Hace unos meses, camino a las breñas del Ausangate, pasé por la localidad de Checacupe, una pequeña población detenida en el tiempo que guarda entre sus pliegues más visibles ciertos detalles imborrables de la gesta de José Gabriel Túpac Amaru, el indómito rebelde de Surimana, Tinta y Tungasuca. Uno de ellos, el maravilloso repujado de...Leer más