Solo Para Viajeros

Los Apus Hotel & Mirador / Cusco

Mi opinión

Hospitalidad suiza en la Ciudad Sagrada de los Incas, Los Apus Hotel & Mirador resume lo que el Cusco de todos los tiempos tiene para darnos: historia, tradición y belleza a raudales. Un alojamiento implementado en una señorial casona construida en el siglo XVII en el ingreso al barrio de San Blas desde donde el viajero podrá tomar contacto con el centro histórico y con las propuestas culturales y comerciales de una ciudad cosmopolita que no quiere renunciar al glamour y la comodidad que caracterizan a su propuesta turística.


Wili Reaño para Solo para Viajeros

Por estas empinadas calles de piedra, trampas mortales cercadas por las altísimas paredes de los palacios que hasta hacía muy poco habían alojado a los dignatarios imperiales, avanza el puñado de soldados españoles que soportando la tormenta de piedras que lanzan las tropas de Manco Inca tratan de llegar a lo más alto de la ciudad para vender cara su derrota.

Corre el  año de 1535 y el Tahuantinsuyo, el imperio de las cuatro regiones del Sol, se ha convertido en un campo de Agramante. Las tropas del último Inca del Cusco han tomado la ciudad por asalto con la intención de arrojar a los intrusos que la estaban ocupando.

“Este lugar, dirá un testigo, es empinado y se encuentra en una calle estrecha que los indios habían tomado y por ello era imposible subir y entrar sin acabar muerto… también había un increíble ruido por los gritos y aullidos que emitían y por los cuernos de concha y jícaros que tocaban, de manera que parecía que la tierra estuviera temblando”.

Desde el balcón de mi habitación en Los Apus Hotel & Mirador sigo reconstruyendo la situación. La calle Choquechaka se lanza como un rayo, un illapa, en dirección de la fortaleza de Sacsayhuamán, el reducto de los rebeldes. Por allí se mueven los soldados de Pizarro. Avanzan como pueden protegiéndose con sus escudos. La lluvia de piedras y fuego no cesa y está a punto de derribarlos. Por un atajo que desciende desde lo alto de uno de los bordes de la histórica ciudad, los esperan los hombres del Villac Umo, el sumo sacerdote imperial. Tienen la orden de acabar con ellos a como dé lugar y hay que obedecerla.

Los Apus Hotel & Mirador, un balcón primorosamente bordado sobre la Plaza del Cusco y su inigualable Centro Histórico.

El encuentro parece inminente…

La calle por la que se mueven los soldados imperiales se llama Atojsaicuchi, donde dormita el zorro cansado:  hasta finales del siglo XIX dos zorros tallados sobre una piedra intentaban explicar con su presencia su curiosa denominación. Por esa misma calleja he subido esta mañana para tomar posesión de mis dominios en el hotel desde donde lanzo estas cavilaciones. Desde mi posición, los tejados de las viejas casonas que rodean la plaza de las Nazarenas y se prolongan hacia la Plaza de Armas del Cusco invitan al sosiego y a las remembranzas. Sobre esos mismos techos, en los días de la rebelión de Manco Inca, las bolas de fuego lanzadas por la resistencia indígena no hicieron otra cosa que convertir al Cusco, la Llaqta Sagrada de los Incas, en un verdadero infierno.

Un alojamiento que permite que el viajero redunde en remembranzas e historias del Cusco de todos los tiempos en la puerta de ingreso al barrio de San Blas.

Descansar entre tanta historia

Esto tienen de increíble las viejas casonas del Cusco histórico. Recuperadas por sus propietarios y puestas muchas de ellas al servicio de la hospitalidad de los viajeros que llegan al Cusco inmortal, como es el caso del palacete en el cruce de Choquechaka con Atojsaicuchi que se ha convertido desde hace un buen tiempo en un cómodo y muy sugerente hotel, los acogedores palacios coloniales siguen dando la hora.

