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Miguel Ángel Atausupa, gerente de Medio Ambiente del Cusco: “Queremos que el turismo en el Ausangate nos ayude a conservar nuestra biodiversidad»

Mi opinión

A los dos días de producida esta entrevista con el gerente de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Gobierno Regional del Cusco, biólogo Miguel Ángel Atausupa, la oenegé Cooperacción denunció que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingenmet) en marzo pasado entregó en concesión a la minera Minquest Perú SAC, subsidiaria de la empresa canadiense Camino Minerals, 400 mil hectáreas de tierras en las que se encuentra la Montaña de Colores, uno de los íconos naturales que el Área de Conservación Regional Ausangate, intentaba proteger.

Aunque el tema de los denuncios mineros en carpeta y el lobby que venían haciendo los operadores de estas empresas salió a relucir durante el diálogo que tuvimos con el gerente de Medio Ambiente, me quedo con la impresión que la noticia también tomó por sorpresa a los funcionarios del Gobierno Regional del Cusco.

Vamos a seguir con atención los acontecimientos que se van a producier en el Cusco y en Lima al hacerse de dominio público esta mala noticia.


Biólogo de profesión y cusqueño de nacimiento Miguel Ángel Atausupa es el encargado de dirigir la política ambiental de una región que se ha colocado a la cabeza de la conservación regional en el país. La Región Cusco lleva establecidas dos Áreas de Conservación Regional (ACR), la de Choquequirao y la de Tres Cañones y está a la espera de la aprobación de tres más: Ausangate, Urusayhua y Marcapata-Camanti. Para hablar precisamente del ACR Ausangate nos reunimos con él en su despacho en la sede principal del Gobierno Regional del Cusco.

Empecemos por definir algunas consideraciones previas, ¿cómo así una región tan compleja como el Cusco decidió involucrarse en un tema tan sensible como el de las Áreas de Conservación Regional?

Desde la creación de la Gerencia de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente en el año 2008 se hizo evidente para los funcionarios del Gobierno Regional del Cusco que el tema ambiental engarzaba a los demás. En el 2009 se emitió la Ordenanza Regional que declara de prioridad la protección de 18 zonas de conservación en el ámbito de todo el departamento del Cusco y en el 2012 se creó, a través de otra ordenanza regional, el Sistema Regional de Áreas de Conservación de la Región Cusco (SIRAC). Ambos documentos son el sustento de nuestro trabajo y de nuestra intención de conservar los recursos naturales de la región Cusco.

Alrededores del ACR Choquequirao, refugio de vida silvestre, refugio de osos de anteojos. Foto ANDINA
Alrededores del ACR Choquequirao, refugio de vida silvestre, refugio de osos de anteojos. Foto SERNANP.

Se trata de una decisión histórica, sin precedentes en otras regiones. ¿Qué instituciones los acompañaron en este proceso?

El trabajo empezó mucho antes de la creación de la gerencia que dirijo, no olvidemos que en nuestra región instituciones públicas y privadas han venido trabajando concienzudamente en la construcción de una agenda ambiental propia. Tal es el caso del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), por parte del Estado, y de la Sociedad Zoológica de Frankfurt, Pro Naturaleza, la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA), por parte de la sociedad civil.

El Sistema Regional de Áreas de Conservación de la Región Cusco (SIRAC) es bastante ambicioso, ¿dieciocho Áreas de Conservación Regional (ACR) parece un objetivo inalcanzable?

Aquí hay que hacer una precisión. No todas las áreas priorizadas por la Ordenanza Regional del 2009 debían convertirse en ACR. En algunos casos se trataba de generar acciones de protección más localizadas, como es el caso del humedal Huacarpay, un sitio Ramsar que hemos empezado a gestionar adecuadamente y que no tenía la necesidad de convertirse en una nueva ACR.  Es más, a lo largo de los años, hemos ido encontrando nuevas áreas prioritarias. En la actualidad son 122 zonas que estamos en la obligación de proteger. Obviamente, hablamos de ecosistemas menores, que no por serlo dejan de ser importantes para el Gobierno Regional del Cusco

¿Cuánto es lo que se ha avanzado en dar cumplimiento a la ordenanza de la que estamos hablando?

Calculo que más del 40 por ciento de las zonas priorizadas en esa ordenanza están siendo conservadas por el Gobierno Regional a través de la ejecución de acciones concretas.  En el 2010 el Consejo de Ministros, a petición del Gobierno Regional, estableció la ACR Choquequirao, la primera en nuestra región, y en el 2017 hizo lo propio con la ACR Tres Cañones. En la actualidad, nuestros equipos técnicos vienen trabajando en los expedientes de creación de las ACR Ausangate y Urusayhua, y en dar los primeros pasos para el establecimiento de una más, la que posiblemente se llame Marcapata-Camanti, en la parte sur de nuestra región, cerca de la Amazonía, esa ACR la estamos trabajando con el Ministerio del Ambiente, con ellos tenemos un convenio de cooperación interinstitucional.

