Por Grupo Viajeros
La situación, definitivamente, ya se salió de control, las imágenes que están circulando por las redes sociales y en los medios de comunicación sobre el alcance de los incendios forestales de este 2024, están dando cuenta de la devastación y la muerte que se está produciendo en casi todo el país ante la desesperación de autoridades y pobladores con muy poca capacidad de acción. Andina, la agencia estatal de noticias, indica, citando al jefe de Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) que en lo que va del año 10 personas han perdido la vida debido a los incendios, 96 han quedado heridas y hay 1,876 damnificados. Y que ya son 1495 hectáreas de cultivo las que se han perdido, mientras otras 1,264 hectáreas quedaron afectadas por el fuego. No menciona la nota la cantidad de mortandad que se está dando en animales ni la pérdida de biodiversidad en casi todo el país, eso lo están haciendo los ciudadanos en sus cuentas sociales: ronsocos huyendo despavoridos de sus bosques, osos hormigueros chamuscados, osos de anteojos atrapados en el fuego y muchísimas más afectaciones en la naturaleza que estamos en la obligación de proteger.
Es urgente, perentorio, que el gobierno declare de una vez la emergencia nacional y que desde el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD), con la propia presidenta de la República a la cabeza, asuma el control de la situación y disponga lo que se tiene que hacer, entre otras medidas el ingreso de las Fuerzas Armadas al terreno de operaciones, para sumarse a las cuadrillas que están luchando en veinte de las regiones del Perú contra el fuego. Y hacerlo con eficiencia y organización. Lo están demostrando los más de 300 bomberos voluntarios el Sernanp y la población que los apoya en las Áreas Naturales Protegidas donde se vienen produciendo estos siniestros, pero no se dan abasto ni tienen los recursos para ampliar sus intervenciones. Es claro que sin la ayuda de la colectividad y el Ejército, lo dijimos cuando se inició el fuego en Amazonas, cuyas bases y cuarteles se encuentran en todo el Perú, sus esfuerzos van a ser inútiles debido a la magnitud del desastre
La experiencia del cuerpo bomberil de Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) nos demuestra que la población organizada, con las herramientas del caso y una dirección adecuada, tiene la capacidad de detener el fuego y hacerlo pronto, evitando la pérdida de vidas, el impacto negativo en nuestros ecosistemas y las cuantiosas pérdidas económicas que dichos eventos producen. Se trata de sumar esfuerzos, ser más y actuar con prontitud y de manera organizada. Si el SINAGERD, con su órgano de línea, el COAN, fortalecido, se activa como debería y los sectores del gobierno (central, regional y local) asumen las responsabilidades correspondientes ya se podrían ir adquiriendo o produciendo, mientras circulamos esta nota, las miles de herramientas que hacen falta: mata fuegos, mochilas de agua, pulaskis, palas y rastrillos forestales y todo los que sea necesario. Y por supuesto, la convocatoria a los peruanos y peruanas de toda condición para que se sumen al esfuerzo. Nunca es tarde para que sea demasiado tarde. Si nos pudimos organizar entre todos para sacar adelante los Juegos Panamericanos y estuvimos juntos, convocados por el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COAN) , enfrentando el Fenómeno del Niño y la crisis sanitaria podemos vencer al fuego de estos reiterados incendios forestales. Es tiempo de convertirnos en #héroesdelaconservación, #OtroMundoesPosible
Guillermo Reaño
Gabriel Herrera
Directores
