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APAGAR EL FUEGO PARA EVITAR MÁS BAGUAZOS

Durante los días de mi estancia última en el bajo Huallaga el tema del Convenio 169 que reconoce desde hace veinte años el derecho que tienen los pueblos indígenas sobre la titularidad de sus tierras ancestrales fue el que se tocó con más insistencia en las reuniones con los apus y dirigentes comunales.

Tanto en las comunidades nativas Túpac Amaru como en la de Ancashyacu de Achinamisa, los líderes kewchas y las personas con las que logré entrevistarme mostraron en todo momento su disconformidad con la lentitud del Estado en reconocer el derecho que les asiste sobre la titularidad de las tierras comunales que aún no han sido legalmente reconocidas o dar solución a reclamos que intentan poner fin a decisiones que el gobierno regional, a quien acusan de haberlos engañado para favorecer intereses contrarios al de los pueblos nativos de la región San Martín, tomó al establecer en el 2005 el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera.

Para los indígenas kewchas de la Federación de Pueblos Indígenas Kewchas del Bajo Huallaga de San Martín (FEPIKBHSAM) la creación del area de conservación supuso el despojo de tierras que durante cientos de años venían utilizando para subsistir y que ellos, al menos eso es lo que dicen, cuidaban mejor que nadie. En otras palabras, el establecimiento del ACR Cordillera Escalera no tomó en cuenta los derechos de posesión que les correspondía como propietarios históricos sobre esos bosques y cursos de agua; derechos que son reconocidos por el Convenio 169 que como es sabido obligan al Estado peruano a cumplir.

La situación es complicada, muy tensa, los líderes de la comunidad kewcha de San Martín se han declarado en pie de lucha, por no decir de guerra y han decidido encabezar una marcha a Tarapoto este 5 de junio –aniversario del tristemente célebre Baguazo- para exigir soluciones. Refieren que los nativos awajún y shawis los apoyan y que pronto se sumarán a las medidas de lucha que se van a determinar en futuras asambleas. ¿Estarán enteradas las autoridades del gobierno nacional de este malestar a punto de convertirse en un problema de proporciones?, ¿Habrá empezado la Defensoría del Pueblo a tramitar el malestar de los pueblos kewchas convencidos como están del despojo al que fueron sometidos?. ¿El Vice Ministerio de Interculturalidad habrá tomado nota de la problemática indígena en el Bajo Huallaga, una zona hasta muy poco tiempo sometida a la violencia del narcotráfico y la subversión?

Es necesario, urgente, constituir una mesa de trabajo multisectorial y tomar el toro por las astas. El sistema nacional de áreas protegidas que el Perú ha sabido crear es uno de los más sólidos de la región. Me ufano en todas partes de haber participado, ya que hablamos de San Martín, en el proceso de establecimiento del Área de Conservación Regional Cordillera Escalera, un modelo exitoso de protección y recuperación de las cabeceras de cuenca donde se produce el agua que se consume en las ciudades de Tarapoto y Lamas. Sin embargo, como todo, la conflictividad, si es que se sustenta en realidades o percepciones que se deben revisar, exige la puesta en marcha de soluciones alternativas y diálogo a todo nivel.

Los pueblos de la Amazonía peruana sufren postergaciones históricas que todos reconocen. Sus hombres y mujeres, muchas veces desinformados y sujetos a la manipulación de politicastros y grupos de interés, necesitan que el Estado se constituya en sus territorios para empezar a caminar de otra manera. No hay otra fórmula, la que se ha venido utilizando, la de las mecidas, engaños y autoritarismos, no sirve para nada. Solo atizan el fuego de una fogata que debemos apagar de una vez.

03/5/2015