El ACR Urusayhua, en territorios de la nación machiguenga, podría servir a las comunidades locales para enfrentar el flagelo del narcotráfico. Foto ACCA:
El ACR Urusayhua, en territorios de la nación machiguenga, podría servir a las comunidades locales para enfrentar el flagelo del narcotráfico. Foto ACCA.

Ausangate en el debate

Hablemos de las dos ACR con las que cuenta la Región Cusco: Choquequirao y Tres Cañones.

En el caso del ACR Choquequirao, a la luz de lo actuado, podemos afirmar que debimos ser más claros en precisar a las poblaciones locales el objeto de conservación del área. Las comunidades no se han sentido muy satisfechas con lo que hemos empezado a ejecutar de acuerdo al Plan Maestro en vigencia. En  la ACR Tres Cañones en cambio, una vez interiorizadas las lecciones aprendidas en Choquequirao, optamos por  trabajar de manera cercana con las poblaciones de los distritos de Coporaque y Suykutambo, en la provincia de Espinar, las comunidades comprendidas en la propuesta que se aprobó el año pasado. De tal forma que considero que la ACR Tres Cañones es un modelo de gestión en toda la región sur. En el establecimiento de esta área de conservación participaron más de ocho comunidades, las que luego de un proceso de consulta previa se redujeron a tres.

Lo interrumpo para tocar el tema de la consulta previa, el mecanismo por el cual las poblaciones locales deciden ser parte o no de las ACR en gestación. Sabemos que algunas de las comunidades altoandinas de las provincias de Quispicanchi y Canchis se han opuesto a la creación del ACR Ausangate.

El mecanismo de consulta previa es tal vez el paso más importante que prevé la normatividad establecida para la creación de las ACR.  La consulta previa es vital porque es allí donde se define el marco geográfico de la propuesta, el mapa de involucramiento de los pueblos y se obtiene el consentimiento de las poblaciones locales. Efectivamente, en la consulta previa que acabamos de hacer siete comunidades convocadas se manifestaron en contra de la propuesta.

¿Qué fue lo que ocurrió?

En primer lugar, hay que partir del reconocimiento siguiente: los hermanos comuneros están viviendo de los recursos naturales que existen en sus jurisdicciones. Ahora bien, nuestro papel como gobierno regional es el de buscar los mecanismos técnicamente adecuados que protejan estos recursos. No podemos estar saturando nuestros espacios culturales, nuestras escenografías naturales, con actividades insostenibles. Hemos visto que existen intereses particulares que hacen que muchos comuneros, amparados por la norma, por la ley, estén tomando decisiones erradas en el uso de esos recursos que está generando impactos en el medio ambiente.

Miguel Ánfel Atausupa: "Nuestro papel como gobierno regional es el de buscar los mecanismos técnicamente adecuados que protejan estos recursos. No podemos estar saturando nuestros espacios culturales, nuestras escenografías naturales, con actividades insostenibles". Foto Walter Wust / ACCA
Miguel Ángel Atausupa: «Nuestro papel como gobierno regional es el de buscar los mecanismos técnicamente adecuados que protejan estos recursos. No podemos estar saturando nuestros espacios culturales, nuestras escenografías naturales, con actividades insostenibles». Foto Walter Wust / ACCA

¿Se refiere a actividades turísticas que impactan negativamente en el ambiente, no es cierto? La prensa internacional –The New York Times, National Geographic, The Associated Press, entre otros medio- se han ocupado del caso de Vinicunca, la Montaña de Colores del Ausangate, un producto turístico que viene siendo cuestionado por los impactos que está produciendo.

Impactos socio-ambientales, sí, que están originando problemas muy serios entre las mismas comunidades por decidir quien aprovecha más el recurso turístico. La Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) debe cumplir un papel fundamental en el ordenamiento de nuestros operadores turísticos, desde el cómo captan a los turistas hasta cómo los tratan. La población local tiene que estar preparada para recibirlos, tratarlos, brindarles las comodidades que necesitan, las atenciones requieren. Lamentablemente esto no está sucediendo.

¿Debo entender que el turismo informal está ganándole la batalla a la conservación?

Para nosotros el tema del turismo es muy importante porque puede jugar un papel trascendental en la sostenibilidad de estas áreas de conservación regional. Recordemos que los objetos de conservación de las ACR no solamente se relacionan a la flora y a la fauna, también tienen que ver con los espacios físicos donde se realiza la actividad turística. Los fondos recaudados por el turismo no deben servir para cumplir caprichos personales de los comuneros, de ninguna autoridad, de ningún dirigente, estos fondos deberían ir necesariamente a una bolsa común que permita atender y resolver necesidades de salud, de educación, de mejoramiento carretero y por supuesto mejorar la atención al turista.

