Tomado de la revista Somos La primera especie animal que el hombre domesticó en sus viejos tiempos como cazador-recolector fue el lobo salvaje, que luego se convirtió en perro, hace más de 20 mil años. Con este cuadrúpedo, que se alimentaba de sus sobras, el ser humano desarrolló una sociedad ideal de trabajo, compañía, protección...Leer más
El mío se llamaba Apu y era sencillamente hermoso. Y fiel compañero. Y tremendo guardián. Pero sobre todo un perro sin pelo del Perú dispuesto a dar batalla por sus espacios -mi casa, el malecón, los parques vecinos- con los perros más chuscos de mi barrio en Chorrillos y luego en San Bartolo, donde pasó...Leer más
Mis amigas de la Corporación para el Desarrollo de Caldas no lo podían creer: para ellas la existencia de una raza canina cuyos orígenes se remontan a los tiempos de las primeras civilizaciones andinas era un sencillo imposible. Les hablé mucho de este embajador silencioso del Perú, también de Apu, el perro sin pelo, peruanísimo,...Leer más
Un hallazgo arqueológico demostró que los antiguos peruanos amaron a sus perros más allá de la vida ya que los enterraban con privilegios propios de los nobles junto con sus pertenencias en cementerios para humanos. El perro pastor de Chiribaya es una de las seis razas que habitaron nuestro territorio antes de la llegada de...Leer más
El texto que les estoy pasando fue publicado en diciembre último en la revista Somos de Lima; su autora, la periodista Tatiana Palla. Lo he leído mil veces y suelo citarlo cuando hablo de Apu, el perro sin pelo del Perú que vive conmigo en San Bartolo, un municipio limeño donde la variedad canina resistió...Leer más
Mi perro se llama Apu y si no estuviera al tanto de su genuina procedencia peruana, diría que es un simpático xoloitzcuintle. Tiene todas las características que el reportaje de National Geographic de enero último define como propias del también llamado perro azteca: Apu es territorial, fiel y cariñoso; como los perros sin pelo de...Leer más