Yo también recuerdo la sonrisa inmensa, clara, de oreja a oreja de Chicho, querido Matías, sus ganas de vivir, su espíritu indomable, sus ojos que son los tuyos, su fortaleza, su ánimo. Y me alegra saber que sigue allí, sobre las olas, galopando imbatible, jinete fugaz; viviendo a mil, alumbrando la vida de los suyos,...Leer más