Conozco el Madidi, el famoso parque nacional boliviano que compite en biodiversidad con el Manu y con las áreas naturales más extraordinarias del planeta. En marzo de este año visité Rurrenabaque, la puerta de ingreso mejor referenciada del Parque Nacional Madidi, con la intención de reportar para Mongabay Latam sobre los afanes del gobierno de Evo Morales de construir dos represas que han sido impugnadas por científicos y, sobre todo, por las comunidades indígenas de la zona.
En Rurre, así en chiquito, como llaman los bolivianos a la localidad a orillas del río Beni que se hizo famosa a inicios de los años 80 debido a la aventura vivida por el expedicionario israelita Yossi Ghinsberg, perdido en la jungla durante 21 días, tuve el privilegio de conocer a Alex Villca, empresario y ambientalista indígena, dirigente en funciones de la combativa Mancomunidad de Comunidades del río Beni y Quiquibey.
Gracias a su ayuda y al cariño de la familia de Alfredo y Benito Nay, indígenas uchupiamonas de la localidad de San Miguel de Bala, pude recorrer algunos parajes del sensacional Madidi y conocer de cerca la historia y las proyecciones de una comunidad que ha construido una ejemplar propuesta de turismo rural y de naturaleza amenazada en la actualidad por los arrestos extractivistas de un gobierno decidido a convertir el bosque en tierra fértil para los desarrollos agroindustriales y el progreso entendido en bolsas de cemento y fierro de construcción.
En Rurre, debo admitirlo, conocí la historia del israelita perdido en el bosque virgen. Me la contó el propio Alex. Conseguí como pude el libro de Ghinsberg y de un porrazo me enteré de los detalles de la aventura del mochilero intrépido. Ávido de más detalles de la odisea ubiqué a Tico Tudela, explorador y dueño de una agencia de turismo muy conocida en el Madidi y el Pilón Lajas, que me contó lo inimaginable.
Guardo su testimonio para elaborar un nuevo reportaje sobre el parque nacional.
La historia de Ghinsberg se convirtió en icónica en los ochenta precipitando sobre Rurrenabaque y el Madidi una estampida turística sin precedentes. La pequeña aldea en las estribaciones cordilleranas se convirtió en una suerte de Aguas Calientes del Beni boliviano. Los ecos de aquella estampida mediática se sienten todavía. Este año Hollywood ha convertido en filme el relato del israelita interpretado en la película por el archiconocido Daniel Radcliffe, el actor inglés que protagonizó la saga de Harry Potter.
El film fue filmado en Colombia y ya se estrenó en diferentes países. En San José de Uchupiamonas el propio Ghinsberg se encargó de pasar la película en pantalla gigante con gratísima aceptación de la población local. El israelita es muy querido en territorio uchupiamona por su compromiso militante con la causa de las comunidades indígenas. Como me lo dijo por Skype Alex Villca, Ghinsberg es un embajador en el mundo de su pueblo.
Lo curioso del caso, por decir lo menos, es que Jungle, el filme dirigido por Greg McLean, aún no se estrena en Bolivia. Villca estuvo hace unos días en La Paz indagando por los motivos y no encontró una respuesta apropiada. Es como si nadie supiera nada de la película, me comento. ¿Estará el gobierno de Evo detrás de esta evidente auto-censura? No lo sabemos pero sin duda la película hubiera sido un aliado visual de primer orden para los colectivos que se oponen a la construcción de las represas de El Bala y el Chepete, las dos megainversiones que obsesionan a Morales y sus allegados.
Les dejo esta nota recogida de un diario de La Paz.
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