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Mi opinión

En Miraflores la comida amazónica tiene un nombre: La Patarashkita, la fondita gourmet que los Reátegui García, celebrities de la buena mesa regional, han inaugurado en el cruce de Balboa con Reducto. Otrosí digo: La cocina que nació con La Patarashca de Tarapoto, 25 años casi de inigualable sabor amazónico, resulta el mejor gabinete de Melquiades que existe para quien desea convertirse en brujo.


A la una y media de la tarde Mercado 28 es un hervidero. Los limeños en pleno pareciera haberse puesto de acuerdo para llenar de colorido y buena nota uno de los patios de comida más celebrados de una ciudad que expele arte culinario por todas partes.

En Miraflores la comida amazónica tiene un nombre: La Patarashkita, la fondita gourmet que los Reátegui García, celebrities de la buena mesa regional, han inaugurado en el cruce de Balboa con Reducto. En ese segundo piso donde los aromas se entremezclan y la felicidad -gastronómica- conmociona a sus parroquianos, los hijos de doña Elia García y César Reátegui, embajadora de la comida amazónica y explorador de las selvas más recónditas, respectivamente, están creando historia.

Con todas las ganas del mundo fui a conocer los pagos de Emil y Cindy, los Reátegui en Lima, herederos de una tradición culinaria cuyos orígenes se remontan a Lamas y a otros rincones del incontrastable departamento de San Martín.

En Mercado 28 se puede disfrutar buena comida, descubrir nuevos ambientes y, de ‘yapa’, disfrutar historias que enriquecerán cada plato.

La mano fabulosa de doña Elia

Katia, limeña mazamorrera y magnífica anfitriona, atiende con esmero a los comensales que empiezan a llegar a La Patarashkita tras la bien ganada fama de doña Elia y sus hijos.

Con unas láminas que se tomó el tiempo de bajar de internet la muchacha les va explicando a los que llegan a su puesto en Mercado 28 los detalles, los componentes, de un menú de nombres extraños: Elvis charapa, Canguita de paiche, Paiche a la crema de cocona con farofa y madurito, Juane de gallina

“Nuestros clientes vienen de todas partes: por aquí pasan peruanos, colombianos, venezolanos, me va contando, hace unos días unos cubanos. Hay una señora de Francia que viene a cada rato, ahorita llega ya vas a ver…”

Detrás de los dos señores que han optado por el tradicional Mixto de cecina y chorizo con tacacho, una peruana de vuelta al terruño y su amiga italiana esperan con paciencia su turno para hacer su pedido.

Yo, visitante asiduo del reino de doña Elia en Tarapoto, voy a lo seguro, prepárense:

Primer platillo: Canastitas de Doña Eli, un delicado bouquet de platanitos laminados como para repostería y crocantes en exceso que guardan en su interior una explosión de sabores amazónico: cecina en trocitos en maridaje perfecto con una salsa chalaca matizada con cocona. El agridulce de la cocona convierte a la chalaquita en un adorno culinario de los dioses.  Doña Eli es una maestra… ese plato es de campeonato.

Segundo plato: Ceviche de paiche con su yuquita más. En su punto: el rey de las cochas y ríos de la selva servido en dados de buen tamaño y una leche de tigre que para el caso podría ser de otorongo: limón fresco, ají dulce, ají charapita, la infaltable cocona y, tápense los oídos los puristas, su dotación de sachaculantro. Buenazo, como antaño.

Tercer plato: Costillas ahumadas en miel de cacao o, como se debería decir,  costillitas en su punto con mucílago de cacao. Un entremés potente, el mucílago de cacao, invento reciente de los cocineros de Tarapoto y el Alto Mayo, resulta perfecto para el BBQ por su saborcito a cítricos y a chancaca. Otro placer gustativo del cofre de dona Elia García de Reátegui.

Cuarto platillo, digamos que un acomodativo para seguir en la batalla: Ensalada Tarapoto: un potpurrí de productos del oriente que tiene entre sus invitados al palmito o chonta, la piña confitada, la nuez de majambo –otra delicia- y la cecina crocante. Aliñado con harto aceite de sacha inchi y limón rugoso.  Como en Tarapoto y hasta mejor (con el perdón de los tarapotinos de acullá).

Quinto plato, el del exceso: Brochetas de paiche. Un levanta muerto de los buenos, el ají negro y la textura del pez mitológico se complementan a las maravillas.

(Entre plato y  plato deléitese con los sabores de los refrescos amazónicos: camu camu, maracuyá, uva regional y/o cocona)

!Qué bravos¡

Posdata: La cocina que nació con La Patarashca de Tarapoto, 25 años casi de inigualable sabor amazónico,  resulta el mejor gabinete de Melquiades que existe en el Perú para quien desea convertirse en brujo. Ese camino lo ha iniciado Gino Cárdenas, el chef graduado en las aulas del instituto San Ignacio, encargado en convertir en delicias, al pie del mar Pacífico, los inventos culinarios de doña Eli. Tres amables panas y Katia, la chica que no conocía ni por asomo las complejidades de la comida de la selva, completan el equipo de La Patarashkita de Miraflores.  

Como apropiado telón de fondo por tanto: el ánimo lujurioso y el buen gusto de cientos de comensales que han convertido a Mercado 28 en la mejor barra de comidas y magnífico estar de Lima y alrededores.

La Patarashkita
En Mercado 28
Av. Vasco Núñez de Balboa 755, Miraflores

Lunes a domingo de 8:00 am a 11:00 pm (los jueves, viernes y sábados hasta la 01:00 am)
Facebook: @lapatarashkita

Ficha técnica: Lo mejor de la magia de los Reátegui-García de Tarapoto, amazónicos ciento por ciento, en un campechano rincón miraflorino: paiche, cecina, tacachos, juanes, maduros, chonta, mucílago de cacap, canastitas de patacones rellenas de chalaquita de cecina y ceviche de coco para los vegetarianos y veganos.  En las noches, comida fusión para todo tipo tertuliano: paiche nikkei, salteado de cecina, costillitas de paiche, ceviche de paiche. En el día y en la noche cerveza San Juan y también Llama Llullo, whisky amazónico.

 

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