Mi opinión
En materia ambiental las noticias que nos llegan desde La Pampa, en Madre de Dios, el territorio ganado por la informalidad y la minería ilegal, siguen siendo devastadoras.
Un último reporte del diario El Comercio, que recoge la información satelital generada por el proyecto MAAP a cargo de Conservación Amazónica – ACCA, indica que solo entre enero y junio de este año la actividad minera ilegal destruyó 1725 hectáreas de bosques en la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata.
Pese a ello, pese a los indicadores negativos y a la incapacidad del Estado para enfrentar un problema socio-ambiental sin precedentes en la Capital de la Biodiversidad del Perú, el trabajo de las organizaciones ambientalistas y los proyectos de desarrollo no se detienen. Conversamos en Puerto Maldonado con el biólogo Juan Loja, responsable de ACCA en Madre de Dios sobre este y otros temas.
Empecemos por la carretera Interoceánica. No hay analista de la realidad social y económica de Madre de Dios que evada ese tema. Para Conservación Amazónica-ACCA, una organización con casi veinte años de trabajo ininterrumpido en la región, ¿qué significa la carretera Interoceánica?
Lo primero que tendría que decir es que no se puede negar que el cambio sustancial en el departamento ha sido sin lugar a dudas la pavimentación de la carretera Interoceánica, una obra pública que ha traído el desarrollo para Madre de Dios con todos sus pros y sus contras. Actividades como la castañera se han visto beneficiadas rotundamente con mejores accesos a los propios castañales. Igual ha sucedido con el turismo, es evidente que los turistas aprovechan la Interoceánica para sus desplazamientos.
Es más, hay una ruta que se promociona mucho en el departamento que es el de la propia Interoceánica, turistas brasileños vienen en caravana desde su país y pasan por Madre de Dios con la intención de ver las variaciones que hay en los ecosistemas desde la selva hasta la serranía.
Entonces la carretera no es del todo mala, por supuesto que ha traído sus vicios: la facilidad de acceder a zonas donde antes no podías llegar. Apareció la Interoceánica y de inmediato aparecieron las carreteras secundarias y todo el mundo empezó a explorar sitios donde antes no se llegaba.
Y apareció también el fenómeno de La Pampa, un desarrollo urbano vinculado principalmente a la minería ilegal que no se ha podido controlar…
Sí, es justamente en ese momento cuando se inicia el boom del oro en La Pampa. En esos años -2009, tal vez 2010- estábamos terminando de negociar con Fundación Moore un proyecto que pretendía generar un corredor de conservación para ese sector de la carretera Interoceánica que integrara biológicamente el Parque Nacional del Manu, en la provincia del Manu, con la Reserva Nacional Tambopata.
El proyecto implicaba crear un gran corredor biológico en cuya conformación se incluía la Concesión para Conservación Río Los Amigos que manejamos como institución. Con ese proyecto se intentaba facilitar el paso de genes entre ambas áreas protegidas.
En ese momento ya teníamos el convencimiento de que la única fuente de fraccionamiento en este paisaje era la Carretera Interoceánica. Proponíamos como Conservación Amazónica – ACCA trabajar con los agricultores de La Pampa con el objetivo de construir los puentes necesarios para la indispensable dispersión genética. En esa zona existían concesiones forestales, bosques grandes y en buenas condiciones, que bien manejados se podían convertir en una parte importante del corredor.
¿Qué pasó?
Bueno, el proyecto se aprobó a fines del 2009, justamente el año que se produce la invasión de La Pampa.
Estamos hablando de una iniciativa muy importante a nivel regional…
Ese proyecto intentaba unir el Parque Nacional Manu con la Reserva Nacional Tambopata contribuyendo a generar la viabilidad del Corredor Vilcabamba-Amboró, un corredor biológico que compartimos con Bolivia.
El proyecto en el sector de la carretera Interoceánica proponía convertir la agricultura tradicional en estos sistemas agroforestales que nosotros hemos venido implementado todo este tiempo de manera bastante exitosa. No solamente nosotros, también otras instituciones con presencia en Madre de Dios.
Pero La Pampa sigue creciendo. La información satelital sigue diciéndonos que la deforestación crece en ese sector de la carretera Interoceánica.
La aparición de la minería en este sector, definitivamente, rompe la posibilidad de conseguir la continuidad biológica que estábamos buscando en esa zona pero el proyecto debía continuar, ya estaba aprobado. Nos vimos en la obligación de buscar nuevas alternativas. Nuestros especialistas en información geográfica hicieron los análisis necesarios y se encontraron una serie de mini corredores que es donde nosotros estamos trabajando.
¿Mini corredores? ¿pequeños espacios que garantizan la continuidad biológica entre ambos paisajes, el del Manu-Los Amigos y Tambopata-Bahuaja-Sonene?
Son mini corredores que nos permiten integrar ciertos sectores nada más, ya no pensar en un gran paisaje, sino pensar en caminos, vías que faciliten el paso de genes. Las imágenes de las cámaras trampas que hicimos el año pasado en esta zona nos confirman que a pesar de todo existe conectividad entre ambos espacios. La oportunidad de unir estos dos paisajes es única y solo se va lograr en la medida que se fortalezca este gran concepto de corredores. Ahora, estos corredores funcionarían de mejor manera si es que no existieran…
¿Interferencias?
