Mi opinión
Seguimos con Anna Cartagena, del equipo de Viajeros, en su viaje por San Luis de Maranhao, en el nordeste de Brasil, una ciudad moderna, salpicada de tradición y mucha historia. Una ciudad próxima al trópico, mestiza, antigua, patrimonio cultural de la Humanidad cuyos habitantes bailan y festejan a sus santos y otras representaciones paganas. En este segundo relato Anna nos cuenta el minuto a minuto de su travesía en catamarán entre São Luis y Alcántara.
Es un día soleado, como casi todos en São Luis de Maranhao. Hoy nos vamos a Alcântara y el catamarán Luis Novoa nos espera a orillas de la playa Ponta D’areia. Esta vez no saldremos del puerto de la ciudad debido a las mareas, que aquí suben y bajan en promedio siete metros y las aguas pueden retirarse de la orilla por más de tres kilómetros, en un ciclo que se repite cada seis horas.
Llegamos a nuestro destino luego de una hora y un poco más de navegación. Un poco mareados –nada que no quite un poco de agua de coco bien helada o un sorbo de Jesús, la bebida de guaraná que aquí se consume más que la Coca-Cola. Llegamos, decía, y empezamos nuestra caminata por Alcântara, antiguo hogar de los indios tupinambás, aldea conocida antes de la llegada de los conquistadores, como Tapuitapera.
Durante la colonia, la antigua aldea cambió de nombre y de rango, ahora era la Villa de Santo António de Alcântara que se convirtió en un importante centro agrícola y comercial apetecido por franceses, holandeses y portugueses, que entra en decadencia llegado el siglo XIX. Pero el tiempo no ha sido ingrato con su antiguo apogeo, cada rincón nos cuenta de su historia y sus costumbres.
Playas para todos los gustos
Si te gusta el mar, Alcântara tiene un poco más de 75 kilómetros de playas, ideales para relajarte y dejar el estrés atrás; si eres amante de las aves, este es un destino privilegiado para su avistamiento. Si quieres conocer un poco más de su historia, recorre la ciudad. Los lugares turísticos, las casonas coloniales o lo que queda de ellas, y las iglesias están todas muy cerca al centro. En la plaza principal, delante de las ruinas de la iglesia de San Matías, se yergue el único pelourinho de piedra (columna utilizada para castigar a los esclavos públicamente) que se ha conservado en Brasil, los de madera fueron quemados cuando se abolió la esclavitud.
Alcântara fue el último bastión de la esclavitud, siglos atrás llegaron hasta aquí esclavos traídos de África para trabajar la tierra; sus descendientes, luego de la abolición de la esclavitud, hicieron suyas estas tierras y hoy viven en más de 200 comunidades o quilombos. Su cultura y tradición se puede sentir, oler y tocar; está presente en su música, sus fiestas, su comida. Hasta aquí llegan visitantes y fieles durante la fiesta del Divino Espíritu Santo (Festa do Divino) que se celebra con fervor y algarabía por quince días, es la oportunidad ideal para probar sus licores y postres, el más conocido es el dulce de especie (muy parecido a la cocada o dulce de coco).
También, aunque no muchos lo sepan, el Ministerio de Aeronáutica, hace más de treinta años, creó el Centro de Lanzamiento de Alcântara que puso en práctica el programa espacial del gobierno central, y que cuenta con satélites y cohetes de fabricación brasileña. Si estás en São Luis, no puedes dejar de visitar Alcântara.
Para llegar a Alcántara desde São Luis se debe atravesar la bahía de São Marcos en barcos o catamaranes que suelen salir desde el terminal fluvial de Playa Grande que se encuentra en el centro histórico de la ciudad.
Datos Clima: Cálido, la temperatura oscila entre 30°C y 37°C. Solo hay dos estaciones: seca, de junio a diciembre, y lluviosa, de enero a junio.
Gastronomía: Es deliciosa y abundante. El camarón es la estrella del lugar. Hay pescado y carne en todas sus formas.
Ruta desde Lima: Lima – Sao Paulo- San Luis Lima – Montevideo- Sao Paulo – San Luis Lima – Buenos Aires – Sao Paulo – San Luis
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