¿Has llegado por azar a un hotel all inclusive?, ¿sientes que tu esfuerzo por tocar con las manos uno de esos paraísos de las postales que viste en casa fue en balde, inútil sueño de una noche de verano? No lo dudes, escápate del encierro y busca la libertad en un Parque Nacional cercano o una playa al lado del camino que te animaste a tomar. Mira que linda frase me salió en este texto sobre mi travesía casi-mochilera por Santa Marta, en Colombia: «La felicidad tiene el nombre de los caminos por hacer, entre los bosques y el mar, lejos de la monotonía de la modernidad que todo lo opaca, lo vuelve masivo».