Cusco. Andrés Longhi está convencido que el Comandante Marcos es Julio César Mezzich, el número dos de Sendero Luminoso desaparecido misteriosamente en medio de la guerra que su partido le declaró al resto del país. El fotógrafo de la época de oro de la revista Caretas me fue contando sus sospechas mientras apurábamos un plato de chicharrón de cerdo de los buenos y unas cervezas bien heladas en una picantería de Urubamba.
Para Longhi las coincidencias entre el guerrillero de Chiapas y el senderista inubicable son enormes. Marcos habla como peruano y su rollo está repleto de los mismos fundamentos que caracterizaron el pensamiento del ex alumno del colegio Inmaculada de Lima y posteriormente líder campesino en las alturas de Andahuaylas.
Recordé esta conversa con Andrés y Chío Lecaros en el Cusco al volver a encontrar unas líneas del siempre bien informado Marc Dourojeanni. En su «Crónica Forestal del Perú», el conservacionista refiere que Antonio Brack Egg y Cecilia Mendiola le contaron los detalles de un encuentro casual con el mismísimo Abimael Guzmán, en la época en que éste era el hombre más buscado por la policía y los servicios de inteligencia del Perú, en Palcazú, muy cerca de Oxapampa.
El mismo Lucho Peirano, condiscípulo de Mezzich en el colegio jesuita , ha mencionado alguna vez haberse topado con el miembro de polit bureau senderista en una conocida cafetería de la Lima más chic. Se vieron, se midieron, se hicieron los locos.
¿Será el comandante Marcos Julio César Mezzich?, ¿importa saberlo? No sé, lo dejo allí, como tantas otras cosas que van estimulando mi imaginación entre viaje y viaje…