Mi opinión
Yo vi jugar a Arthur Antunes Coimbra, Zico, un diez, un media punta genial que llevó al Flamengo a la conquista de su única Copa Libertadores y luego al top del fútbol mundial al golear al mítico Liverpool inglés y alzarse con la Copa Intercontinental 1981. Zico era endemoniado cuando de enfrentar rivales se trataba, gambeteaba como Messi y tenía cosas de Pelé. Los peruanos lo sufrimos en Argentina 78 y lo vimos de cerquita en el mundial siguiente, en España 82, formando sociedad con Sócrates, Falcão, Toninho Cerezo, Júnior entre otros monstruos, integrantes todos del mejor equipo de fútbol que he visto en mi vida.
Menciono lo anterior porque el carioca sigue siendo un símbolo para la torcida del mengao, el equipo de Rio que este sábado disputa en Lima, con el River Plate de Argentina, la final de la Copa Libertadores de América, el máximo torneo deñ deporte rey en esta parte del planeta. La sede del Clube de Regatas do Flamengo, el club deportivo fundado en 1895 con más torcedores en Brasil y en el resto del mundo, se encuentra en el barrio de Gávea, una distinguida zona del sur de Rio de Janeiro desde donde es posible observar la famosa Pedra da Gávea y el Cristo Redentor.
Les dejo esta nota para que vayan conociendo un poco más el hermoso barrio donde nació uno de los equipos de fútbol más tradicionales del Brasil que queremos tanto.
Gávea es uno de los barrios más valorados de Río de Janeiro, situado entre el morro Dois Irmãos, la laguna Rodrigo de Freitas y el Jardín Botánico.
La historia del club es accesible a quienes quieran visitarlo en su paso por Rio de Janeiro; allí los visitantes podrán conocer la estructura profesional del club, todas sus instalaciones, además de una exposición interactiva los hitos flamenguistas; una reconstrucción de la antigua apariencia de los vestuarios y el Salón de la Fama de sus mejores jugadores. Los boletos para hacer una visita guiada cuestan entre 25 y 30 reales (4,15 reales x 1 dólar).