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Mapeando la cultura andina: un viaje a través de un linderaje en Cusco

Mi opinión

He tenido la suerte de participar en un linderaje en una de las comunidades campesinas de la parte alta del valle de Lamay, en el Cusco. Para los comuneros con los que compartí el evento poco antes del inicio de la pandemia, linderar implica recorrer física y espiritualmente los límites del territorio que recibieron de sus mayores para tener la seguridad de que nada ni nadie lo ha mellado, que sigue intacto, que pueden seguir conteniendo sus vivencias, sus recuerdos, los hitos de la vida en común, sus recursos, todo aquello que los hace ser parte de una misma comunidad. Se trata, obviamente de una práctica cultural antigua en em mundo andino y lo que resulta más curioso todavía es que es compartida con otros pueblos sudamericanos. Al respecto Wade Davis comenta lo siguiente en uno de sus estudios sobre los indígenas de la Sierra Nevada de Colombia: “Cada febrero, en el punto culminante de las lluvias, el joven más veloz de la aldea se vestía de mujer, y perseguido por casi toda la población, corría por los linderos de la tierra comunal. Era una asombrosa hazaña física. La distancia era de solo treinta y dos kilómetros, pero debía pasar por dos cerros muy altos. Tenía que descender primero trescientos treinta metros hasta el pie del Antakillga, y luego ascender mil trescientos hasta la cima de la montaña, descender por el otro costado y luego trepar de nuevo pata llegar a la alta meseta y alcanzar el sendero hasta la aldea. Es una carrera, pero también un peregrinaje cuya ruta se define por los sitios sagrados, los cruces de caminos y pilas de piedras, las cascadas y los árboles donde los participantes deben detenerse para hacer ofrendas rituales. Con el calor del alcohol y la energía de las hojas de coca, entran en trance, resultando al final del día menos seres humanos que espíritus victoriosos sobre sus adversarios, y que han sentado por un año más los límites de su tierra. Es su manera de definir el lugar, y de proclamar su sentido de pertenencia a él”. Les dejo este texto que encontré a las volandas en la plataforma de HOT, una organización dedicada a la acción humanitaria y al desarrollo comunitario a través de la cartografía abierta.


Por Mariana Marín

En Cusco, Perú, la antigua práctica del linderaje se remonta a tiempos ancestrales y tiene raíces profundas en la cultura andina. Esta tradición persiste hasta hoy, donde las comunidades se reúnen para llevar a cabo rituales simbólicos y ceremonias que no solo marcan los límites territoriales, sino que también refuerzan los lazos sociales y culturales de manera significativa.

Nuestra historia se desarrolla en este contexto cultural enriquecido. La rica tradición andina converge con el entusiasmo de docentes de GAL School, quienes han aprendido a integrar herramientas de mapeo abierto en la educación a través del programa Open Mapping for All (OM4A).

Mediante su currículo, docentes como Gilmar Vergara, profesor de ciencia y tecnología; Rosemarie Serrano, profesora de materias como Quechua e Interculturalidad, y Paola Araujo, psicóloga educativa, apuestan por el mapeo con impacto social para documentar, a través de capacitaciones personalizadas y herramientas, la colaboración y el respeto por los límites territoriales — valores que han sido fundamentales en la cultura peruana a lo largo de los siglos.

Integrando el Mapeo Abierto en la Cultura Andina

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A través del mapeo, nos adentramos en el fascinante mundo del linderaje, una tradición donde dos comunidades se encuentran en una suerte de frontera y celebran juntas el establecimiento de los límites de sus respectivos territorios. Lo interesante de esta práctica es que va más allá de demarcar territorios; implica un proceso donde las comunidades incorporan bailes y comida compartida, fortaleciendo los lazos sociales y culturales.

Paola Araujo, psicóloga y docente, acompaña a estudiantes de los niveles inicial, primaria y secundaria, enfocándose en su desarrollo integral. Específicamente con estudiantes de secundaria, se dedica en la incorporación de herramientas de mapeo abierto en diversas áreas académicas. En 2019, se capacitó con el equipo del Humanitarian OpenStreetMap Team (HOT) para elegir las herramientas más adecuadas para diferentes proyectos de mapeo.

Los docentes comparten que en el colegio se emplea una metodología de enseñanza activa que promueve el pensamiento crítico, los aprendizajes contextuales, y las vivencias experimentales de estudiantes. Por ello, se ha aprovechado la rica tradición cultural de Cusco para enriquecer las experiencias educativas directamente en el campo.

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Viviendo el Linderaje en Chinchero, Cusco

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Desde la perspectiva cusqueña, Gilmar Vergara, profesor de la materia de Ciencia y Tecnología, resalta el linderaje como una tradición profundamente arraigada y auténtica en la cultura Andina. surge con el propósito de establecer límites territoriales en un ambiente de paz y armonía, convirtiéndose en una oportunidad durante las festividades de carnaval; el cual destaca como una manifestación de identidad cultural y social en las comunidades rurales del Perú.

