Mi opinión
Diego Lucero acompañó a Gabriel Herrera y a Guillermo Reaño a la presentación -la segunda en Lima- del libro «Guardianes, crónica de guardaparques en el Perú» que se llevó a cabo en el IV Congreso Nacional de Guardaparques del Perú que viene realizando en La Molina y nos ha dejado está simpática nota. Buen fin de semana. para todos, seguimos avanzando…
Por Diego Lucero desde el Casino de la Policia de La Molina
Vamos por partes. Impresiona encontrarse con tanta gente comprometida con un ideal en estos tiempos tan propicios para mirar para otro lado y echarle la culpa al resto de los males que nos aquejan. «Impresiona encontrarse con tantos hombres y mujeres reunidos durante varias horas para hablar sin desmayo sobre qué hacer para mejorar el trabajo que el país les ha encomendado», cito a Guillermo Reaño, mi jefe en esta plataforma de noticias y, como él suele decir, del viva el #OtroMundoesPosible en el que creemos.
Empiezo.

Debo decir que estoy anonadado por lo que he visto y vivido durante el segundo día del IV Congreso Nacional de Guardaparques. Y antes de hablar de la presentación que hiciera Gabriel Herrera, director del Grupo Viajeros, del libro «Guardianes, crónica de guardaparques del Perú» , en el evento cumbre del guardaparquismo peruano, permítanme unas líneas sobre su importancia.
Los guardaparques peruanos, bastante más de 800 compatriotas, soportan sobre sus hombres el peso enorme de proteger, a veces a costa de sus propias vidas, algo así como el 20 por ciento del territorio peruano, una porción de nuestro inmenso país, debo decirlo en voz tronante, apetecida, ambicionada, por los negocios ilegales y amenazada al máximo por los mismos males (y más) que los que soportamos en nuestras ciudades y extramuros: extorsión, sicariato, violencia homicida, delincuencia, feminicidio, minería ilegal, tráfico de terrenos, tráfico de drogas, trata de menores, choreo, cogoteo, etcétera, etcétera, etcétera. Y en todos los casos, y en cada una de las 78 áreas naturales protegidas del sistema nacional (y en otras áreas más en casi todas las regiones del país), haciéndolo con absoluta valentía, desprendimiento, compromiso y un amor al Perú que ya quisiéramos que lo tuvieran todos los peruanos.
Y estos bravos compañeros de ruta, que desde el año 2013, no se habían podido reunir como colectivo por diferentes motivos, lo están haciendo en el marco del IV Congreso Nacional de Guardaparques del Perú que se inauguró el miércoles 15 y se cierra hoy en el Casino de la Policía de La Molina, muy cerquita a la casa donde vivió el maestro Antonio Brack Egg y vive todavía su esposa Cecilia Mendiola, patriarcas del conservacionismo nuestro.
(Esto me lo hizo saber Guillermo, no lo sabía)
De allí la importancia de este congreso, como lo he mencionado, el cuarto en la historia de un cuerpo de servidores públicos con casi seis décadas de funciones ejemplares. De allí la importancia de apapacharlos, recibirlos con todos los honores, hacerlos sentir parte de una comunidad que está de su lado y valora su compromiso con el futuro. Por eso la emoción de Deyvis Huamán, guardarque también en sus inicios como servidor público y en la actualidad Director de Gestión Territorial de Áreas Naturales Protegidas del Sernanp, cuando lo abordamos al acabar la mesa de trabajo en la que expuso sobre las y los defensores ambientales del Perú: «Este evento marca un hito en la historia de la conservación en el Perú, nos dijo, gracias al esfuerzo de Sernanp, la Asociación de Guardaparques del Perú y las organizaciones cooperantes hemos logrado traer a Lima a casi 200 guardianes de nuestro patrimonio: 173 guardaparques , 11 vigilantes ambientales, 10 guardaparques de Áreas de Conservación Regional y 10 de Áreas de Conservación Privadas. Además, de esepcialistas, jefes de áreas y funcionarios del Sernanp».

