Mi opinión
Kion, peruvian chinese
Triunfo 370, Cusco, Perú
Telf. 5184431862
www.cuscorestaurants.com
Chef Henry Bedón
“Energía, pasión y adrenalina, elementos básicos para la creación de nuevos platos orientales con sabores peruanos”
https://www.tripadvisor.com.pe/Restaurant_Review-g294314-d8764766-Reviews-KION_Peruvian_Chinese-Cusco_Cusco_Region.html
No me quedó más remedio que detener el auto en Urcos para llamar por teléfono al Cusco y separar mesa en el Kion, peruvian chinese de la calle Triunfo. Retornaba de Quehue, en la provincia de Canas, un domingo de junio y las ganas de comer rico, con pausa, repasando las imágenes del tejido colectivo del puente de ichu de Q’eswachaca que acabábamos de espectar, me estaban volviendo loco.
A duras penas, es una exageración, llegamos al centro del Cusco y en unos cuantos pasos ya estábamos sentaditos en una mesa del agradable local del restaurante fusión chino-peruana con más prosapia de la capital arqueológica de América. Había llegado el momento de excitar al máximo papilas gustativas y todo lo demás.
Walter optó por el clásico tallarín saltado de pollo; Anna eligió un plato de arroz chaufa y yo el imbatible Taypá, ese combinado de carnes que alborota los sentidos que suelo pedir cada vez que recalo en el mítico chifa Unión de Barranco.
Sencillo, ¿no?.
No. Anthony, el mozo que nos atendió casi al borde del cierre del servicio de cocina, se empeñó en complicar las cosas. En una nos indujo al pecado de la gula para iniciar la carga sobre los bocaditos Dim Sum que Henry Bedón, el chef del Kion, ofrece a sus parroquianos. La combinación es perfecta: Ja Kao, bollitos de harina de arroz rellenos con langostinos y espárragos al vapor; Siu Mai, relleno con cerdo, pollo, hongos y también langostinos y Siu Kao, revoltijo de lo mismo pero con nuevos matices y verduras chinas. Primer round.
El arroz chaufa del Kion se presta para el vicio (y eso que sobre los tres mil metros la cocción del arroz es un enigma que muy pocos descifran). Aproveché su buena estampa para combinarlo con un plato que me hacía señas desde el impreso: Costillas con salsa Kintou, asadas se entiende, bañadas en salsa BBQ al mejor estilo de la casa. Realmente una maravilla, un deleite para el paladar. Segundo round cumplido.
Pausa mientras apuramos una Cusqueña, chica por cierto, y al polo antes de meterle diente al tallarín saltado con trozos de pollo, Choi san, frejolito chino, salsa Kion y todo los demás elementos que ha sabido perpetuar este plato de bandera de la cocina fusión de nuestros pagos.
Continúo. El taypá estuvo magnífico, debo decirlo, en su punto y bien engalanado por los trozos de pato asado y pollo, huevos de codorniz bien cocidos y la cuota necesaria de langostinos, champiñones y demás delicias.
Ya para entonces los recuerdos de los comuneros de Quehue tejiendo el puente sobre el rio Apurímac que sus padres y sus abuelos, todos sus ancestros, construyeron en su momento, se había grabado para siempre en nuestras frágiles memorias. Tercer round y último, misión cumplida.
Solo restaba despedirse de los alarifes de esta cocina tan cusqueña y a la vez cosmopolita que no se debe dejar de frecuentar si llegó al Cusco en busca de sensaciones nuevas y sutilezas.Kion, peruvian chinese bien vale el esfuerzo. Antes de irme de sus espaciosos salones, me tomé el trabajo de apuntar en mi cuaderno de campo los platillos de mi próxima incursión culinaria: yacón encurtido –qué bien suena-, caldo de pato, Aeropuerto (chaufa y fideos en oportuno maridaje con su tortilla de langostinos bien montada) y para terminar el banquete: un solemne Pa Chi Yu (trucha al vapor con hongos chinos y espinacas). Salud. Pronto retorno.
12 de junio de 2016