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Julián Carrión, guardaparque del Parque Nacional Huascarán: «En la montaña es posible encontrarse con Dios»

Mi opinión

En el techo del mundo, verdaderamente. En el Parque Nacional Huscarán se bate Julián Carrión Raprey, escalador, rescatista, bombero forestal y apasionado defensor de las montañas más altas de nuestro país. Natural de la comunidad campesina Túpac Yupanqui, en la Cordillera Blanca, este guardaparque de 42 años y muchas historias por contar tiene en su haber más de cincuenta ascensos victoriosos al Huascarán y todos los caminos de la cordillera ancashina recorridos bajo sus botas de montañista de alta competencia. Volvemos con más historias de nuestros Guardianes de las Áreas Naturales Protegidas. Este año, además, el Parque Nacional Huascarán cumple 50 años y lo vamos a celebrar a lo grande.


Por Guillermo Reaño, proyecto Guardianes, crónica de guardaparques en el Perú»

“Mi nombre es Julián Carrión Raprey, tengo 42 años y soy guardaparque oficial del Parque Nacional Huascarán, un área natural protegida de 340 mil hectáreas, desde hace trece años. Hablo perfectamente el quechua, mi lengua materna, como toda mi familia provengo de la comunidad campesina Túpac Yupanqui, distrito de Taricá, provincia de Huaraz, región Ancash.

Mi comunidad se encuentra debajo de estas montañas así que puedo decir que he crecido mirando todas las mañanas la Cordillera Blanca.

De niño, con mi abuelito, mientras lo ayudaba a pastear a nuestros animales, veía estas mismas montañas y en mi conciencia me decía que algún día llegaría hasta sus cumbres. Así me hice primero deportista, luego escalador… y cuando se me presentó la oportunidad de ser guardaparque, no lo dudé: acepté ser guardaparque comunal para convertirme después en guardaparque oficial del Sernanp.

Qué bonito es para una persona cuidar esta maravilla. Muchos no tienen esa posibilidad, yo sí, por eso agradezco a mi madre, a mi familia, a mis compañeros por este privilegio. Desde que asumí mis funciones trabajo con mucha responsabilidad, compromiso, mística y lealtad.

Debo contarles que me hice montañista gracias a lo aprendido en el Instituto Superior Tecnológico Don Bosco que fundó el padre Ugo de Censi, gracias a él, que era como un santo, pude cumplir uno de mis sueños.

Julián Carrión, un héroe sin capa de nuestro tiempo. Video en YouTube en canal Con Wili Reaño – Viajeros. Todos los videos del proyecto Guardianes los puedes encontrar en el playlist Guardianes de ese canal.

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Con Dios en lo más alto

Desempeño mis funciones principalmente en esta quebrada, la de Llaca, esos gigantes que ven allá, son el Ocshapalca y el Ranrapalca, los conozco perfectamente, por sus laderas he ascendido hasta lo más alto. Con decirles nomás que habré subido unas cincuenta veces a la cumbre del Huascarán. Eso es maravilloso: desde ese techo del mundo uno siente que está hablando con Dios. De verdad, es así: es como estar en un paraíso, la tranquilidad, el aire puro lo domina todo, increíble saber que con una cuerda uno puede subir hasta el cielo.

Por supuesto que me siento orgulloso de lo que hago, ser guardaparque es un compromiso porque somos los encargados de conservar la vida silvestre para las generaciones que vienen. Eso es bueno para todos.

Mi familia lo sabe y me apoya. Tengo dos hijos, el mayor se llama Brack y escogí su nombre en honor a Antonio Brack, él era el ministro del Ambiente cuando me convertí en guardaparque oficial del Sernanp. El segundo se llama Mbappe Aarón como el futbolista y el santo de la Biblia. A mi señora le agrada lo que yo hago, ella es analfabeta, no pudo hacer su primaria, pero sabe muy bien lo importante que es para todos cuidar estas montañas.

“Lo saben ella y mis hermanos, a todos les he inculcado el amor por la naturaleza, ellos trabajan ahora como auxiliares, porteadores y cocineros de montaña. Hacer lo que hacemos aquí es bonito pero hay que tenerle mucho respeto a la montaña. Yo estoy preparado para todo, en mi trabajo me he especializado como rescatista, ya he intervenido en varios casos muy difíciles. Una vez tuve que cargar a una turista de Inglaterra que se había accidentado al fondo de esta quebrada, la de Llaca, y no podía caminar. Medía casi dos metros y pesaba, estoy seguro más de cien kilos. Lo pude hacer porque a los rescatistas nos han preparado para eso y para cosas más graves todavía”.

“En el Parque Nacional Huascarán soy miembro del equipo de bomberos forestales. En temporada de incendios no paramos, tenemos que movernos por todas partes y a veces viajar a otras áreas para ayudar a los compañeros a controlar el fuego. Felizmente estoy preparado, he seguido cursos en España gracias al apoyo de mi institución. Claro, lo que aprendí afuera lo estoy compartiendo con mis compañeros, ese fue el encargo que mis superiores me dieron”.

“Cómo les dije, aquí todos estamos comprometidos con lo que hacemos: compromiso, mística y lealtad”.

“Esa es mi vida, esta es mi pasión, ser guardaparque del Sernanp era mi sueño, lo he logrado y ahora soy muy feliz, como les dije, no cualquiera puede hablar todos los días con Dios”.

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El proyecto “Guardianes, crónica de guardaparques en el Perú” es una iniciativa del Grupo Viajeros impulsada por el Sernanp y diversas organizaciones de la sociedad civil y el Estado que tiene como objetivo poner en valor el aporte y el legado de los guardaparques del sistema nacional de Áreas Naturales Protegidas. Toda la información que se produce en el marco del proyecto puede ser utilizada libremente incluyendo, en la medida de lo posible, los hashtags que incluimos en cada uno de los copy elaborados.

Gabriel Herrera, de Viajeros, con Julián Carrión en uno de los tantos bosquecillos de Polylepis en la quebrada de Llaca, Parque Nacional Huascarán.

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