La noticia la estábamos esperando con la misma agitación con la que un escolar aguarda su primer día de clases. Es que habíamos conversado repetidamente en Lima con Alberto Paniagua, director ejecutivo de la prestigiosa institución conservacionista y a cuenta gotas le arrancamos una primicia que queríamos compartir (y lo vamos a hacer) en la edición que viene de Viajeros: Profonanpe, veintidós años después de haberse echado a andar, se ponía de nuevo a la vanguardia del pensamiento y la acción ambiental para liderar en esta parte del globo la titánica tarea de mitigar el Cambio Climático implementando los proyectos que el Fondo Verde para el Clima, la vedette de la última COP, empezará a ejecutar.

De manera que la noticia que nos trajo el cable desde Songdo, Corea del Sur, informándonos de la autorización recibida por parte del directorio del Fondo para que sea Profonanpe la primera organización autorizada para manejar estos recursos no nos ha sorprendido como le debe estar sucediendo a usted, amable lector de esta vitrina del pensamiento crítico. Sucede que el fondo público privado que nació a inicios de la década del noventa para conservar la lujuriosa biodiversidad de las Áreas Naturales Protegidas del Perú hace tiempo que había ingresado a las ligas mayores con la intención de trasladarle al mundo una experiencia acumulada en éxitos y decisiones felices en esta parte del paraíso andino amazónico donde opera.

Felicitaciones a Alberto Paniagua y a su equipo técnico. Instituciones como la suya nos dan optimismo y confirman que sí se puede, qué es posible soñar con la continuidad de las buenas intenciones y los proyectos de vanguardia. Profonanpe es una institución de vanguardia cuyas competencias están siendo reconocidas por la comunidad ambiental del planeta. Vale un Perú.