Mi opinión
Madre de Dios es una de las regiones más biodiversas del planeta, en el interior de ese departamento peruano se encuentran las principales áreas protegidas del país: entre ellas el Parque Nacional Manu y la Reserva Nacional Tambopata. Desde que se inició la fiebre del oro que sacude el planeta, Madre de Dios ha sido invadida por mineros artesanales y mafias que han convertido el paraíso natural en un infierno donde la vida no vale nada. En los bordes de la carretera Interoceánica que conecta el Perú con Brasil han surgido campamentos y ahora aldeas donde mal viven miles de seres humanos degradados por la ambición y el dinero fácil. El Ministerio del Ambiente peruano calcula que en el sector de La Pampa y otros campamentos auríferos deben vivir más de cien mil personas. El Far West ha renacido. La Pampa es Sinaloa, las favelas de Rio, el fin del mundo. Les paso esta historia que aunque breve describe una situación que debemos parar.
Aimee Pillaca Leguía, 21 años, boxeadora de grandes condiciones según sus amigos en la Federación Peruana de Boxeo y madre de una niña de cuatro años, se convirtió sin quererlo en una víctima más del crimen organizado que reina en La Pampa, una de las zonas más peligrosas -y fuera de control- de Madre de Dios, una región cuyo promedio de homicidios producidos en un año, según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana, es tres veces mayor al del resto del país.
Aimee llegó a La Pampa, el archipiélago de campamentos mineros que se levantan en el interior de la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, a fines del 2015 con el objetivo de trabajar en uno de sus numerosos prostibares. Desde el 10 de enero sus familiares perdieron su rastro. Viajaron hasta La Pampa y allí se enteraron de lo que le había pasado a ella y a su acompañante. Aparentemente el día 15, refieren sus padres, Aimee fue testigo de una violación múltiple cometida contra una menor de quince años que trabajaba con ella en el bar La Rica Miel, un antro dos veces intervenido por casos de prostitución y trata de menores en los últimos meses.
La violación múltiple es el castigo que las niñas reciben de sus tratantes cuando intentan escapar del Aimee, eso es lo que le han contado a sus padres los pocos testigos que se han animado a hablar, decidió proteger a la niña y la ayudó a escapar. En Puerto Maldonado pudo subir a la niña a un bus hacia el Cusco para alejarla del peligro.
La boxeadora volvió a La Pampa para caer en manos de la mafia. Ella, Alexander, su novio, y dos personas más, según se cuenta en los putibares, forman parte de una lista interminable de muertos en un Far West que exhibe records impresionantes.
“Si quieres encontrar el cuerpo de tu hija, espera que alguien lo tire a la carretera”, le dijeron unos matones de La Pampa a los padres de la boxeadora. La denuncia se puso en la DIVINCRI y la fiscalía de Madre de Dios. Hace unos días la policía allanó La Rica Miel para encontrar lo mismo: silencios –como el que precedió a la muerte de Alfredo Vracko en noviembre del año pasado- y decenas de mujeres, algunas menores de edad, atrapadas en la prostitución y la violencia. Se detuvo a dos de los administradores del putibar, sus alias dicen más que una foto: Lonchera y Sachavaca.
EPÍLOGO
La semana pasada aparecieron en el sector denominado A7 del río Malinowski, una de las cuencas más degradadas por la minería ilegal, los cuerpos sin vida de tres NN. De inmediato se movilizaron los familiares de Aimee Pillaca y los periodistas que están siguiendo el caso de los desaparecidos del bar La Rica Miel. Hechas las investigaciones del caso, nos lo contó Manuel Calloquispe, combativo periodista de Puerto Maldonado, los cadáveres hallados en evidente estado de descomposición correspondían a otros muertos en este fin del mundo.
Mientras tanto los reportes del Banco Central de Reserva peruano indican que el oro obtenido en los campamentos de Madre de Dios en el mes de enero último fue mayor al producido por empresa minera Yanacocha, en Cajamarca, hasta entonces la compañía líder a nivel nacional. Según el BCR la minería que todo lo destruye de Madre de Dios fue responsable en enero del 2016, el mes de la desaparición de Aimee, del 16 % de la producción de nuestro país. Minera Yanacocha (15 %) y Barrick (11 %) perdieron su papel protagónico en las estadísticas que ubican al Perú como primer productor de oro de América Latina.
Desde inicios de año, la producción de oro del departamento más biodiverso del territorio que poblamos sostiene un negocio millonario que está causando la destrucción ambiental y social de Madre de Dios.
1/4/2016