Dos periodistas muy experimentados, Guillermo Reaño y Gabriel Herrera, los directores del Grupo Viajeros, se pusieron al hombro la tarea de retratar la vida de los guardaparques peruanos, los guardianes silenciosos de las 77 áreas naturales protegidas que se han establecido en nuestro país desde la creación del Parque Nacional Cutervo, en 1961, el primer territorio del mapa nacional bajo protección estricta por el Estado.
Para ello visitaron a lo largo de todo un año más de sesenta puestos de vigilancia en veinte áreas naturales protegidas del sistema nacional dispersas en un arco geográfico que se prolongó desde Tumbes, donde se encuentra el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, hasta el Parque Nacional Bahuaja Sonene, en la frontera con Bolivia.
El objetivo planteado en lo que convinieron en llamar el Proyecto Guardianes no fue otro que conocer al detalle el trabajo de los casi 900 servidores públicos que cuidan el patrimonio natural y cultural de los peruanos precisamente en el año en que se discutía en el Congreso de la República la Ley del Cuerpo de Guardaparques del Perú, el marco legal, felizmente aprobado, que ordena por primera vez la labor de estos héroes de la conservación.
Fruto de esta introspección por el corazón de nuestras áreas naturales protegidas, un territorio que en su conjunto es cuatro veces más grande que Costa Rica, es el libro que con el sugerente título de “Guardianes, crónica de guardaparques en el Perú” presentan en estos días.
Se trata, como explican sus autores en la introducción de la memoria viva que han elaborado con parte del abundante material recogido, de testimoniar el legado de un grupo numeroso de peruanos y peruanas de distintas clases sociales, razas e idiosincrasias que diariamente cuidan el patrimonio que el Estado ha puesto en sus manos y que, por cierto, podría perderse debido al desconocimiento ciudadano sobre la importancia que tienen y la acción de los actividades ilegales, entre estas la la minería aurífera y el tráfico de madera, que insisten en invadir los linderos de las áreas bajo protección.

Un homenaje a los defensores de la tierra
“Este libro es para ellos, ha comentado el Ing. José Carlos Nieto Navarrete, jefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado – SERNANP, la dependencia del Ministerio del Ambiente que se ocupa de gestionar las diferentes áreas bajo protección, y nace del deseo profundo de rendir homenaje a esos hombres y mujeres que, muchas veces en silencio, con botas empolvadas y mirada firme, custodian el alma verde de nuestro país. Ser guardaparque no es un trabajo de escritorio ni un título que se lleva en la solapa: es una vocación que exige cuerpo, corazón y convicción”.
Guillermo Reaño, un comunicador y educador ambiental con más de treinta años recorriendo el Perú, fue el encargado de elaborar las semblanzas de un grupo representativo de los guardaparques con los que convivieron en cada uno de los puestos de control y vigilancia que visitaron, algunos en lo más alto de la cordillera andina, otros en el implacable desierto de Ica o en la selva absolutamente virgen del Manu; mientras que Gabriel Herrera, fotógrafo de naturaleza y editor de más de trescientas publicaciones especializadas, fue el responsable de recoger los testimonios audiovisuales de los guardaparques oficiales y voluntarios en cada una de las áreas naturales protegidas que recorrieron así como de fotografiar las bellezas de sus paisajes y su extrema diversidad biológica.
“Ha sido un viaje por las entrañas de un país megadiverso, señala Herrera, lo que hemos visto y sentido no tiene punto de comparación: en los puestos del Sernanp conviven compatriotas de todas las sangres trabajando en equipo y cumpliendo sus funciones con pasión y mucha mística”.
Más info en Los guardianes del Perú natural en tiempos de la COVID-19, un artículo de Enrique Ortiz

Un legado que no se debe perder
Desde la creación del primer cuerpo de guardaparques en Pampa Galeras, Ayacucho, en el verano de 1965, como lo ha señalado Marc Dourojeanni, patriarca de la conservación de la naturaleza peruana en el prólogo del libro, el espíritu de cuerpo y el sentido de pertenencia a una institución del Estado encargada de salvaguardar el patrimonio natural del Perú ha sido un elemento distintivo y diferenciador del cuerpo de guardaparques de nuestro país, un grupo humano variopinto que durante sesenta años viene dignificando la labor del servidor público y cuidando con ahínco los tesoros de nuestro medio ambiente y la cultura peruana.
“Queremos que ese legado se perennice y que todos los peruanos reconozcan y premien la labor de los guardaparques”, comentan al unísono los autores de una publicación pionera en su género dedicada en exclusivo a retratar la gesta de estos héroes sin capa.
El libro profusamente ilustrado con fotografías de nuestros guardianes y los entornos tan particulares donde cumplen funciones, como se ha señalado, le permite al lector internarse en el corazón de un grupo significativo de los parques nacionales, santuarios históricos, refugios de vida silvestre, reservas nacionales y otras categorías de protección del sólido y muy apreciado sistema nacional de áreas naturales protegidas. Por sus páginas desfilan las imágenes del Bosque de Huayllay, en Pasco; la ensenada de San Fernando, en Ica; la selva de los espejos de Pacaya Samiria, en Loreto; los bosques del Manu y Tambopata, en Cusco y Madre de Dios, así como los Cerros de Amotape, Machu Picchu y otras joyas de nuestro patrimonio cultural.

“Hemos incluido en la edición que presentamos un listado de códigos QR que le permiten al lector acceder al material audiovisual que fuimos elaborando a medida que transcurrían nuestros viajes por el Perú natural”, concluyen los autores de este trabajo.
El Proyecto Guardianes, una iniciativa del Grupo Viajero, fue posible gracias al apoyo decidido del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado – SERNANP y el valioso concurso de un grupo de organizaciones públicas y privadas de nuestro país que velan permanentemente por el cuidado y apropiada gestión del patrimonio natural del Perú.

protegidas de nuestro país se encuentra en buen estado de conservación. Foto Gabriel Herrera / Viajeros.
✓ La Ley N° 31991, Ley del Cuerpo de Guardaparques del Perú, recientemente aprobada, les otorga a los guardianes del patrimonio natural y cultural de nuestro país beneficios que incluyen aumentos salariales y reconocimiento por su labor en zonas agrestes.
✓ Con su implementación, los guardaparques del SERNANP recibirán un salario más competitivo y 14 gratificaciones anuales además de un seguro médico privado (EPS), un seguro complementario de riesgo por accidentes de trabajo y un seguro de vida que garantiza su protección ante eventualidades.
✓ Asimismo, los guardaparques que trabajen en áreas de alto riesgo o zonas de frontera recibirán una asignación del 35% de su remuneración neta mensual.
✓ Instituciones de Derechos Humanos en el Perú han reportado un total de 20 líderes indígenas, guardaparques y promotores ambientales asesinados desde el inicio de la pandemia en 2020.