Mi opinión
Se trata de tres nuevas especies del género Scytalopus cuyos cantos habían sido registrados muchísimo tiempo atrás en el contexto de sendas expediciones científicas llevadas a cabo en el límite de los departamentos de Huánuco y Pasco; en los bosques cercanos al nevado Ampay, en Abancay y en la Cordillera de Colán, en el departamento de Amazonas.
En la primera de estas expediciones participó la Dra. Irma Franke, por muchos años investigadora del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Marcos, en compañía de Kenneth Rosenberg, Tristan Davis, Gary Rosenberg, Tom S. Schulenberg y John P. O’Neill, estos dos últimos autores de la muy útil y tantas veces mencionada guía de campo “Aves de Perú”. El tapaculo registrado por primera vez en el lejano 1985 ha sido bautizado, en honor a la Dra. Franke, como Scytalopus frankeae.
La segunda especie en sumarse a la lista de las aves del Perú fue avistada por otro equipo de investigadores, esta vez de la Universidad de Copenhague, entre los que estaba Jon Fjeldså a finales de la misma década. Ha sido bautizada como Scytalopus whitneyi en honor al ornitólogo Bret Whithney.
El tercer tapaculo de esta historia, Scytalopus krabbei, fue registrado por primera vez por Fernando Angulo en el 2012 durante una expedición al Santuario Nacional Cordillera de Colán. En esa oportunidad Angulo, investigador principal de Centro de Ornitología y Biodiversidad, CORBIDI, fue quien se tomó el trabajo de grabar su canto.
Buena noticia y muy ejemplar: los hallazgos de este tipo inspiran a otros investigadores a seguir haciendo lo suyo y confirman la importancia del trabajo colaborativo entre estos. Y la paciencia que se necesita para llegar a buen puerto. Salvo que me equivoque se trata de un tridente aviar que engalana nuestra muy nutrida lista ornitológica que se mantenía invariable por los menos desde el 2017 cuando ingresaron al registro nacional el Hormiguero de Cordillera Azul (Myrmoderus eowilsoni) y el Saltarín pintado (Machaeropeterus eckelberryi).
Desde aquí un abrazo enorme a Irma Franke y Fernando Angulo, los dos pajareros peruanos involucrados en estos hallazgos y pasos adelante, y el recuerdo y la admiración por John O’Neill, patriarca del estudio de las aves de nuestro país. Un maestro de maestros.
Perú: 40 años de investigación permitieron descubrir tres nuevas especies de aves endémicas
Por Yvette Sierra para Mongabay Latam
- Nuevas especies llevan los nombres de renombrados ornitólogos, entre ellos de la peruana Irma Franke.
- Para determinar sus diferencias se realizaron análisis de sus cantos y se tomaron pruebas genéticas.
Scytalopus frankeae es una de las tres nuevas especies para la ciencia descritas en Perú. Su nombre es un homenaje a la ornitóloga peruana Irma Franke, quien en 1985 encontró, por primera vez, un individuo de esta especie.
“Es un gran honor para mí que lleve mi nombre. No hay muchos peruanos a los que se les haya dedicado un ave”, dice Franke a Mongabay Latam, mientras comenta sobre la investigación que permitió describir a estas tres nuevas especies de aves endémicas en Perú.
Un trabajo que se hizo con datos e información de campo obtenidos durante los últimos 40 años, además de exploración en archivos de sonido y especímenes de museo. Así se logró la descripción de estas tres nuevas especies del género Scytalopus, grupo de aves llamada comúnmente tapaculos, que habita en los Andes peruanos.
Scytalopus krabbei, Scytalopus frankeae y Scytalopus whitneyi son las aves endémicas que se suman a la lista de casi dos mil especies de avifauna reportadas hasta ahora en Perú.
El estudio, según se explica en el artículo académico publicado en la revista científica The Auk, analizó grabaciones de los cantos de las aves, así como muestras de ADN y caracteres de especímenes depositados en museos en un enfoque integrado para determinar la diferencia de estas nuevas especies del resto de las variedades de Scytalopus.
“En uno de los casos había muy pocos especímenes y grabaciones de sonido para permitir una descripción formal. En otro caso, existían dudas sobre cuál de las dos especies era nueva. No fue hasta que se hicieron extensas comparaciones genéticas, que todo tuvo una perspectiva”, dice el ornitólogo y conservacionista Niels Kaare Krabbe, autor principal de la investigación y renombrado estudioso de las aves andinas.
Cuatro décadas de investigación
En 1985, una expedición del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Estatal de Louisiana, en la que participó Irma Franke, reportó por primera vez una de las especies descritas en el artículo publicado el 21 de febrero.
En ese momento la llamaron tapaculo Milpo, por la localidad en la que fue encontrada, en el límite entre las regiones Huánuco y Pasco. “Desde 1985 se conocía a esta especie pero con el nombre de la localidad donde se encontró este primer ejemplar. Sin embargo, no se tenía más información de esta ave”, comenta Franke, quien durante 30 años estuvo a cargo de la sección de aves del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Tuvo que pasar casi 40 años para que se lograra describir esta especie. Franke explica que se trata de un grupo de aves cuyas especies son muy parecidas, por lo que resulta difícil distinguirlas visualmente, es el canto lo que las diferencia.
