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Hernando de Soto: «El turismo no es suficiente»

Mi opinión

Una espera en el Aeropuerto Jorge Chávez de Lima, fue la ocasión para abordar a una de las mentes reformadoras más importantes del país. Su generosa disposición al diálogo nos permitió esta breve, pero concentrada conversación. (Valicha)


Cusco tiene un porcentaje muy alto de población rural andino-amazónica. Dicen que el distrito convenciano de Echarate es el Dubai peruano, y la Municipalidad del Cusco es una de las municipalidades con más altos ingresos hoy en día. Sin embargo la pobreza en la Región Cusco no se ha reducido, ¿a qué se debe?

Me encantaría dar una respuesta específica, pero las repuestas generales son también válidas. En primer lugar ha habido muchos cambios en nuestro país en los últimos veinte años y cada vez son más acelerados, cada vez hay más gente que está viajando, cambiando de empleo, orientándose a distintas ideas. Hay cambios, pero no hay nada más difícil que el cambio político. Es sumamente difícil por varias razones. Una porque mucha gente que en el fondo desearía que las cosas estén mejor, no sabe cómo cambiarlas. Los grandes cambios en el Perú se realizaron entre el 90 y el año 2000, y después de eso no ha habido grandes cambios. La segunda cosa tiene ver con el canon, pues resulta muy claro que tienen que haber formas para que la población pueda beneficiarse del desarrollo de los recursos naturales o turísticos, no puede quedar al margen de él. Pero no ha ocurrido el «goteo hacia abajo». Nosotros hemos estado en la Amazonía estos últimos años, donde hay cánones, y hemos visto que los indígenas amazónicos no parecen participar de ellos. No obstante los ingentes recursos de la Amazonía, estos no les llegan. En nuestra exploración, hemos encontrado, en primer lugar, que no existe la información que se requiere para realizar los cambios. Todo esto lo sabemos después del incidente de Bagua. Pero lo importante para nosotros era averiguar qué es lo que llevó a Bagua, si la protesta era fundamentada.

¿Y qué es lo que encontraron?

En primer lugar, se nos había dicho que la Amazonía tenía 1500 comunidades, pero cuando nosotros las contamos encontramos 5000 comunidades. El Estado, entonces, no sabe lo que está ocurriendo. No me estoy refiriendo a este Gobierno en particular, ni al anterior. El Estado, en general, no sabe cuánta gente hay, y tampoco sabe dónde están. En segundo lugar, de las 1500 comunidades que el Estado conoce, no todas están identificadas y no pueden, por tanto, ejercer sus derechos. Las que están tituladas son el 5% por ciento.

¿Qué pasa con el Sur Andino, que siempre está al filo de la navaja?

La primera cosa que ansían los cusqueños, los piuranos, los mexicanos, los venezolanos, cuando llegan a los Estados Unidos es formalizarse, porque formalizarse significa tener todos los beneficios del derecho: es la única manera de estar dentro de la ley y las ventajas de estarlo exceden enormemente a las de estar fuera de la ley. Por ejemplo, con respecto al acceso al crédito, la primera cosa que hay que hacer es formalizarse, porque entonces uno ya se identifica. La palabra crédito, viene de credibilidad, yo creo en ti porque estás debidamente identificado. Si la gente no ha entrado al sector formal en nuestro país es porque el costo de ser formal excede el costo de estar fuera de ley. Hay que comenzar por modificar esa situación; que la gente del Sur del país no siga en esas condiciones.

Las experiencias del crédito rural o el crédito rotativo que dan algunas ONG, ya existentes en algunas zonas del mundo andino y amazónico del país, ¿son una alternativa viable?

Yo creo que son una buena acción, pero no creo que sean una alternativa. ¿Por qué? Porque el micro crédito, es pues micro. La gente comienza en garajes chiquitos en todas partes del mundo, incluyendo por ejemplo a Steve Jobs en los Estados Unidos. Pero él salió del garaje, no lo mejoró simplemente; salió de él y creó el Mac, el Apple, gracias a que consiguió un «macro-crédito». El micro crédito ayuda, pero es limitado; ayuda a lo sumo a mejorar el garaje, pero no a salir de él. No es para grandes cosas, permite avanzar un poco, pero no permite avanzar el total de los grandes pasos que requiere un país del Tercer Mundo, como el que era los Estados Unidos en el siglo XIX, para desarrollarse y ser un país del Primer Mundo. Entonces no es una alternativa, es una medida adicional que es bienvenida, pero que solo permite dar un primer paso.

