Solo Para Viajeros

Iñapari, puerta de ingreso al paraíso

Mi opinión

A un lado de la frontera con Brasil y también con Bolivia se luce Iñapari, la capital de la pujante provincia de Tahuamanu, en Madre de Dios, epicentro de una revolución productiva que está cambiando el rostro de uno de los rincones naturales más hermosos del Perú.


Guillermo Reaño para Viajeros 38. Fotos Gabriel Herrera

Observar el río Acre, el curso fluvial que define la existencia de una frontera llena de misterios, la que forman el Perú, Brasil y Bolivia, desde el Malecón Turístico de la apacible ciudad de Iñapari es una obligación que deben cumplir sin prisa los viajeros que llegan hasta este último confín de la Amazonía peruana.

El espectáculo es maravilloso: al frente del visitado mirador sobre el río, entre nubes y celestes inauditos, se deja ver el Puente Internacional de la Integración Perú-Brasil que une la capital de la provincia de Tahuamanu con Assis (Brasil), una localidad del estado de Acre que aún conserva algunas de las casonas construidas en la época del caucho y convoca a la visita.

Iñapari, puerta de entrada al gigante amazónico.

Al pie de los jardines y los setos de flores del malecón construido en el 2010, se aprecian las playas de arena blanca y verano eterno colmadas de niños y adultos gozando de la brisa que alivia los calores del día y, cerca, cerquita nomás, explotan los verdes de un bosque infinito que se extiende hasta los contrafuertes andinos de Bolivia.

Iñapari es un destino ideal para el turismo fronterizo, el de naturaleza, el rural, el de aventura y el que alienta el contacto con las comunidades nativas de un país multiétnico y tan lleno de sorpresas. Sus calles arboladas, la ordenada actividad comercial que se ha desarrollado desde que se hizo posible la conectividad carretera y el buen talante de sus habitantes la han convertido en la ciudad soporte que la actividad turística en esta triple frontera requiere.

El combo que ofrece es perfecto: en la capital de la provincia, forestal por excelencia, de un departamento colmado de promesas, es posible vivir la experiencia de visitar Tambopata, Manu o Purús a la vuelta de cualquiera de sus esquinas. Lo saben muy bien doña Pierina Gonzales y su madre, dos vecinas que se entretienen todos los días viendo el paso de una familia de ronsocos, los roedores más grandes del planeta, por la misma vía que une la ciudad de Puerto Maldonado con su localidad.

Río Tahuamanu: una belleza indescriptible…

Frente a su vivienda que muy pronto será un centro de interpretación gracias al apoyo de la empresa privada, a solo dos o tres cuadras de la plaza principal de Iñapari, en los bordes de una cocha natural, habitan lobos de río, shanshos, sajinos, garzas y guacamayos. El esfuerzo de la familia Gonzales permite soñar en la protección de la naturaleza y la construcción de una ciudad sostenible.

Iñapari, es lindo vivir aquí…

Así es Iñapari, una ciudad en medio de un bosque poblado de monos aulladores, jaguares y aves de todos los tamaños que se desplazan en libertad por una triple frontera, un rincón de nuestro fabuloso país cuyos vecinos se están dando la mano para convertir a la provincia de Tahuamanu en la meca de la producción piscícola y ganadera del sur del país. Naturaleza y producción aseguradas, muy bien ensambladas para el beneficio de su gente.

Sus lagunas rebosantes de pacos, gamitanas y otras delicias amazónicas que se comercializan por el departamento, los potreros donde pacen sus vacas en saludable crianza y sus sembríos forestales son la constante de un paisaje lleno de vida que exhibe en cada uno de sus rincones la pujanza de una población que ha entendido que sus recursos naturales, bien gestionados, pueden detonar el desarrollo de la región.

Hacienda Jamaica, piscinas y pozas naturales para el encanto de los visitantes.

Lo saben muy bien los propietarios de los restaurantes que se han venido preparando para recibir a los turistas con una oferta gastronómica que trasciende lo regional para seducir a propios y extraños, entre estos últimos los numerosos grupos de excursionistas que llegan de Brasil para probar las exquisiteces que los peruanos sabemos preparar. También los empresarios que han apostado por un novedoso circuito recreacional que tiene a la Hacienda Jamaica, el inmenso espejo de agua camino a Iberia, entre sus locales más distinguidos y los emprendedores como don Ricardo Wisacaína, el curtido agricultor del sector San Isidro de Chilina, a las afueras de Iñapari, que ha convencido a su familia para transformar su fundo en un establecimiento turístico con una “laguna” poblada de peces que se cocinen al ritmo de la diversión sana y el turismo que todos quieren en Iñapari.

Idéntica ilusión la tienen los impulsores del turismo comunitario que empieza a organizarse alrededor de la comunidad yine de Bélgica, cuyas mujeres están rescatando el sentido y la belleza de la artesanía que heredaron. En los alrededores de su centro poblado es posible visitar los bosques de shiringa, la goma natural que aún se exporta al mundo, y una simpática colpa de loros sobre el río Yaverija, que junto al Acre y al Tahuamanu, compone el tridente fluvial de un destino inolvidable. La naturaleza y el esfuerzo de la gente de la Amazonía a un tris del confort y las ganas de vivir experiencias únicas que todo turista busca.

Más, mucho más…

La oferta turística de Iñapari no acaba allí, trasciende sus ordenados límites urbanos: en los bosques concesionados a particulares, el de Maderacre el más conocido, es posible observar la naturaleza amazónica en todo su esplendor. No hay que olvidar que en la provincia de Tahuamanu habita la mayor población de jaguares del planeta y que sus árboles milenarios explotan de vida silvestre. 

Como lo ha definido el Plan Estratégico Regional de Turismo de Madre de Dios al 2030, la provincia de Tahuamanu habrá de convertirse en una vitrina de la cultura y costumbres de nuestro país y la región amazónica. Y claro, de la naturaleza exuberante que tiene Madre de Dios, la capital de la biodiversidad del Perú. En Iñapari se están dando las condiciones para que se cumpla ese objetivo. ••


Deja un comentario