Y todititos, doy fe de ello, bien uniformados, atentos a los debates, orgullosos de pertenecer a un ejército de defensores ambientales que saben lo que hacen y están convencidos de la importancia de su trabajo (aunque al evento no haya asistido un solo periodista o medio de comunicación, salvo el nuestro… lamentable: en el Perú de nuestros días genera más audiencia el congreso de ufólogos de la tercera edad (es una broma) que un evento de la importancia del que se viene desarrollando con éxito en La Molina).
Bien, ahora sí, a lo nuestro…
Los guardaparques que participaron el día de ayer en la segunda jornada del Congreso Nacional, ha dicho el Sernanp, «intercambiaron experiencias en cinco paneles relacionados con la vigilancia y control, actividades económicas sostenibles (andino-amazónicas), experiencias exitosas para el aprovechamiento del recurso paisaje, experiencias y avances de las Areas de Conservación Regional y Areas de Conservación Privadas, y experiencias en educación ambiental»
«Además, se presentó el libro “Guardianes, crónicas de guardaparques en el Perú”, un homenaje a la entrega y compromiso de más de 900 hombres y mujeres que protegen nuestro patrimonio natural».
Gabriel Herrera, periodista, editor y viajero con miles de millas de recorrido en su haber, director del Grupo Viajeros, entre otros pergaminos, fue el encargado de presentar el libro «Guardianes, crónica de guardaparques en el Perú», durante la última plenaria de la mañana del jueves 16. Todos los concurrentes habían recibido con anticipación un ejemplar de la publicación que cerró la primera temporada del Proyecto Guardianes. Todos habían tenido tiempo de apreciar el trabajo realizado y lo lindo que quedó el libro con los testimonios y reseñas de los más de 70 guardaparques que la dupla Reaño-Herrera entrevistó en las 20 áreas naturales protegidas que recorrieron durante un año.

Gabo estaba muy emocionado, me dí cuenta. Y se lanzó de lleno al llano: «Estoy súper emocionado de estar con ustedes el día de hoy. Para el Grupo Viajeros ha sido un honor haber compartido un tiempo con ustedes en los muchísimos puestos de control y vigilancia que visitamos. Estamos profundamenete agradecidos por la confianza que nos han brindado y orgullosos por el trabajo que juntos hemos realizado».
Para el team Viajeros, me incluyo, el proyecto Guardianes ha sido, posiblemente, la campaña mediática más importante de los últimos años. Gracias a la iniciativa que se echó a rodar en abril del 2024, se lo he escuchado decir varias veces a Guillermo y a Gabriel, se pudo visiblizar de mejor nanera el trabajo de los guardaparques peruanos, objetivo fundamental para que el ambientalismo peruano pudiera alcanzar una de sus metas más ambiciosas: que se apruebe una ley del guardaparques que mejore las condiciones de vida de estos héroes de la conservación.
Tarea queb se ha cumplido después de muchos años de espera y contrasuelazos.
Luego de las palabras de Gabriel y las acotaciones de los guardaparques Emilio Aparicio, Lorena Ladines y Maricielo Antúnez, del Parque Nacional Manu, el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes y la Reserva Nacional Tambopata, respectivamente, cerró la presentación Deyvis Huamán. Los cuatro recordaron su paso por los puestos de vigilancia y las áreas en las que han laborado. Don Emilio, maestro de maestros, es uno de los guardaparques más antiguos y notables del sistema nacional.
Gabriel anunció, entre sonoros aplausos, que ya se ha iniciado la segunda temporada de Guardianes con la visita que la dupla acaba de realizar al Santuario Histórico Bosque de Pómac y al Refugio de Vida Silvestre Laquipampa, en los bosques secos de Lambayeque, la vigesima primera y vigesima segunda área natural protegida del sistema nacionala. Van 22, son 78, hay proyecto Guardianes para rato.
Ah, le dejo el video que los guardaparques del Congreso espectaron con muchísima emoción. Los rostros de los compañeros retratados en esta primera temporada son los rostros de cada uno de ellos.
El Perú se los agradece.
Más info en Se presentó en Lima Guardianes, un libro que visibiliza el trabajo y el legado de los guardaparques del Perú
