Mi opinión
El texto que les estoy pasando fue publicado en diciembre último en la revista Somos de Lima; su autora, la periodista Tatiana Palla. Lo he leído mil veces y suelo citarlo cuando hablo de Apu, el perro sin pelo del Perú que vive conmigo en San Bartolo, un municipio limeño donde la variedad canina resistió los tiempos en que sus individuos eran vistos como perros sarnosos, como perros de pescadores. Larga vida a la especie bandera de los peruanos.
La primera vez que Claudia Gálvez logró una camada de perros sin pelo del Perú (PSPP) en casa, hace 15 años, no pudo explicarse cómo entre esas bolsitas calientes, ciegas y calatas, había un cachorro con pelo que crecía sin parar y amenazaba con acabarse toda la leche de sus hermanos. “Yo no sabía por qué me había salido un perro con pelo. La perra no se había escapado de la casa. Los dos papás eran calatos. Solo asumimos que era un remanente del mestizaje de sus abuelos y lo tomamos como vino”, recuerda.
La sorpresa de Gálvez ante la cría peluda sigue repitiéndose, seguramente, con criadores primerizos del perro sin pelo del Perú. La razón es obvia: el silencio y el desinterés con los que se trató durante años a la variedad con pelo de esta raza la convirtieron en un fantasma, una curiosidad inexplicable para los novatos y una pesadilla para los criadores de larga data que no entendían por qué seguían naciendo “perros chuscos” en sus camadas si solo se dedicaban a cruzar calatos con calatos.
Rechazados al nacer
Aunque no es una regla inflexible, cada camada de perro sin pelo del Perú, puede tener uno o dos cachorros con pelo. “Por lo general, hasta un tercio puede salir con pelo”, aclara Ermanno Maniero, cinólogo (especialista en perros) profesional y artífice del reconocimiento oficial del perro sin pelo del Perú como raza ante la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1985.
Lamentablemente, cada perro peludo que nacía era, a ojos de ciertos criadores, un enemigo de la camada. La razón: es el más fuerte de los recién nacidos, duplica su tamaño en siete días (a diferencia de los calatos, que demoran tres semanas) y se toma toda la leche de los hermanos. Ni qué decir respecto a que no se podía ofrecer como perro calato: pocos lo comprenderían. Valorado por su apariencia, el cachorro peludo estaba en desventaja. “Para nosotros era dificilísimo encontrar hogar a un cachorro con pelo; nadie los quería. La gente no “paga” por un peludo, quiere los beneficios de los “no pelo”, explica Gálvez. Mientras iba repartiendo sus primeros calatos con pelo entre familiares y amigos, una duda asaltaba; ¿qué hacían los criadores con sus cachorros? La respuesta fue desalentadora. “Fuimos preguntando a otras personas. Algunos criadores “serios” los ahogaban al nacer porque los consideraban sin valor. Así de cruel como lo lee.
Es por eso que Gálvez, promotora de la Asociación Amigos de los Perros con Pelo del Perú, ha iniciado desde hace casi cuatro años una cruzada para hacer que el hermano peludo de nuestro perro de bandera deje de ser el cachorro no deseado de la camada. Desde el 2012 organiza el premio especial El Peludo del Año (con la suculenta presea de una bolsa de 15 kilos de comida para el can ganador), dentro de los concursos que hace con su grupo de aficionados a la raza en parques públicos de Lima. Anuncia que para el 2016, su famoso Calatario (calendario de perros calatos) estará dedicado a la variante con pelo de la raza. La lucha de diversos criadores para que el peludo fuera reconocido vio sus frutos a mediados del 2013, año en el Maniero hizo oficial la inscripción de la variedad con pelo ante la FCI. Ahora, el perro sin pelo del Perú variedad con pelo podría participar en concursos caninos oficiales y también ser orgulloso progenitor de camadas campeonas.