Difícil lograrlo en un escenario como el cusqueño donde la informalidad es la norma…

El concepto de un destino ordenado, bien gestionado, es el que estamos tratando de introducir en las comunidades. En los sectores donde se están usufructuando de manera equivocada los recursos naturales debemos asumir como autoridades nuestras responsabilidades y mejorar los procesos de sensibilización. Estamos en una región muy rica en recursos naturales, tenemos una riqueza que otras regiones no tienen, aparte de Machu Picchu o Choquequirao, Cusco es una región con un cincuenta por ciento de territorio amazónico, en nuestra región nacen los río que alimentan importantes cuencas amazónicas. La biodiversidad que tenemos es extraordinaria y se puede observar en cada uno de los pisos ecológicos. Igual en el tema de los pueblos originarios.

La ONG Cooperacción denunció que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingenmet) entregó en concesión en marzo pasado a la minera Minquest Perú SAC, subsidiaria de la empresa canadiense Camino Minerals, 400 mil hectáreas de tierras en las que se encuentra la Montaña de Colores, Vinicunca.
La ONG Cooperacción denunció que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingenmet) entregó en concesión en marzo pasado a la minera Minquest Perú SAC, subsidiaria de la empresa canadiense Camino Minerals, 400 mil hectáreas de tierras en las que se encuentra la Montaña de Colores, Vinicunca.

¿El hecho que siete de las nueve comunidades que participaron en la consulta previa desistieran de ser parte del proceso quiere decir que se cayó la propuesta del ACR Ausangate?

No, definitivamente que no. Lo que debe entenderse es que siempre vamos a tener en cuenta, como Gobierno Regional, lo que quieren las comunidades, los pueblos originarios.  Por otro lado, la norma no indica que la aprobación deba obtenerse en una primera consulta. Vamos a insistir.

Hacia la creación del ACR Ausangate-Quelccaya

¿Cómo quedan las comunidades que decidieron libremente que se constituya un ACR sobre sus territorios?

Las dos comunidades que han decidido continuar con el proceso, felizmente, han entendido que mantener sus costumbres y tradiciones constituyen grandes fortalezas para el modelo de turismo que quieren construir.  En estos territorios también encontramos zonas de agrobiodiversidad donde el turista se siente afortunado de ver como las poblaciones locales vienen labrando su tierra en condiciones tan difíciles y desde hace tantos años. Esas fortalezas son las que hay que potenciar.

¿Tenemos entendido que las comunidades que ha decidido seguir siendo parte de la propuesta, Phinaya y Sallani, se ubican en las inmediaciones del nevado Quelccaya, el glaciar más extenso de la región tropical del planeta?

No solamente del Quelccaya, también de la laguna de Sibinacocha, importante por su belleza escénica y potencial hidroenergético.  La población de las dos comunidades y también la de Ananiso han entendido claramente de qué se trata la propuesta…

¿Ananiso ha aceptado?, ¿estamos hablando de tres comunidades?

La comunidad campesina de Ananiso ha aceptado, solo falta la confirmación oficial, de concretarse serían efectivamente tres comunidades…

¿Estamos hablando de qué extensión, de cuántas hectáreas?

Estamos hablando de más de 90 mil hectáreas, de repente 91 mil. Cuando desarrollamos la propuesta original buscamos incluir todos los recursos del área que queríamos proteger. Ese fue un riesgo. Nosotros lógicamente no podemos pasar por alto la decisión de los pueblos, respetamos como Estado la posición que ellos tienen, los pueblos son autónomos en sus decisiones. El hecho que se haya reducido la extensión original luego de la consulta previa no nos limita; por el contrario, nos motiva a seguir trabajando en la creación de lo que hemos decidido llamar ACR Ausangate-Quelccaya.

¿Cuál es la situación de las instituciones aliadas que participaron del proceso?

}Seguimos trabajando de manera compartida. Acca es uno de los aliados con los que contamos, otro es el Ministerio del Ambiente a través de un convenio que se tiene con la Corporación Andina de Fomento. Serfor y el Sernanp también van a continuar al lado nuestro en lo que resta del proceso.  Felizmente son muchas las instituciones que han entendido que las ACR son fundamentales para conservar la riqueza ecosistémica que tenemos como región.

Más Datos
En la Región Cusco se ubican seis Áreas Nacionales Protegidas: Santuario Histórico Machu Picchu, Santuario Nacional, Parque Nacional Manu, Parque Nacional Otishi, Reserva Comunal Amarakaeri y Reserva Comunal Ashaninka.

El Área de Conservación Regional Choquequirao fue establecida el 24 de diciembre de 2010 sobre un área de 103,814.39 hectáreas (DS 022-2010-MINAM).

El Área de Conservación Regional Tres Cañones fue establecida el 27 de agosto de 2017 sobre un área de 39,485 hectáreas (DS 006-2017-MINAM).

20/6/2018

El turismo contra el cambio: ¿Por qué se está demorando tanto el establecimiento del Área de Conservación Regional Ausangate?

 


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