Un poco más de datos sobre los huayruros de la buena suerte
En estos días se viralizó un simpático post que daba cuenta de los atributos de las semillas del árbol de huayruro, una diminuta pepita bermellón -y bermellón y negro- cuya capacidad para generar buenas vibras y contrarrestar las asperezas de la vida ya era conocida en tiempos prehispánicos… y en diferentes regiones de nuestro continente.
¿Lo vieron?
Les dejo por aquí un poco más de info sobre la muy colorida semilla de Ormosia Spp, para mi una compañera de larga data en mis andanzas por el mundo: sí, debo confesar que desde hace mucho llevo siempre en el bolsillo del pantalón o en un rincón de mi mochila uno o dos huayruritos a manera de dije.
O de pequeño amuleto, lo admito.
El que guardo conmigo hoy, pequeñito y rojinegro, lo recogí meses atrás en los prados de la hacienda San Fernando, en Kosñipata, puerta de ingreso al Parque Nacional Manu.
En esos bosques bañados por las nubes que llegan desde el Atlántico es común toparse con unos arbolitos desangelados en apariencia en cuyas ramas penden unas vainas de donde brotan miles de pepitas de un rojo intenso y unas ganas locas de liberarse de su natural encierro para vagar por el mundo dando buena compañía.
Hay que llevarse las que sean necesarias para que el camino sea pleno.
Buen día para todos…