Mi opinión
Visité hace unos días La Jalca Grande, en el departamento de Amazonas, una ciudad en medio de las montañas que guarda entre sus tesoros más notables una iglesia edificada en plena conquista del Perú siguiendo los patrones y el estilo constructivo que se observan en los sitios arqueológicos chachapoyas. Que por cierto resultó severamente dañada por el terremoto que asoló la región en el año 2021 y que a la fecha, felizmente, viene siendo restaurada gracias al apoyo de la cooperación internacional y el empuje de funcionarios tanto del Gobierno Regional de Amazonas como del Ministerio de Cultura. Saludo desde aquí el esfuerzo que viene realizando World Monuments Fund, una organización cuyo trabajo en nuestro país seguimos con atención, para proteger nuestro patrimonio con la finalidad de empoderar a las poblaciones locales en el uso y beneficio de los mismos. La historia de Juan, el Osito, el niño-osezno de La Jalca nos conmovió tremendamente, hemos escrito un pequeño comentario sobre este relato y su importancia en la cohesión del cuerpo social jalquino que acabamos de publicar en la sección Notas de viaje de esta plataforma.
Por World Monuments Fund
Después de que un terremoto azotara la región de Amazonas en Perú, la histórica iglesia de La Jalca Grande sufrió graves daños, incluida la destrucción total de su singular torre exenta. Entre las partes afectadas de esta estructura del siglo XVI se encuentra una curiosa talla de un oso con una historia de fondo única que sigue siendo fundamental para los habitantes de la comunidad en la actualidad.
La Jalca Grande, ubicada en la provincia de Chachapoyas en la región Amazonas de Perú, es un pueblo cuya historia es de gran importancia para la expansión del poder español. Documentos coloniales indican que es donde ocurrió la “Fundación de la Frontera de los Chachapoyas” el 5 de septiembre de 1538, por el Capitán Alonso de Alvarado, convirtiéndose en el primer sitio de ocupación española en la región.
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A finales de la época colonial, el lugar era conocido como el Pueblo de la Purísima Inmaculada Concepción de Badajoz de la Jalca, nombre que mantuvo hasta 1827, cuando se cambió definitivamente a La Jalca Grande. La torre exenta de la iglesia es una característica rara en los primeros edificios coloniales. Sin embargo, una de las características más singulares de la iglesia es una piedra grabada con una figura conocida por la población local como Juan el Osito
Según la creencia local, hace siglos, una joven del pueblo de La Jalca Grande fue secuestrada por un oso. De esa unión nació Juan el Osito, y según la leyenda, fue él quien construyó la torre de la iglesia, que dominó el paisaje de este pueblo hasta el terremoto de noviembre de 2021. La historia de Juan el Osito es popular hasta el día de hoy y la comunidad ha creado diversas manifestaciones culturales en torno a esta leyenda, como bailes, cantos, fiestas, elaboración de grandes paneles con forma de oso, motivos decorativos en sus textiles, entre otros.
Debido a la importancia de este patrimonio, World Monuments Fund (WMF) asignó un fondo semilla de su Programa de Respuesta a Crisis a pedido del Ministerio de Cultura de Perú para iniciar el proceso de restauración. La reconstrucción de la torre y la devolución de la piedra de Juan el Osito a su lugar original es una forma de reafirmar la identidad de la población local, que participará activamente en la reconstrucción de la torre.
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El equipo de World Monuments Fund (WMF) en Perú sigue comprometido con la protección del patrimonio cultural del Perú en conjunto con las poblaciones locales y aliados en los sectores público y privado.