Que un conglomerado empresarial como el de los Wong se meta con pies y patas en el negocio de la conservación privada, sí, negocio, no debería ser visto como un hecho deplorable; al contrario, ejemplos como cancha en la región que habitamos de empresarios o filántropos decididos a sanar la tierra son su peculio y con sus influencias, Douglas Tompkins, QEPD y su esposa Kristine McDivitt, dos casos paradigmáticos de lo que digo.