Voy a pecar de reiterativo, la ocasión lo amerita. Diariamente, de repente exagero, los reportes de descubrimientos científicos y las noticias halagüeñas que nos llegan desde el interior del Perú en relación al estado de conservación de nuestra biodiversidad se amontonan sin que les saquemos el jugo, sin que les demos la importancia que merecen, sin que las utilicemos para construir, entre todos, un país ideal, diferente al que nos toca soportar todos los días.
En suma, un país que valore su patrimonio natural, y también cultural y va construyendo con ambos tesoros un ideal de desarrollo diferente al actual.
Se lo comenté ayer por la tarde a Chachi Román, director del Centro de Innovación Científica Amazónica-CINCIA en Puerto Maldonado y después a Charlie Peña, hombre fuerte de Green House Tambopata, una agencia de turismo que he tomado en estos días de viajes por la provincia de Tambopata: si sumamos las acciones positivas en materia de cuidado ambiental y avances científicos en el departamento de Madre de Dios podríamos enhebrar un discurso que tenga a la conservación y a los econegocios como pilares de un modelo de desarrollo antagónico al que se está imponiendo en La Pampa y en otros paraderos mineros.
Reflexiono con insistencia en estos tópicos mientras leo con incredulidad las impugnaciones que hace la prensa de Lima a los candidatos mineros que participan en las elecciones que se vienen. No sé cuál es la extrañeza, la población de este departamento, salvo que alguien diga lo contrario con cifras en la mano, es minera o depende, directa o indirectamente, de dicha actividad. Que siete de los 19 candidatos para los cargos de gobernador y vicegobernador según la nota que publica el diario El Comercio en su edición de hoy estén vinculados a la minería informal no me llama la atención.
Pareciera una consecuencia natural, un reflejo, de la PEA departamental.
Sí, en cambio, que su accionar, como comenta Mariano Castro, es vice ministro de Gestión Ambiental en el gobierno del ex presidente Humala, sea también ilegal pues al estar ligados “a la minería incurren en un conflicto de intereses porque pasarían a ser juez y parte” como se indica en la nota firmada por la enterada periodista Francesca García.
En fin, mientras trato de procesar tanta información, de la buena y de la mala, voy pergeñando los primeros apuntes de una investigación sobre el corredor biológico que se ha ido gestando en esta región al compás de los esfuerzos de empresarios ligados al ecoturismo y a otros negocios saludables.
Por ahora, dediquémosle unos minutos de la mañana que se nos va yendo a celebrar este nuevo hallazgo científico en el Parque Nacional Tingo María, uno de los decanos del sistema nacional de áreas naturales protegidas por el Estado.