¿Cuántas veces habré recalado en el Canta Rana de la calle Génova, en el icónico local donde alguna vez funcionó un billar de tonos sepias y gente brava, para hablar de la vida que queremos con los amigos de siempre? , ¿cuántas tardes de tedio y ganas de no hacer nada habré detenido mis pasos...Leer más