Mi opinión
Exactamente hace un año, en el Pantanal, me tropecé con este altivo y extraordinario representante de los felinos sudamericanos, el yaguareté de esta tan afortunada nota que tomo de Mongabay Latam, el portal de noticias en el que colaboro desde que llegó a nuestro continente.
Tener la suerte de encontrarse con uno de estos gigantes es un premio a veces inmerecido. En dos oportunidades la rueda de la fortuna jugó a mi favor: la primera vez en el río Los Amigos, en Madre de Dios, navegándolo con Chema Formentí, el fotógrafo asturiano. Apareció una pareja en una desolada orilla y los dos nos quedamos lelos sin atinar a mucho. La segunda, en un tributario del río Paraguay, en el Mato Grosso brasileño. A ese lo tuve en mi retina durante más de veinte minutos.
Qué bueno que las cámaras trampa hayan fotografiado –y filmado- a este solitario del Parque Nacional El Impenetrable, en la región del Chaco que le corresponde a Argentina, un país que viene dándole duro a la conservación y a sus parques nacionales.
He prometido recorrer pronto el norte argentino, en esa región me esperan grandes amigos. Buen domingo para todos y mejor semana…
“La última huella de yaguareté (jaguar) que habíamos encontrado en esa zona databa de mayo de 2013. Solo ese dato ya marca la importancia del hallazgo de esta semana”. Verónica Quiroga, doctora en Biología de la Universidad de Córdoba, es unánimemente reconocida como la mayor especialista argentina en yaguaretés. Nadie como ella entonces para resaltar el significado de la filmación de un ejemplar de Panthera onca, el félido más grande del continente, realizada hace unos días por una cámara trampa instalada en el interior del Parque Nacional El Impenetrable, en la provincia del Chaco, en Argentina.
La noticia ha sacudido las redes conservacionistas y ambientales en todo el Gran Chaco, justo en momentos de enorme incertidumbre, debido a los incendios de las últimas semanas en áreas de esta gigantesca provincia fitogeográfica en Bolivia y Paraguay; y en plena polémica por el avance de los desmontes en territorio argentino.
El yaguareté, también llamado jaguar o tigre en otras regiones sudamericanas [en Perú, otorongo], es considerado como especie Casi amenazada en la Lista Roja de la UICN, pero en la región chaqueña su situación es mucho más dramática. Una estimación realizada en 2010 por la doctora Quiroga establecía la existencia de “no más de 20 ejemplares” en el área. “Hoy en día es incluso probable que estemos más cerca de los 15 que de los 20”, afirma.
De hecho, los expertos indican que más allá de que no haya dudas de su presencia, la especie está “ecológicamente extinta”. La propia científica, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) lo explica: “Estamos hablando de individuos aislados, por lo que no se puede cumplir la función depredadora y de regulación de poblaciones porque el impacto de su presencia es muy bajo. Además, no sabemos si se están reproduciendo ya que desconocemos si los pocos machos y hembras de la zona se están encontrando”.
La mejor noticia posible para un nuevo Parque Nacional
Declarado en 2014 pero puesto en funcionamiento en agosto de 2017, el Parque Nacional El Impenetrable ocupa 128 mil hectáreas en lo que se conoce como interfase entre el Chaco húmedo y el semiárido, lo cual le otorga una enorme trascendencia ambiental, ya que el área alberga flora y fauna de ambos ecosistemas. “Para nosotros, la aparición del yaguareté implica la oportunidad de dar a conocer la importancia de incrementar los recursos en conservación”, señala Leonardo Juber, intendente del espacio protegido.
El tercer felino más grande del mundo ha adquirido en los últimos años un valor creciente en la Argentina. Declarado en 2001 Monumento Nacional Natural, la más alta categoría para un integrante del reino animal, su imagen decora los billetes de 500 pesos que comenzaron a circular en 2016 y su popularidad va ganando espacio, superando los límites de los ámbitos científicos y naturalistas. “Tal vez sea excesivo considerar que se trata de una especie emblemática, porque esto es algo que ha quedado circunscrito a determinadas comunidades aborígenes, pero sin duda que el conocimiento acerca de la especie y de los factores que la amenazan está en aumento”, comenta Nicolás Lodeiro Ocampo, director ejecutivo de Red Yaguareté, una fundación que lleva más de veinte años luchando por la conservación del tigre americano en tierras argentinas.
En la Argentina existen tres grupos de población de Panthera onca muy separados entre sí (el yaguareté perdió más del 90 % del territorio que ocupaba originalmente), aunque se estima que el número total de individuos no superaría los 250 ejemplares. El grupo que habita la selva de Misiones, en el extremo oriental del mapa nacional, es el que está en mejor estado. Tal es así, que no solo ha conseguido frenarse la caída en el número de individuos sino que incluso comienza a hablarse de posibilidades de recuperación. La población de la región de las Yungas, en las provincias del noroeste —Salta y Jujuy— se mantiene estable, favorecida por un hábitat bien conservado de selva y de difícil acceso para el desarrollo de la actividad humana. Por fin, el grupo central, ocupante del Gran Chaco, es sin dudas el más preocupante.
Esta es la razón por la cual la aparición de un ejemplar en el Parque Nacional El Impenetrable ha causado tanta conmoción.