Mi opinión
La Bodeguita del Medio, el mítico bar-restaurante habanero, sobrevive a duras penas, servicio de comida para llevar a casa, en medio de las estrecheces a las que nos ha sometido el bendito Covid 19 a nivel global. He tenido el placer de tomarme un mojito en uno de sus tantos espacios para las remembranzas y el intacto aprecio por Hemingway, el autor preferido de Leonardo Padura, un cubano inmenso que sigue describiendo la vida en la isla desde la isla misma. Larga vida a este museo vivo de la cubanidad y el buen gusto.
El famoso restaurante de La Habana La Bodeguita del Medio, cumplió 79 años de abierto en momentos difíciles debido a las restricciones impuestas por la Covid-19, pero sin demeritar su atractivo.
A puertas cerradas, y solo con comida para llevar, este importante establecimiento llegó el 26 de abril a ese cumpleaños, y recibió el apego de muchas personas que le conocen en el Planeta y en algún momento pasaron por sus salones durante vacaciones.
Ubicado en La Habana Vieja, centro histórico de la ciudad declarado Patrimonio de la Humanidad en 1982 por la Unesco, el restaurante abrió sus puertas el 26 de abril de 1942 y rápidamente cobró atención entre comensales.
Muchos son los atractivos que distinguen a La Bodeguita entre otros restaurantes similares: su típica cocina criolla, con platos tan conocidos como los frijoles negros dormidos, el cerdo asado y los tostones, además de paredes atestadas con las firmas de los comensales.
En 1942 el español Ángel Martínez compró la entonces bodega La Complaciente, que poco a poco comenzó a ofertar comidas en el local.
Aunque se le renombró como Casa Martínez, los parroquianos comenzaron a llamar a este sitio La Bodeguita del Medio debido a su ubicación en el mismo centro de la cuadra, y este apelativo se mantiene hasta nuestros días.
A lo largo de su historia, el restaurante recibió visitas de numerosas personalidades como Gabriela Mistral, Agustín Lara, Pablo Neruda, Salvador Allende, Ernest Hemingway y Nicolás Guillén.
Precisamente, son célebres una frase del escritor norteamericano que reza en el lugar: Mi Mojito en la Bodeguita, mi Daiquirí en el Floridita.
Además es célebre un soneto del Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén: «La Bodeguita es ya la bodegona, que en triunfo al aire su estandarte agita, más sea bodegona o bodeguita, La Habana de ella con razón blasona…»
El cóctel nacional, una nota de El Mundo
Hojas de menta, azúcar, jugo de limón, todo bien machacado para extraer la menta, añadir el ron y un poco de agua con gas: la receta para el «cóctel nacional» de Cuba, es simple, pero eficaz. Y cara en la Bodeguita: cuatro dólares, un precio que pocos clientes cubanos, cuyo salario medio mensual es de alrededor de 20 dólares, se pueden permitir.
Sin embargo, desde primera hora de la mañana, los turistas acuden allí a tomar su mojito, aunque algunas mesas están a disposición de los clientes que quieran degustar la comida del local.
En las paredes, entre las fotos de las celebridades que honran a la barra con su presencia, cientos de pintadas, anónimos y famosos, como el ex socialista chileno Salvador Allende llegó a escribir «Cuba Libre, Chile espera, 28 de junio de 1961″…
Hemingway tiene un lugar de honor, con una gran foto de su encuentro con el padre de la Revolución cubana, Fidel Castro, tomada poco antes de la salida de Cuba por el escritor estadounidense.
En cualquier momento, los autobuses descargan a las decenas de turistas, que acuden a la calle Empedrado 207. «Yo he venido porque está incluido en la visita y que siempre he querido ver esta barra, pero no me han dado tiempo para tomar una copa», se lamenta la chilena Catalina Quesada.
«Este es el lugar para escuchar música, tomar comida tradicional, fumar un puro y disfrutar de un mojito», dice el director comercial de Palmares, Pérez Guillén Liubersy.