Propongo reinventarnos y cranear todos juntos una estrategia que efectivamente sirva para formar un ciudadano que viaja –un turista- respetuoso de la salud física y espiritual de los involucrados en la fiesta del turismo y hacerlo pronto porque al viajar, verdad de Perogrullo, crecemos, nos conocemos, nos volvemos, todititos, mejores personas.