Mi opinión
Lo comentamos en su momento en las redes sociales que manejamos: en diciembre del año pasado, convocados por Conservación Internacional-Perú, asumimos el reto de elaborar con los técnicos del Ministerio del Ambiente un plan de comunicaciones que pusiera en relieve el proceso de actualización de la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica del Perú (ENDB), el documento vinculante que los países firmantes del Convenio sobre Diversidad Biológica se comprometieron a construir de manera participativa y urgidos por la crisis ambiental que por entonces, Rio 1992, ya empezaba a mostrar sus fauces.
El Perú, que es uno de los 196 estados adherentes a este pacto, inició la elaboración de su estrategia en el año 1998, aprobando una primera versión de la misma en el 2001 cuando aún no se había creado el ministerio del ramo. Desde la presentación de ese primer “estado de la cuestión” de nuestra diversidad biológica hasta la fecha mucho es lo que se ha dicho sobre la materia y poco, lamentablemente, lo que se ha logrado avanzar en gestionar sus atributos, que son imprescindibles para el desarrollo sostenible de nuestro país. Es así. No podemos ocultar la verdad y eso fue lo que constatamos -y dijimos como Grupo Viajeros- cuando nos tocó pasar revista a lo actuado en las diferentes instancias a cargo del inmenso patrimonio natural que tenemos. Por eso es que propusimos como pilar fundamental de la propuesta de comunicación que trabajamos la creación de un Pacto Intersectorial por la Diversidad Biológica del Perú que tuviera la fuerza de agrupar a las instituciones que conforman el tramado de la sociedad civil y el Estado para gestionar de consuno, entre todos, la biodiversidad de un país a punto de cerrar las celebraciones de sus primeros 200 años de vida republicana con muchísimo por hacer y aportar para superar la crisis ambiental que afecta a la humanidad.
Sin una alianza pública-privada capaz de transectorializar las decisiones que se tomen en ese sentido para convertirlas en sólidas y continuas políticas públicas, sin una ciudadanía organizada, informada y consciente del papel que le toca jugar en la obligada tarea de transformar la indiferencia en acción, sin la participación de los peruanos sin distingos de ninguna clase en una gran campaña en defensa de nuestro patrimonio natural, las estrategias comunicacionales que se recomienden a nivel macro, por más buenas que sean la intenciones de los tomadores de decisión y autoridades con ánimo de dar batalla, se van a quedar como siempre en los meandros de un anaquel ministerial para convertirse con el paso de los días en un simple e innecesario saludo a la bandera.
Confiamos en que el nuevo ministro del Ambiente acepte el desafío y se ponga al frente de la propuesta que elaboramos con el equipo técnico del MINAM, que por cierto fue validada por los altos funcionarios con los que trabajamos estos últimos cuatro meses. Sería un gol de media cancha, un gol de oro, como alguna vez le oí decir a Pedro Solano a propósito de la creación de la Reserva Nacional del Mar Tropical de Grau, otra de las buenas intenciones que se frustraron en el camino. Suena bien, ¿no?, un pacto firmado por propios y extraños, por ingas y mandingas, por empresas y emprendedores, por el Estado y las organizaciones de base de la sociedad en pleno, por todos en pro de la diversidad de uno de los países más megadiversos del planeta. Sin una convocatoria así, potente, de ancha base y bien ejecutada, seguiremos siendo los mismos cuatro gatos de siempre los defensores del futuro que nos merecemos. Ese porvenir que tiene que ser verde sí o sí. Blanquirrojo y verde.
Propuesta será presentada en el primer taller nacional donde se analizarán los avances en el proceso de actualización de la estrategia nacional para dicha materia.
El Ministerio del Ambiente (Minam) está impulsando la creación del Pacto Intersectorial por la Diversidad Biológica del Perú, a fin de promover la adecuada gestión y conservación de nuestro patrimonio natural, en alianza con los distintos actores sociales y el Estado.
Esto permitirá la socialización de los alcances y oportuna ejecución de la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica (ENDB), cuyo proceso de actualización está en marcha.
Dicha iniciativa fue presentada en el primer taller nacional del 20 de marzo de este año, donde se analizó el estado actual de la citada estrategia, su importancia en el ámbito nacional e internacional y su relevancia en la implementación de las políticas ambientales del país.
En la cita, participaron alrededor de 70 representantes de instituciones del Estado y de la sociedad civil, a quienes se les dio a conocer la nueva identidad visual con la cual se fomentará la participación activa e informada de la sociedad civil en la conservación de la biodiversidad.
Estas acciones se complementan con la campaña de sensibilización ciudadana del Minam en concordancia con el eje estratégico “Perú Natural”, mediante la cual se promueve el desarrollo, conservación y uso sostenible de nuestros recursos naturales.