Las ciudades peruanas, todas, no se salva ninguna, se definen por su desborde permanente. Pareciera que es imposible ponerles límites, impedir que detengan por un momento su crecimiento horizontal; no hay día en que no se funde una nueva calle, un nuevo suburbio, una nueva invasión. ¿Dónde acaba Lima? ¿en qué momento dejamos atrás Chiclayo?...Leer más
Hay quienes suponen, desde la ciencia y no desde la imaginación, que los cactus que han hecho tan famosos a los mexicanos se originaron en algún remoto lugar de la cordillera de los Andes que compartimos con los bolivianos. Y que desde ese confín sudamericano salieron, como geniecillos con cabellos de serpiente, colmillos de jaguar...Leer más
Las fronteras nacionales ya no existen, se agotaron, lo que separa a las comunidades no son los hitos fronterizos, tampoco los controles migratorios. La transnacionalización de nuestras vidas solo sabe de fronteras sociales, económicas, jurídicas. Se puede ser un extranjero en el propio suelo que nos vio nacer.Leer más
Sobre el sillín de una bicicleta adquirida con las magras monedas que le deparaba su condición de apátrida en Londres y con los binóculos con los que solía atisbar el mundo, William H. Hudson (1841-1922) , viajero y escritor, se dio maña para interpretar la campiña británica y escribir varios tomos sobre sus aves más...Leer más
Que un conglomerado empresarial como el de los Wong se meta con pies y patas en el negocio de la conservación privada, sí, negocio, no debería ser visto como un hecho deplorable; al contrario, ejemplos como cancha en la región que habitamos de empresarios o filántropos decididos a sanar la tierra son su peculio y...Leer más
¿Qué tienen en común estas tres mujeres, estas tres científicas peruanas? Me queda claro que muchas cosas, pero en este momento quiero mencionar solo una de las tantas: sus inmensas ganas de doblarle el pescuezo a la sinrazón para construir un futuro que tenga a la Amazonía, a sus bosques, sus criaturas, sus hombres y...Leer más
La situación del turismo en Puerto Maldonado es crítica, por no decir patética. Los alojamientos y albergues en la propia ciudad, el corredor Tambopata y en las cuencas de los ríos Madre de Dios y Tambopata tuvieron que cerrar sus puertas a poco de iniciada la pandemia: sin ingresos que sostengan la operación turística, carísima...Leer más
Es evidente que el confinamiento decretado por el Ejecutivo no se está cumpliendo. Ha fracasado en ese bolsón citadino que engloba a los distritos más populosos y poblados de la capital. En esos confines metropolitanos donde la calle es una selva de cemento y de fieras salvaje como no, como en la vieja canción de...Leer más
Los relatos de Paul Bowles o las referencias que alguna vez diera Juan Goytisolo de la ciudad de Marrakech que fue suya mil veces, no me han servido para terminar de armar el retrato que me llevo de este primer día en una urbe idéntica a las que describe Manu Chao en sus canciones. África...Leer más
Voy a extrañar a a Javier Reverte, un hombre sin anteojeras ideológicas que se paseó por el mundo con su camisa de profesor de escuela secundaria y una torpeza propia de quien no se creía más que cualquier otro mortal.Leer más
Las cuchillas Opinel, una, nunca más de una en la faltriquera, se convirtieron en un momento de mi andadura particular en ese oscuro objeto del deseo que no dejo en casa así tenga que volver del aeropuerto o retrasar más de la cuenta la hora de partir.Leer más
Propongo reinventarnos y cranear todos juntos una estrategia que efectivamente sirva para formar un ciudadano que viaja –un turista- respetuoso de la salud física y espiritual de los involucrados en la fiesta del turismo y hacerlo pronto porque al viajar, verdad de Perogrullo, crecemos, nos conocemos, nos volvemos, todititos, mejores personas.Leer más
Me encanta hablar de aves: desde ayer no dejo de hacerlo, sucede que mi jardín sambartolino –mi chacrita en medio del desierto y el mar- ha empezado a ser visitado por un enjambre de colibríes de trazas diminutas y vuelo alucinanteLeer más
Escribí estas glosas o comentarios al vuelo a propósito de un interesante borrador que empezó a trabajar, a inicios de la pandemia, mi amigo Fernando Vera, especialista en planificación turística y creyente como pocos en las inmensas posibilidades de esta golpeada actividad económica. El texto final de ese artículo de opinión lo pueden leer en...Leer más
En Cerro Azul, sin habérmelo propuesto, me topé con una comunidad muy numerosa de garzas huaco de corona amarilla, según la guía de “Aves del Perú” un habitante conspicuo de los manglares tumbesinos que suele ser también un “divagante muy raro hacia el sur de Lima”. Maravilloso: sobre el techo de la última casa al...Leer más
Mi prima Beatriz Vargas es la memoria histórica de mi familia materna, los Vargas de Tacna, de Tacna y Arica, las irredentas, por muchísimo tiempo, provincias cautivas del Perú. Lo menciono porque hoy 30 de agosto, nonagésimo primer aniversario de la devolución de la heroica Tacna al suelo patrio, debe estar participando en alguna de...Leer más
Soy un lector desprolijo, desordenadísimo. Sobre mi mesa de noche y en los demás espacios por donde me desplazo en casa -la terraza desde donde miro el mar, la sala, el comedor o la buhardilla que me acoge en las horas de desasosiego- se amontonan los libros tratando de convocar al hastío que, lo confieso,...Leer más
Consumo un combo desde mozalbete: un combo basado en caminar, sí, pero con tiempo para cavilar: para observar el mundo y el mundo-otro sin apremios, en calma; habitante satisfecho de ese país donde se construyen los sueños más preciosos. Caminar para tomar distancia con el hastío, para huir del mundanal ruido, de la cruda y...Leer más
Eusebio Crispín, paqochero de la comunidad de Pacchanta, una aldea de pastores y agricultores de altura que se levanta a los pies del apu Ausangate, tiene 39 años y ya es abuelo. El hijito de su hija mayor, Maribel, 16 años y tejedora como su madre y su abuela y como todas las mujeres que...Leer más
Entonces sucedió lo imprevisible: el muchacho que fungía de mozo trasmutó su rostro en uno más hostil y sin más ni más me “propuso” que permutara mi mesa por unos mullidos sofás que a esa hora del día no tenían perro que les ladre. Total, mi espacio podía ser más útil para los visitantes de...Leer más