En ese contexto, se seleccionó un grado de secundaria para integrar competencias y desempeños de varios cursos, incluyendo ciudadanía, estudios sociales y quechua. Estos cursos enfatizan el idioma y las costumbres locales, fundamentales para comprender y valorar la cultura de las comunidades.

En el linderaje de Chinchero, participaron 18 estudiantes. Llegaron un día antes para aclimatarse, pues han dormido a 3800 metros de altura. Ese día realizaron una prueba nocturna con herramientas digitales como OSMTracker, Relieve y uMap, asegurándose de su funcionalidad para el recorrido.

El día del linderaje, a pesar de que se esperaba un recorrido ligero por la zona baja de Chinchero, el trayecto fue más exigente, incluyendo ascensos y descensos por cerros, lo cual fue un reto para todas las personas participantes, especialmente para los estudiantes de aproximadamente quince años.

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Paola explica que la tradición requiere que antes de comenzar el linderaje, los participantes acompañen las casas de liderazgos importantes de la comunidad para recibir bendiciones, comida y bebida, un gesto de hospitalidad y respeto. Este ritual se repite en varias casas antes de converger en un punto central donde oficialmente comienza la tradición. Durante el recorrido, se realizan paradas estratégicas para rezar y colocar banderas que marcan el progreso.

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Durante la festividad, las comunidades celebran la vida y refuerzan los límites territoriales, fortaleciendo los lazos sociales bajo el liderazgo de autoridades tradicionales. Las wifalas, conocidas como danzas con banderas blancas, añaden vitalidad al ritual, marcando el territorio de manera pacífica con símbolos como la bandera blanca. Los líderes comunitarios preparan a los jóvenes para roles de liderazgo, generando un vínculo comunitario basado en el respeto y la colaboración.

Implementando herramientas de mapeo abierto en el linderaje

Los estudiantes emplearon diversas herramientas digitales para documentar la experiencia, asegurándose de que cada aspecto del linderaje fuera capturado y pudiesen recolectar todos los datos una vez regresaran a Cusco. Durante el ejercicio, utilizaron herramientas para trazar el recorrido, tomar fotos y marcar puntos geográficos.

Entre las herramientas empleadas, destacan:

  • Organic Maps: se usó para recolectar trazas GPS precisas antes del linderaje.
  • OSM Tracker: permitió agregar fotos, vídeos y notas en cada punto del recorrido.
  • AllTrails: utilizado para navegar y ofrecer diferentes opciones de documentación visual.
  • uMap y Relive: facilitaron la creación de relatos visuales combinando trazas con fotos y vídeos.

Paola concluye que el mayor impacto de las aplicaciones de mapeo abierto es su capacidad para organizar de manera eficiente la información que los estudiantes recopilan. Estas herramientas digitales facilitan la toma de fotos, grabación de vídeos y registro automático de rutas, optimizando la organización y recopilación de datos durante las actividades educativas. Este aspecto ha sido particularmente impactante e impresionante para los estudiantes.

Reflexiones sobre el Aprendizaje para Alumnos

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Mery destaca que después de la experiencia, los estudiantes comprenden mejor cómo las competencias de la materia Cultura Andina y Quechua se enfocan en la valoración de la cultura y la expresión oral. Observaron cómo una cultura arraigada en la tradición oral se organiza eficazmente, prescindiendo de la documentación escrita requerida por las leyes y la constitución peruana. Se trata de reconocer y transmitir la palabra de manera comunitaria. Además, los estudiantes enfrentaron el desafío de aplicar sus conocimientos de quechua al interactuar con hablantes nativos, fortaleciendo así su competencia oral en el idioma.

Al preguntarle sobre las observaciones a los estudiantes, sobre por qué vivir esta experiencia de linderaje si ya existen mapas, Mery responde que sí surgieron debates en el aula sobre este tema.

Al principio del proyecto el año pasado, muchos de ellos consideraban esta práctica como algo obsoleto en la era moderna, dado que ahora contamos con tecnología avanzada para abordar cuestiones geográficas o para regularlas mediante leyes. Sin embargo, al participar en la actividad, se dieron cuenta de la importancia de esta tradición, ya que les permitió recorrer y reconocer el territorio, y sentirse parte integral de él.

Aunque el territorio pertenece a la comunidad en su totalidad, los estudiantes sienten que, a través de este ejercicio, cada parte de ella les pertenece también.

Esta experiencia inmersiva y desafiante no sólo permitió a los estudiantes emplear diversas herramientas para un aprendizaje práctico, sino que también fortaleció su conexión con el patrimonio cultural y comunitario.

Las herramientas de mapeo, aunque útiles para visualizar y compartir información sobre los linderos y precisar hitos, no reemplazan la tradición del linderaje entre las comunidades andinas. En este contexto, la tecnología actúa como un complemento a la rica cultura, que sigue siendo la protagonista. Los estudiantes que participaron en el proyecto educativo experimentaron el mapeo en campo, involucrándose directamente en una costumbre ancestral, lo que constituyó una experiencia educativa única y profundamente significativa.

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