Mi opinión
Maravilloso, mágico, extraordinario. La fuerza de la vida ganándole una batalla la muerte, dándole su merecido a esos jinetes del apocalipsis que destruyen todo lo bueno que nos queda. Y ya que la noticia viene de Centroamérica tenemos que recordar el sacrificio del vigilante ambiental Jairo Mora, asesinado en Costa Rica por traficantes de tortugas en el 2013.
Copio mi comentario sobre ese crimen aleve, abusivo, condenable, que no debemos olvidar.
Jairo Mora, 26 años, fue emboscado y muerto de un tiro en la cabeza en abril de 2013 en una playa del atlántico de Costa Rica, un país a la vanguardia de la conservación y el ecoturismo. Jairo era un combativo protector de las tortugas baula (Demochelys coriacea), un quelonio que anida en las playas de arena del Parque Nacional Tortuguero, una región visitada anualmente por miles de admiradores de la vida natural.
El ecologista laboraba en un proyecto de investigación patrocinado por la organización Widecast. La noche que fue secuestrado junto a cuatro cooperantes extranjeros, Jairo patrullaba la playa Moin advertido de la presencia de cazadores furtivos, una lacra que venía operando con inmunidad en la zona. El joven investigador unos días antes de su muerte había posteado en su cuenta de Facebook pedidos de apoyo y resguardo policial para evitar el salvajismo de quienes alevemente se llevan los huevos de las tortugas que desovan en el parque nacional.
Jairo Mora, vive…
El crimen de Jairo Mora Sandoval no es el primero que se comete en ese país contra defensores del ambiente. Aunque parezca mentira la “pacífica” Costa Rica es una nación amenazada por el boom del extractivismo que todo lo quiere y la delincuencia que no respeta la naturaleza y lo que tiene para darnos.
Una ola de indignación sacude a los ticos y al mundo entero, Me quiero sumar a la repulsa ciudadana y desde aquí pedir justicia para la familia del ambientalista. Jairo es considerado un héroe de la conservación por quienes lo conocieron, su sacrificio no debe quedar impune.
Casi 16.000 tortugas marinas en peligro de extinción han anidado en el refugio Vida Silvestre La Flor, en el departamento sureño de Rivas, en las costas del Pacífico de Nicaragua, informaron este lunes las autoridades.
Esos reptiles marinos han formado sus nidos en ese refugio de 1.100 metros de costas donde anidan para el desove, explicó René Castellón, del equipo de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), a medios oficiales.
El arribo de los quelonios inició la noche del pasado martes y hasta hoy suman 15.816 tortugas, precisó.
Las tortugas arriban para depositar sus huevos en las costas de esta reserva, indicó. Las autoridades esperan que arriben más de 40.000 tortugas entre septiembre y octubre de este año al refugio de Vida Silvestre La Flor.
Las cifras de arribo de tortugas son cotejadas por guardaparques, militares, policías, ambientalistas, líderes comunitarios y trabajadores del Marena, distribuidos en 11 tramos de 100 metros cada uno en las costas de La Flor.
En las playas de Nicaragua anidan cinco especies de tortugas marinas: verde, carey, laúd o tora, cabezona y paslasma, que se encuentran en peligro de extinción por diferentes factores y que entre julio y enero desovan en las playas del Pacífico de este país.
Los santuarios de tortugas más importantes de Nicaragua son La Flor y Chacocente, en las costas del Pacífico y declaradas Refugios de Vida Silvestre, y las reservas naturales Isla Juan Venado, Volcán Cosigüina y Estero Padre Ramos, en el occidente del país.
Más sobre Jairo Mora
https://soloparaviajeros.pe/costa-rica-estremecida-por-absolucion-de-supuestos-criminales-del-ambientalista-jairo-mora/
29/9/2015