Chile cuenta con nueva área protegida para la conservación del picaflor de Arica
Cada vez que me llegan noticias de las aves de Chile pienso en Oreste Plath, el folclorista mapocho que retrato a muchas de ellas en un simpatiquísimo libro, Lenguaje de los pájaros chilenos, que llegó a mis manos gracias a la gentileza de Alicia Burga, una dilecta amiga radicada en Barcelona.
Ese librito, delicado y lleno de magia, se convirtió, sin querer queriendo, en un texto de obligada consulta en mis días de afanoso aficionado a las aves del Perú. Si estuviera en casa estoy seguro que correría a cogerlo de mi biblioteca para gozar con su lectura.
Chile tiene 479 especies de aves registradas en todo su territorio, muchísimo menos que Colombia y el Perú, los países que lideran el ranking mundial de los que más aves tienen; sin embargo, la afición ornitológica por allá es grande, tanta como su producción bibliográfica.
Me alegra mucho que el gobierno chileno haya tenido a bien establecer el Monumento Natural Picaflor de Arica, un área protegida por el Estado que dará refugio a los casi 400 individuos de esta especie que sobreviven en los bosques del norte del país.
Qué bueno, felicitaciones a los implicados. Y, como siempre, que las buenas iniciativas se repliquen por todo el continente.