Cuestión de genética
Desde el 2008 se sabe que la apariencia de los calatos peruanos se debe a la presencia de Foxi3, un gen que impide que las proteínas encargadas de forjar el pelo lleguen a su destino. El gen también hace que los perros tengan las uñas quebradizas y presenten la dentadura incompleta. Los perros que nacen sin pelo son los que manifiestan este gen y son los heterocigotos de la camada (para quien recuerde sus clases de biología de la secundaria). Los perros variedad con pelo no manifiestan el gen, pero son capaces de tener crías sin pelo si se les junta con un calato. Y los cachorros homocigotos que manifiestan doblemente este gen Foxi3 mueren por lo general en el mismo vientre de la madre o nacen con severas malformaciones como falta de boca, extremidades o cerebro. El gen Foxi3es, en realidad, un gen mortal.
Más allá de la bárbara costumbre de ciertos criadores inescrupulosos de discriminar y eliminar a las crías que no les resultaban comerciales, el perro sin pelo variedad con pelo necesita vivir para asegurar la subsistencia de la raza. Es irónico enterarse que, a la luz de la genética, estos criadores han estado deshaciéndose sistemáticamente del mejor cachorro de la camada. “Si solo cruzas calato con calato, estás cruzando mutante con mutante. Cada cierto tiempo debes cruzar a los perros sin pelo con uno con pelo. Puedes tener hasta dos o tres generaciones de cruces de perros sin pelo, pero luego debes cruzar uno con pelo. Si no, aparecen perros con solo dos o tres dientes, enfermos o deformes”, advierte la criadora Clelia Lercari. Junto con su prima Marisa La Rosa, llevan adelante el criadero Huatun Tupaq, responsable de algunos de los perros sin pelo del Perú más premiados de los últimos años. Lercari, que se inició hace siete años en la crianza rescatando perritos cobrizos que iban a ser sacrificados en el norte, ahora está dedicada a lograr los perros variedad con pelo ideal. Su perra Eva es la primera campeona nacional de la variedad con pelo.
“El verdadero perro peruano es el perro con pelo. El perro sin pelo es la versión mutante, no hay que olvidarlo”, destaca Lercari. “Si se hacen cinco o seis cruces consecutivos de perros sin pelo, comienzan a salirte fenómenos, pero no se decía nada”, relata. La imposibilidad de registrar oficialmente nuevos perros sin pelo que fueran hijos de una madre o perro peludo estaba afectando la población local, que presentaba cada vez más perros débiles por camada. “Se sabía que nacían perros con pelo pero, la verdad, no se les daba importancia. Estábamos concentrados en desarrollar la otra variante”, explica Maniero sobre la tardía incorporación de la variante con pelo al estándar oficial de la raza. “Todos los perros en el Perú estaban quedándose sin dientes. Formalizar al perro con pelo fue imprescindible para que el perro sin pelo del Perú no desaparezca. Iban a seguir naciendo calatos pero no iban a ser fuertes”, advierte Lercari.
Un perro en busca de popularidad
Los peludos no solo quieren ser el comodín genético de sus famosos hermanos calatos, sino que están en busca de fama propia. Aunque colocarlos en hogares como perros de raza aún es difícil, no hay que olvidar la historia de sus hermano, que pasó de ser el perro feo y carachoso de la esquina a orgullo nacional. “Aunque aún es difícil que te crean cuando les dices que son hijos de calatos, como mascotas siempre serán valiosos. Como ejemplares del perro sin pelo del Perú, tienen un valor genético importantísimo. Ahora les corresponde dejar de ser rechazados”, reclama Milagros Gaona, criadora que se ha dedicado este último año a preparar exclusivamente a Millo, su perra mediana con pelo, en cada concurso que ha podido. “Hay que apostar por estos perros: presentarlos siempre, sacarlos a la calle, llevarlos a los concursos. Es la forma de difundir que existen”, asegura. Su técnica es fotografiar a los perritos con pelo desde que nacen para demostrar que son, efectivamente, hijos de calatos.
Gálvez apuesta por el legado histórico del perro. Puede que no llame la atención por ser un calato peludo, pero sí por ser un perro peruano. “En ciertos concursos llego con mi perro y no saben bien como juzgarlo. Me dicen que le quite el abrigo”, dice con humor. “No se puede enfocar al peludo diciendo que es un perro sin pelo con pelo, sino que es un perro antiguo y prehispánico. Así estoy tratando de hacerlo conocido, resaltarlo por el valor histórico que tiene. Los procesos educativos tardan”, explica, Al hermano peludo le queda un gran camino por recorrer. Esperamos que lo haga a toda carrera.
2/4/2016