Mi opinión
Buena noticia, que el gigante asiático se sume a la ola de repudio que suscita en la opinión pública internacional la cacería indiscriminada de especies en extinción, como los tigres y rinocerontes de esta nota, resulta un paso adelante para detener de una vez por todas el negocio que se esconde bajo los pliegues de la medicina tradicional que, como es sabido, demanda de los órganos y partes de animales exóticos para muchos de sus procedimientos.
Y no solo en la China, un mercado poderoso para los cazadores furtivos t traficantes que se mueven por todos lados, no, semanas atrás dimos cuenta del caso de los ciudadanos chinos condenados en Bolivia por comercializar ilegalmente colmillos de jaguar y hemos estado muy pendientes de la cacería de delfines rosados, en la amazonía peruana, para dudosos menjunjes amorosos.
En fin, a seguir chimbando por un mundo menos cruel y cuidadoso de sus criaturas emblemáticas.
China ha dado marcha atrás para legalizar el uso medicinal de productos de tigre y rinoceronte en peligro de extinción con fines “médicos”.
Este importante cambio fue gracias a las críticas que hicieron las diferentes organizaciones internacionales. Por lo que las autoridades de China han decidido dar macha atrás a una medida que, de implementarse, pondría en peligro a estos animales en peligro de extinción.
El Secretario General Adjunto del Consejo de Estado del país, Ding Xuedong, afirmó que “China no ha cambiado su posición sobre la protección de la vida salvaje. Ya que, seguirá persiguiendo el tráfico ilegal de rinocerontes, tigres y sus productos, así como otras actividades delictivas”.
“Los departamentos pertinentes del gobierno chino pronto continuarán organizando campañas especiales para combatir el comercio ilegal de rinocerontes, tigres y sus productos derivados”, agregó Ding. “Los actos ilegales serán tratados severamente”.
Además, tampoco se han encontrado pruebas de los beneficios médicos del cuerno de rinoceronte.
Cuando China autorizó el comercio de huesos de tigre y cuerno de rinoceronte suscitó fuertes críticas de las organizaciones conservacionistas. Esto es porque alertaron que podría dar alas al tráfico ilegal de unas especies ya amenazadas de por sí.
Acorde a la World Wildlife Fund (WWF), en solo un siglo el ser humano provocó la desaparición de un 97% de la población mundial de tigres. Además, es responsable de la muerte de cerca de 1,000 rinocerontes. Ya que, los cazan cada año para traficar con sus cuernos.
“Es una señal positiva que China haya escuchado y respondido a la abrumadora preocupación de la comunidad internacional”, aseguró Leigh Henry, director del grupo WWF. “Ahora es crucial que la prohibición se haga permanente y se expanda”.