La casona que me alberga en las puertas del barrio de San Blas, construida en el siglo XVII, se ha convertido en un soberbio alojamiento, un hotel concebido por sus propietarios para que la estadía del pasajero en búsqueda de la experiencia inolvidable sea ideal, la que se merece.

Hace una pila de años me alojé por primera vez en Los Apus, mis hijos todavía recuerdan las piedras incaicas de sus habitaciones y guardan en la memoria el crujir de la madera noble de sus pisos bruñidos con extrema delicadeza y la solidez de sus barandales. Aquella vez las historias de acllas de bellezas inauditas y altivos guerreros, como Ollanta, el magnífico general del rey Inca, que les conté antes de dormir sirvieron de apropiado anticipo para nuestra visita a Machu Picchu, la Llaqta sagrada construida por Pachacútec donde las montañas se angostan para permitir que Willkamayo, el río también sagrado, se introduzca para siempre en las selvas insondables….

Todas las habitaciones de Los Apus han sido perfectamente equipadas para que sus huéspedes vivan la experiencia del Cusco milenario con el glamour que se merecen: todas tienen ventanas y puertas insonorizadas, baño privado con tina o ducha, caja de seguridad, calefacción por radiadores, TV por cable y Wifi. El hotel cuenta con 20 habitaciones, nueve de ellas matrimoniales, 10 dobles y una habitación simple; algunas, como las que nos tocó a mis hijos y a mí, revestidas con paredes incas y balcón privado desde donde apreciar los aleros que han hecho del centro histórico del Cusco uno de #mislugaresfavoritos.

Paredes de piedra levantadas por los alarifes incas en habitaciones confortables y con mucho glamour.

Mención aparte merece la calidad del servicio, la limpieza y bien estar de los lugares comunes, decorados por cierto con tino y sobriedad, y los desayunos saludables -y a la vez muy consistentes que se sirven en el patio principal del hotel-palacio, una pascanita muy apropiada antes de sumergirse en el frenesí de una ciudad cosmopolita y llena de asombros.

Como dicen los promotores del Hotel & Mirador Los Apus, hospitalidad suiza en la capital del Tahuantinsuyo, la ciudad de piedra y caminitos serpenteantes que enfrentó a una raza indómita con los imbatibles ejércitos de los conquistadores españoles. Los ecos de ese encuentro retumban en las paredes de un alojamiento ideal, perfecto, para echar andar la imaginación y entregarse por completo al disfrute de la capital del imperio más importante de esta parte del planeta.

Hotel & Mirador Los Apus
Hospitalidad suiza en la capital Inca
Atoqsaycuchi 515 – Cusco. Esquina con Choquechaka 324
info@losapushotel.com
+51 984 766 179
+51 984 766 179

Ficha técnica

El hotel se encuentra muy cerca de los principales puntos de interés del centro histórico del Cusco: la Plaza de Armas, la Plazoleta de San Blas, la Iglesia de la Compañía de Jesús, la Iglesia de San Blas, los restaurantes Cicciolina y Jacks Café. Desayuno incluido. Todas las habitaciones completamente insonorizados para que sus huéspedes tengan el descanso ideal, pisos de madera, restaurante, bar-lounge, Wifi a disposición en todos los espacios, TV de pantalla plana, artículos de aseo gratis, servicio de lavandería. No se aceptan mascotas.

Patio central, el lugar ideal para empezar la mañana después de probar un desayuno energético y de sabores andinos.
Lospacios comunes de Los Apus han sido bien diseñados y decorados con armonía y delicadeza.
Lo mejor de la hospitalidad suiza en la capital del Tahuantinsuyo, corazón de la peruanidad…

Si quieres que visite el servicio que prestas en este destino (o cerca de él)  porque es de calidad y toda confianza o tienes interés en darnos algún dato que no hayamos considerado escríbeme a conwilireano@gmail.com

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