Por dios qué lejos estamos. Mientras en algunas ciudades de Europa, los Estados Unidos y Asia las bicicletas están desplazando a los automóviles en las preferencias de los bípedos, en esta varias veces coronada villa siguen siendo delicados objetos que solemos usar cuando niños. Son pocos los que han hecho del maravilloso artilugio puesto en circulación en el siglo XVIII, ergonómico vehículo de transporte cotidiano. Son pocos pero son, a ellos mis respetos.
Y mientras envidió a esas ciudades y ciudadanos que están en otra, les voy pasando esta nota sobre bicicletas y biciletistas contemporáneos.