Kenneth Rosenberg, uno de los 15 autores de la publicación, recuerda perfectamente esa expedición en la que se colectó el primer ejemplar. En un artículo publicado en la website de la American Ornithological Society, Rosenberg se acuerda de aquel viaje que el equipo tuvo que hacer en camión, a pie y en mula para llegar al bosque en Huánuco que John O’Neill —reconocido ornitólogo estadounidense que lideró investigaciones de campo en Perú— había trazado en su mapa de la expedición que haría en los Andes peruanos.
En esa expedición, además de O’Neill, Franke y Rosenberg también viajaron Tristan Davis, Gary Rosenberg y Tom Schulenberg, quienes también son autores de la última publicación.
Rosenberg describe a aquella ave encontrada hace casi 40 años como “un pájaro de aspecto muy diferente” y agrega que inmediatamente sospecharon que se trataba de una nueva especie, con coloración plateada en general, ceja ancha y blanquecina, y su ondulado corte de canela en los costados y la cola. “Este fue el más distintivo de los cinco tapaculos en nuestro transecto”, asegura.
El investigador también menciona que es difícil distinguir las diferentes especies de tapaculos y precisa que “el número de especies conocidas dentro de este género ha crecido constantemente de 10 en 1951 a 44 en 2019”. Ahora se suman otras tres especies endémicas peruanas.
Rosenberg recuerda que, en la misma década, otro equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague, entre los que estaba Jon Fjeldså, estudiaba aves en los Andes peruanos. “Entre 1987 y 1989 tuvieron encuentros similares con un tapaculo no descrito en las montañas del sur de Perú, en el Bosque Ampay en Apurímac”.
Al igual que con el espécimen encontrado en Huánuco, el tapaculo de Ampay permaneció durante décadas sin una descripción y nombre formales. Scytalopus whitneyi fue nombrada así en honor al ornitólogo Bret Whithney y su distribución abarca las regiones de Ayacucho y Apurímac.
En la década de los noventa, Krabbe y Jon Fjeldsaa propusieron que las variantes geográficas en los tapaculos andinos merecían el estatus de especie separada, y proporcionaron las primeras descripciones sobre el plumaje y la voz de las dos especies peruanas aún no descritas.
“La compleja topografía de los Andes y las numerosas laderas boscosas que cruzan valles secos han sido una fuente de especiación excepcionalmente rica”, asegura Krabbe, uno de los investigadores más renombrados de la Scytalopus.
La tercera ave endémica descrita como nueva para la ciencia fue nombrada en su honor: Scytalopus krabbei.
Krabbe ha recorrido los Andes Sudamericanos desde la década de 1970 y, según cuenta a Mongabay Latam, durante su primera visita a los Andes, entre 1978 y 979, le sorprendió su gran diversidad de aves. Incluso ha sido coautor del libro Aves Alto Andinas junto a Jon Fjeldså, curador de aves del Museo de Historia Natural de Dinamarca.
La primera vez que se tuvo registro de esta ave fue en el año 2012, durante una expedición al Santuario Nacional Cordillera de Colán, en la región Amazonas. En ese momento, Fernando Angulo, investigador del Centro de Ornitología y Biodiversidad (Corbidi) en Perú, grabó el canto de esta especie. “Esta ave no estaba en las guías y no lograba identificar su canto. Por ello, envié mi grabación a Niels Krabbe y Thomas Schulenberg, expertos en este tipo de aves”, indica el investigador.
En ese momento no se contaba con suficiente información para determinar que se trataba de una nueva especie. Sin embargo, seis años después, la grabación de Angulo fue una pieza clave para la definición de esta nueva especie.
“No es fácil ver a los tapaculos, pero los escuchas con facilidad”, explica Angulo sobre la importancia de diferenciar los sonidos para identificar a cada una de las especies. “El reto está en distinguir sus cantos. Son similares en estructura, pero con marcadas diferencias en la duración y otros detalles”, añade.
Angulo también destaca que los descubrimientos de estas tres nuevas especies endémicas para Perú aportan un valor adicional para actividades como la observación de aves. “Cualquier experto que quiera sumar estas especies a su lista de aquellas registradas debe venir a Perú. Y los tapaculos son muy buscadas por los observadores de aves porque son desafiantes, difíciles de encontrar”.
Franke agrega que el grupo de las aves en Perú es el más estudiado en cuanto a diversidad de especies. Sin embargo, aún es una tarea pendiente el estudio de la ecología de las mismas, es decir, de sus características particulares que permitan elaborar planes y tomar decisiones para su conservación.
Krabbe anuncia que se continuará con las investigaciones del Scytalopus andino y que ya están en camino nuevas publicaciones sobre este género. Recuerda, además, de manera especial el trabajo que ha hecho sobre estas especies. “Las expediciones fueron una aventura, el trabajo en museos también fue interesante y me dio la oportunidad de hacer amistad con prácticamente todos los expertos mundiales en aves andinas”.
Imagen principal: Scytalopus frankeae. Foto: Nicolas W. Mamani-Cabana.
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