Solo Para Viajeros

Por el malecón del Chaco, Paracas

La señora que atiende en uno de los restaurantes más concurridos del malecón del Chaco, en Paracas, se ha quedado sorprendida con la vitalidad que muestran los atletas que acaban de regresar del desierto después de haberlo recorrido durante seis días y 243 kilómetros.

Yo también.

Los miro mientras apuro las notas de mi reporte para Caretas. Se les ve felices distendidos, han pedido una fuente de ceviches y una cervecitas de reglamento. Logro identificar a Roció Carrión, tercera en la categoría damas, la maratonista que no hace mucho, un par de años quizás, se desbarrancó en el sur de Lima y casi pierde la vida.

Ríe, abraza a unos corredores franceses que, bañaditos y orondos, le dan una primera vuelta a la caleta de pescadores que muestra el día de hoy  sus mejores bríos. Son las dos de la tarde y todos deben apurarse para la ceremonia de cierre del certamen deportivo. Dicen que el viceministro del sector está ilusionadísimo con la carrera y con la cobertura periodística que se le ha dado en medios tan sólidos como CNN, Euronews, France Presse y Reuters, los escucho comentar. En Paracas todos hemos empezado a soñar con la segunda edición de la fiesta de las arenas peruanas.

En la mesa contigua, Renee Romero, la soldado del ejército peruano, sorprendentemente quinta en su categoría, conversa con su recién estrenado novio ante la atenta mirada de sus padres que llegaron como pudieron hasta La Catedral para solazarse con sus éxitos. El novio, no lo vi, me lo han contado, la recibió en la meta con anillo de compromiso en mano y promesas públicas de amor eterno. Los franceses de la organización se quedaron lelos.

 

La señora del restaurante está muy contenta. Saca cuentas. El fin de semana pasado el bolondrón que supuso el CADE le llenó las arcas. Y a mediados de noviembre le había ido muy bien con el crucero lleno de turistas con ganas de probar ceviche y los demás menjunjes de la gastronomía peruana que acoderó en el cercano puerto de San Martín. Y ahora los más de trescientos visitantes –entre atletas, miembros del staff, periodistas- que llegaron por la Maratón des Sables  y se quedarán un día entero para descansar y hacer turismo.

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Le voy dando detalles de la carrera, para ella una novedad, no sabía nada de la competición. Me corresponde dándome unos datos que anoto: los cruceristas no pudieron usar los baños que el estado construyó hace poquito nomás precisamente para atender a los visitantes –que pagan, hay que mencionarlo,  religiosamente un boleto por ingresar al área protegida. A alguien se le olvidó la llave, simplemente. No hubo servicios higiénicos en ninguno de los puntos turísticos que visitaron en la Reserva Nacional de Paracas.

 

Me cuenta que el chofer del bus que los transportó por Paracas improvisó un meadero con toallas y no sé con qué más. De Ripley. Los turistas se quejaron de lo lindo.

 

Tomo conciencia en ese momento que durante toda la mañana, mientras esperaba a los corredores en La Catedral –así se llama el mirador donde antes se podía apreciar la formación pétrea que destruyó el terremoto del 2007- no vi presencia alguna del SERNANP. Y tampoco baños. Y éramos, entre corredores, periodistas, familiares y curiosos, más de quinientas persona.

Todo lindo, seño, le digo, pero mientras no nos pongamos de verdad las pilas, vamos a borrar con la mano izquierda lo que estamos escribiendo con la derecha.

Me hubiera encantado ver en el cierre del evento, en el medio del desierto. a los responsables del municipio de Paracas, a la gente del SERNANP, a las autoridades del Gobierno Regional, a los mandamases del Instituto Peruano del Deporte; de pronto a los congresistas de Ica o a los miembros de la comisión de turismo del propio parlamento. En fin, como se dice entre periodistas, a las fuerzas vivas de una región que podría vivir del turismo. Solo me percaté de la presencia de los amigos de Prom Perú y el Mincetur.

En fin, de repente estoy pidiendo mucho… pero ya que no van porque tienen una agenda laboral muy recargada –recuerdo que el evento que fui a cubrir se llevó a cabo un lunes cualquiera- por lo menos que  se tomen el trabajo de habilitar los baños. Eso sería un primer paso.

Buen viaje…