Mi opinión
Anna Cartagena, del equipo de Viajeros, estuvo de paso por San Luis de Maranhao, en el nordeste de Brasil , una ciudad moderna, salpicada de tradición y mucha historia. Una ciudad próxima al trópico, mestiza, antigua, patrimonio cultural de la Humanidad cuyos habitantes bailan y festejan a sus santos y otras representaciones paganas. Este es el primer relato suyo sobre un estado del gigante con el que mantenemos tan buenas relaciones y se viene constituyendo en destino predilecto de los peruanos.
Es junio y las calles de San Luis se llenan de color. Es tiempo de celebrar a San Antonio, San Juan, San Pedro y San Marcelo. La fiesta más importante, sin duda, es la de San Juan (São João) en la que se unen en un mosaico colorido y musical, lo profano de la manifestación popular con lo sagrado y las costumbres traídas desde Portugal hace siglos.
En San Juan se baila al ritmo del bumba meu boi, patrimonio cultural de Brasil, culto popular de origen europeo que al llegar a estas tierras se mezcló con creencias y ritmos africanos, y que marca el ritmo de la fiesta que se prolonga por 18 días.
São João Bumba Meu Boi
Plazas, calles y mercados están adornados con cadenetas coloridas y poco a poco van llegando gentes de todos lados. Son más de 1500 danzas y cientos de bailarines que toman los “arraiales” –el Arraial Da Praça Maria Aragão, es el más importante -, y lugares públicos, que son el punto de encuentro para bailar y festejar al ritmo del tambor y las matracas, con tanta fuerza y sabor que nadie puede permanecer ajeno a la fiesta.
Pero, como no solo de fiesta vive el hombre, debemos darnos la oportunidad de conocer un poco más de San Luis de Maranhao.
Las calles de San Luis se adornan para la ocasión.
San Luis, patrimonio cultural
San Luis, capital del Estado de Maranhao, al nordeste de Brasil, muy pero muy cerca de la línea ecuatorial, es la puerta de entrada a una región de naturaleza exuberante, riqueza arquitectónica y de manifestaciones culturales producto de la mezcla de raíces indígenas, negras y europeas, que le dan a esta región un carácter fuerte, orgulloso, alegre, único, que perdura en el tiempo.
Esta región, antes de la llegada de los europeos, era el hogar de los indígenas tupinambá. Su posición estratégica frente al Atlántico y como puerta de entrada al nuevo mundo hizo de ella una región codiciada por franceses, portugueses y holandeses. Fueron los franceses los primeros europeos en llegar aquí (1612) y levantaron un fuerte en honor al rey de Francia Luis XIII, de ahí el nombre de San Luis.
El centro histórico de San Luis fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en1997.
Pocos años después los portugueses expulsan a los franceses y le dan a la región un carácter cosmopolita, con una economía que creció basada en la exportación de caña de azúcar, cacao, tabaco y luego algodón, y que la convirtió en una de las ciudades más importantes y populosas de estos reinos.
La producción y exportación de algodón a Inglaterra le dio a la ciudad nuevos bríos y con la llegada de los europeos, principalmente religiosos y comprometidos con la educación y el desarrollo, se dio inicio al desarrollo de la ciudad y se levantaron lujosas casas revestidas de azulejos, muchas de las cuales han sido refaccionadas y puestas en valor, razón que le ha valido para ser nombrada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Caminar por las calles del San Luis nos transporta en el tiempo. Su centro histórico alberga una riqueza cultural y arquitectónica sin igual. Posee más de 3500 edificios que datan del siglo XVIII en adelante y que muestran orgullosos su legado europeo con casonas recubiertas de azulejos traídos, en su mayoría, desde Portugal, aunque también los hay de Francia y Alemania, cuya costumbre responde a una cuestión bastante práctica: el aislamiento del calor y la lluvia.
La ciudad monumental resume tradición, cultura e historia.
El recorrido por el centro histórico empieza en el Palacio de los Leones, donde ahora funciona la gobernación de San Luis; la catedral de la plaza de Sé; la iglesia del Carmen, una de las más antiguas de la ciudad; el teatro Arthur Azevedo; el mercado, y más, mucho más. En cada esquina nos topamos con una historia nueva y fascinante.
Una ciudad, muchas culturas
La moderna San Luis convive en armonía con su centro histórico. Esta es una de las ciudades de Brasil que más ha crecido en los últimos años gracias a su comercio e industria: aquí llega en tren el gas y los minerales de la Amazonía y sale, también en tren, soya rumbo a los estados vecinos.
San Luis también es una ciudad moderna y progresista.
En San Luis, dicen los entendidos, se habla el mejor portugués de Brasil, tal vez porque esta ha sido y es la cuna de muchos escritores, poetas y pensadores, por lo que es conocida como la Atenas brasileña. También se le conoce como Jamaica brasileña debido a la producción y a la cantidad de adeptos a la música reggae. Y qué mejor que bailar reggae en las playas que bañan sus costas. La Avenida Litoránea nos conduce a sus playas calmas y de extensas orillas como San Marcos, Calhau, Ponta D’Areia, Playa del Medio, Aragaci, entre otras, ideales para practicar kitesurf y bañarse cuando el sol cae.
Palacio de los Leones de San Luis
Datos
Clima: Cálido, la temperatura oscila entre 30°C y 37°C. Solo hay dos estaciones: seca, de junio a diciembre, y lluviosa, de enero a junio.
Gastronomía: Es deliciosa y abundante. El camarón es la estrella del lugar. Hay pescado y carne en todas sus formas.
Ruta desde Lima: Lima – Sao Paulo- San Luis
Lima – Montevideo- Sao Paulo – San Luis
Lima – Buenos Aires – Sao Paulo – San Luis