiado tarde.

Ficha técnica:
Pousada & Camping Santa Clara
Estrada Parque, Km 22, s/n – Zona Rural, Corumbá – MS, 79301-970, Brasil
T: +55 67 99665-1394
http://www.pantanalsantaclara.com.br
contacto@pantanalsantaclara.com.br

Partindo de Campo Grande pela Rodovia BR-262, que liga a Corumbá, passando por Aquidauana e Miranda  até o Km-184 Destacamento da Policia Ambiental Buraco das Piranhas, entra à direita, a partir deste ponto são 22 Km de estrada de chão pela Estrada Parque haverá placas indicativas, até entrada privada de acesso a Fazenda Santa Clara, mais 03 Km até a Sede da Pousada Santa Clara.

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Corumbá Hostel Pantanal
crocodileinditours@hotmail.com
(67) 3232 – 0990
        99238 – 3980
        99677 – 0129

 

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