Las dos fuentes económicas más importantes de la Región Cusco en la actualidad son el turismo y el gas. Pero ambas suscitan críticas. El turismo, por ejemplo, aún no ha podido incluir a las mayorías rurales a la cadena económica, y en el sector urbano, la inclusión no es equitativa. ¿Estos sectores son una alternativa de desarrollo regional?

Lo son. Pero no conozco un sector geográfico donde el turismo, por ejemplo, sea suficiente. Quizá haya alguno, pero yo no lo conozco. Me pongo a pensar en todos los puntos turísticos del mundo, y veo que también ahí tienen otras industrias; también tienen un desarrollo en los servicios, no se reducen al solo atractivo turístico. Por otro lado, el turismo peruano está muy lejos de los grandes mercados. No es lo mismo ser un norteamericano y tomarse dos horas para llegar a México, a tener que tomar las 6 u 8 horas que significa llegar al Cusco.

Por tanto el turismo me parece muy bien, pero lo que genera verdadera riqueza en cualquier parte del mundo es que cada quien pueda especializarse en la producción de algo y pueda intercambiarlo. En eso estuvieron de acuerdo tanto Adam Smith como Marx, en la conveniencia de la división del trabajo. Este sándwich, por ejemplo, implica el pan, que lo hizo uno; un poco de jamón, hecho por otro, y la mantequilla. Es algo, pero no es un producto tan sofisticado que digamos. Ahora veamos mi reloj: tiene por lo menos 1600 piezas provenientes de muchas partes del mundo. Los países ricos, no lo son por sus recursos naturales, o por tener Machu Picchu, o una linda ciudad, o fuentes de energía; lo son por su capacidad de mezclar cosas diversas y elaborar algo que es mejor que sus partes. Hay ciertas zonas del Cusco que produce cacao y café, por ejemplo, pero ¿quiénes son los que exportan más productos de chocolate y café en mundo? Los suizos, que no tienen ni el cacao ni el café, ni la energía, ni los minerales que tenemos nosotros.

¿Qué es lo que tienen ellos y, digamos, los japoneses?

Es la capacidad de dividir el trabajo, es la capacidad de combinar las cosas para hacer productos cada vez más sofisticados. Por tanto, una cosa no excluye la otra, yo le aseguro que el turismo en Suiza funciona muy bien, y lo mismo sucede en Japón, lo cual no les impide tener todo lo otro. Pero para eso se necesita un marco institucional y jurídico, que les permite determinar claramente quién es dueño de qué. De lo contrario, este no va a recibir ni crédito ni va a tener la confianza de nadie.

En segundo lugar, es necesario poder armar una empresa con costos legales muy reducidos, que le permitan a uno poner mucho valor agregado a su café o su cacao; a su turismo sacarle una industria de exportación como puede tener cualquier país que no solo permite la visita, sino permite publicitar lo que tiene dentro, y para eso es importante hacer empresa. Pero en nuestro país no es fácil hacer empresa, es muy difícil, los costos siguen siendo altísimos para hacer cualquier cosa, y para resolver cualquier problema, y los problemas son permanentes. Para enfrentar eso se necesita un Estado que administre bien y una Justicia que resuelva adecuadamente.

¿Los gobiernos regionales tienen alguna posibilidad?

Sí, tienen muchas. Pero evidentemente el proceso de descentralización en el Perú es muy defectuoso. La descentralización era necesaria, pero fue muy mal planeada. Los gobiernos siguen siendo los tradicionales: el Gobierno Central y los Gobiernos Municipales. Los Gobiernos Regionales, lo que tienen solo son presupuestos. Eso habría que cambiar pues una de las normas que se necesita para hacer riqueza, para hacer empresa, para lograr las cosas necesarias para una vida de calidad (como son hospitales, etc.), son producto en parte de una legislación local, y en parte de una proveniente del Estado. Entonces sí es importante tener muy buenos gobiernos regionales, porque la idea es que, a la larga, sean ellos los que, por estar cerca de donde están los problemas, sean los que pidan o establezcan reglas que sí funcionen. Sabemos, por ejemplo, que Madre de Dios está creciendo increíblemente en informalidad; eso es una indicación de dos cosas: de que allí están los recursos, y de que no existen las posibilidades para desempeñarse dentro de la ley. Y al no tener posibilidades dentro de la ley, al no estar formalizados, no tienen crédito oficial.

Por tanto, una de las tareas urgentes de cada Gobierno Regional sería pensar en políticas de formalización.

Por supuesto.

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