Solo Para Viajeros

El martín pescador de Guam ha sido liberado en la naturaleza 40 años después de su «extinción»

Mi opinión

Las buenas noticias deben escalar en la atención colectiva de nuestra especie, en ese convencimiento -y en tantos otros más- sigo fiel al magisterio de Jane Goodall y, por cierto, también al de Rhett Ayer Butler, el fundador de Mongabay, la plataforma de optimismo ambiental y #OtroMundoesPosible que sigo desde su fundación en 1999. Rhett, que suele ser un visitante constante de nuestro país y que en una de sus últimas recorridos por el Perú compartió caminos con Gabriel Herrera, líder del team Viajeros, subió la semana pasada esta nota que da cuenta de la reintroducción de un grupito de martines pescadores de Guam en un hábitat muy parecido al que históricamente tuvieron… y que fueron perdiendo a medida que crecía la población de una serpiente introducida por H.sapiens de manera casual.

El sihek, como se le conoce en la lengua local, pudo salvarse de la extinción gracias al esfuerzo de biólogos comprometidos con la naturaleza que se encargaron de rescatar 29 individuos, los primeros habitantes de la especie en sobrevivir en cautiverio. Tuvieron mejor suerte, agrego; que las otras diez especies de aves de Guam devoradas hasta la desaparición por el voraz ofidio que llegó a sus bosques después de la segunda guerra mundial.

Les dejo la historia: como lo he comentado tantas veces por aquí, haciendo eco de la voz de otros dos grandes: Douglas Tompkins y Kristine McDivitt, la reintroducción de especies a sus ecosistemas primigenios, el rewilding, es la más eficiente de las herramientas que tenemos a la mano para combatir el armagedón ambiental que nos ha traído el cambio climático y las demás “hazañas” de nuestra civilización.

(PD: Ayer cerré el libro último del genial Fernando Savater, el pensador español que tanto admiro y con el que suelo tener pocas discrepancias. En su lucha por defenestrar el pensamiento progresista, de izquierdas por llamarlo de alguna manera, el susodicho le endilga a los que estamos en esto, en lucha frontal contra los extremos del crecimiento económico a la mala, contra las leyes que permiten (y han permitido) la existencia de Gaia, el sambenito de “neuróticos de la naturaleza”. Pienso con todo convencimiento que en eso hay que convertirnos y desde ese “malestar” enarbolar una bandera de lucha llena de optimismo y buenas noticias ambientales).

Buena mañana para todos…


Por Rhett Ayers Butler. Foto principal ZSL.

El 23 de septiembre, seis martín pescador de Guam (Alcedo atthis), o sihek, realizaron su primer vuelo libre en casi cuatro décadas, marcando un regreso trascendental para una especie que alguna vez se clasificó como extinta en la naturaleza, informa Liz Kimbrough, Ph.D.

Originario de los bosques de Guam, el sihek [también conocido como martín pescador de la Micronesia] fue víctima de la introducción accidental de la serpiente arbórea marrón en la década de 1940, que diezmó las poblaciones de aves de la isla. En 1988, el sihek había sido aniquilado en la naturaleza, y solo unos pocos sobrevivieron en cautiverio.

La reciente liberación de estas aves en el atolón de Palmira, un santuario libre de depredadores a 5.900 kilómetros al oeste de Guam, representa la culminación de años de trabajo de conservación.

Foto Smithsonian / NZCB

Estos seis individuos, criados a través de un programa de cría que comenzó en la década de 1980 con solo 29 aves, son el primer paso para restablecer la especie en la naturaleza, aunque en un territorio extranjero. El esfuerzo, liderado por el Programa de Recuperación Sihek, es una empresa colaborativa que involucra a instituciones como el U.S. Fish and Wildlife Service (USFWS), Zoological Society of London (ZSL) y Sedgwick County Zoo.

Si bien la liberación del sihek en la naturaleza es un hito importante, es solo el comienzo de un plan más amplio. Los científicos tienen como objetivo establecer una población reproductora en Palmira como un trampolín hacia la reintroducción del sihek en su Guam natal, una vez que la amenaza de las serpientes arbóreas marrones se haya mitigado lo suficiente. Cada ave ha sido equipada con un rastreador de radio para monitorear su adaptación a la naturaleza, proporcionando datos vitales para comprender su supervivencia fuera de los confines del cautiverio.

Foto Thomas Manglona / KUAM



Esta reintroducción pone de relieve tanto los logros como los riesgos inherentes a este tipo de esfuerzos de conservación. La precaria dependencia de una pequeña población cautiva subraya la necesidad de una vigilancia constante. El caso del pez cachorrito Catarina, una especie que se extinguió en cautiverio después de desaparecer de la naturaleza, sirve como una advertencia.

Sin embargo, las iniciativas de conservación han tenido éxito con otras especies reintroducidas desde el borde del abismo, como el cóndor de California y el caballo de Przewalski. El regreso del sihek podría convertirse en otro testimonio del delicado equilibrio entre la pérdida y la recuperación, un recordatorio de que incluso al borde de la extinción, la vida puede encontrar un camino de regreso si se le da la oportunidad.

Foto Thomas Manglona / KUAM
Foto Thomas Manglona / KUAM

Deja un comentario