En el territorio comprendido entre Acjanaco, allí donde acaba el páramo andino y comienza la selva del departamento del Cusco, y la frontera con Brasil y Bolivia, en Madre de Dios, las iniciativas de conservación y los econegocios se hacen fuertes y se consolidan tiñendo de verde una región, en apariencia, solo en apariencia, rendida...Leer más