Fraccionamientos, los llamamos los científicos. Si es que no existieran fraccionamientos en el paisaje –y una carretera genera fraccionamientos- podríamos abordar el problema de otra manera. La carretera en sí no es el problema, se puede trabajar con la gente que está en cada uno de los bordes para generar con ellos los parches de bosque que se necesitan para generar la continuidad.
¿Esto quiere decir que las especies podrían pasar sobre la carretera?
Las especies pueden cruzar la carretera, siempre y cuando se tenga un buen parche de bosque en cada lado de la vía. Pero si tienes un fenómeno como la minería ilegal que no permite generar estos parches de bosques debido a que todo se arrasa, todo se destruye sin ningún criterio, el fraccionamiento es mayor y se evita el paso de genes…
Sin embargo, nuestros especialistas han identificado estos pequeños corredores, estos pequeños sectores en todo este espacio geográfico donde sí existe un tipo de continuidad que es donde ahora estamos poniendo mucho énfasis.
Permíteme una curiosidad. ¿Quiénes son los propietarios de esos últimos espacios verdes en La Pampa?, ¿quiénes forman parte de esa resistencia ciudadana?
Tenemos el Área de Conservación Privada San Juan Bautista del señor Nemesio Barrientos, por ejemplo, que está a este lado de la carretera y al frente a un grupo de concesionarios de la Asociación de Concesionarios Forestales Maderables y no Maderables del Manu y Tambopata (ACOMAT), con Gilberto Vela a la cabeza. Los concesionarios agrupados en ACOMAT se han convertido, por su ubicación, en socios muy importantes en esta iniciativa.
¿Saben estos socios de Conservación Amazónica – ACCA el papel que están cumpliendo en la salvación de los bosques de Madre de Dios?
Sí, lo saben…
¿Y saben los mineros ilegales lo que está produciendo su accionar?
Deben saberlo, considero que sí. Muchas veces el propio Gobierno Regional de Madre de Dios ha usado nuestro argumento del corredor de conservación para exponerlo frente a la población local…
Pese a todo lo que ha venido ocurriendo en La Pampa, ¿podemos seguir hablando de corredores de conservación en la zona?
Sí, pese al desastre minero, sigue siendo un corredor de conservación. La existencia de estos micro corredores permite la continuidad genética de la que venimos hablando.
¿Cuántos micro corredores son?
Hemos identificado cuatro micro corredores, allí es donde estamos poniendo todos nuestros esfuerzos.
Microcorredores que deberían ser cuidados como oro en polvo por el Estado…
Exacto. Hay gente muy sensibilizada como Nemesio Barrientos que siguen apostando por modelos productivos coherentes. Barrientos ha logrado desarrollar en La Pampa piscigranjas, cultivos de cacao y de otros frutos y su bosque continúa en buen estado, muy bien manejado.
¿Y paradójicamente quienes compran sus productos son los pobladores de la zona minera?
Sí, es así. Eso es a lo que deberíamos llegar en algún momento, debemos lograr que el uso de los recursos naturales que hay acá sea compatible con la con servación de la naturaleza; estamos hablando pues de una minería totalmente legalizada, que trabaja con responsabilidad…
Eso me interesa precisar, ¿ustedes no están en contra de la minería per se?
El tema pasa por ordenar todas las actividades económicas que existen en la zona, la minería es una de ellas. Lo ideal sería que la minería desaparezca, pero sabemos que eso no va a pasar, se trata de una realidad que ni siquiera depende de nosotros. Minería va a existir en Madre de Dios, se trata de una actividad que ha generado gran parte del crecimiento de Puerto Maldonado y de otras localidades de la región, no creo que exista una familia en Madre de Dios que desconozca esta situación. El tema es que la minería como se ha venido realizando no es sostenible, hay que ordenar la actividad cuanto antes.
Volviendo a la zona de La Pampa, ¿el extractivismo ilegal puede cantar victoria? ¿logró apropiarse para siempre de esos bosques alguna vez prístinos?
Mira, yo creo que estamos en un momento en que las dos fuerzas están en una suerte de equilibrio de poderes por decirlo de alguna forma; tenemos a mucha gente decidida a hacer conservación y se está mostrando cierto respeto a ese tipo de iniciativas. El tema está en que este tipo de iniciativas más sostenibles no se están replicando, no están creciendo, parece que se han ido deteniendo.
Claro, me queda la impresión que los defensores de la naturaleza Nemesio Barrientos o Víctor Zambrano, en el Corredor Turístico Tambopata, son personajes atípicos, de otra época…
Puede ser, pero mira el caso de los Velásquez, una familia que se dedicaba a la minería pero que en un momento decidió poner un parador turístico con apoyo nuestro y tienen ahora una concesión de reforestación y conservación. Han formado una asociación y ahorita están en el proceso de adecuación de estas concesiones.
Se han alejado de la minería porque se dan cuenta que son jóvenes y han visto que la minería trae muchos problemas, que pueden ser interdictados en cualquier momento y toda la inversión que hicieron se pierde; entonces decidieron entrar en una actividad mucho más tranquila y sostenible y se empiezan a dedicar al turismo en este parador turístico. Esa nueva sangre se está sumando a los Barrientos a los Zambrano. Y así como ellos, varias otras familias con las que estamos trabajando actualmente.
No diría que estamos derrotados, para nada, seguimos en la lucha.
22/9/2018
https://soloparaviajeros.pe/invitado/te-buscan-para-matarte-victor-zambrano-el-ambientalista-premiado-por-national-geographic-que-vive-bajo-amenaza-en-peru/