Ruth Buendía, la guardiana de la Amazonía
Retorno a Lima después de visitar durante dos semanas experiencias de desarrollo impulsadas en el contexto del programa Iniciativa para la Conservación en la Amazonía Andina (ICAA-USAID) en las cuencas de los ríos Cumbaza, Gera, Mayo, Huallaga y Marañón, regiones San Martín y Loreto. En estos pocos días de guardar reposo en Lima antes de volver a salir en dirección a Pucallpa y Puerto Maldonado les iré contando detalles de esta singular travesía por una Amazonía mágica pero llena de contrastes y paradojas.
Durante este recorrido de trece días tuve la oportunidad de entrevistarme con un grupo grande de colonos instalados desde hace mucho en las montañas de Lamas y Moyobamba; con pobladores kiwchas de las comunidades nativas de Ricardo Palma, Túpac Amaru y Achinamisa, en las proximidades de Chazuta; con mujeres cocama cocamilla de Puerto Prado, muy cerca de Nauta, en Loreto; en fin, con hombres y mujeres de todas las pelambres y edades. Y en todos los casos los problemas que deben enfrentar para vivir con dignidad en esas tierras tan feraces –me consta- siguen siendo enormes y están cargados con el peso de olvidos históricos y promesas incumplidas.
La Amazonía peruana a pesar de los esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil y el Estado sigue siendo un campo de Agramante, una bomba a punto de estallar. Una realidad que debemos enfrentar con resolución y mucho tino.
En fin, les dejo este texto sobre Ruth Buendía, la lideresa asháninka que detuvo con su lucha una revuelta social de proporciones.