Mi opinión
Qué interesante: el mercado de San Pedro ha sido desde siempre una parte fundamental, principalísima, de mis recorridos por el Cusco. Sus revitalizadores jugos de frutas frescas y olorosas, sus verduras llegadas muy de mañanita de las ubérrimas chacras sur-andinas junto con las recias carnes de la ganadería de altura que se sigue practicando en la región; su sección de comidas locales, con los tremendos caldos de cabeza de carnero y los tantísimos guisos espirituosos que preparan sus mamachas; sus feligreses atiborrando cada uno de sus espacios cargados de tradición: las secciones de quesos, frutas confitadas, ropas de todos los talantes; la artesanía elaborada en los villorrios de esta parte del Perú que sigue produciendo bellezas; los remedios característicos de la farmacopea quechua, aymara y amazónica y el sinnúmero de artículos que expenden sus más de mil feriantes como si el mercado inaugurado en 1925 fuese un soco marroquí, han sido para mí y para miríadas de cusqueños nacidos en el último siglo y en el de ahora, también para las multitudes de turistas que llegan a la Llaqta imperial, el espacio ecuménico y amable en extremo de una ciudad que felizmente sigue siendo trajinada por terrícolas de todos los pelambres.
Que el viceministerio del ramo le haya conferido el título de Patrimonio Cultural de la Nación le hace honor a su historia y al modo de vida de sus ciudadanos, los de hoy y los de antaño. Leo por allí que el diseño original del mercado frente a la estación del tren remplazó como espontáneo y antiquísimo bazar popular a las plazas de Armas hacia el año 1910 fue obra de Gustave Eiffel, el celebérrimo ingeniero francés cuyo genio creativo fue responsable también del diseño de la catedral de Chiclayo; de los arcos del Palacio de la Exposición, en Lima; de las vigas del puente Balta y de la Casa de Fierro de Iquitos. No lo sabía. Cuánto patrimonio tenemos por cuidar, cuántas tareas nos quedan por hacer en esa dirección. Qué pena que sigamos enfrascados en discusiones bizantinas: que si Odebrecht, que sí Chibolín, que si inhabilitamos a Vizcarra, a Del Solar o a Sagasti… País de alborotadas gentes y tanto porvenir por delante. En fin, buen viernes para todos, que en el 2025 que va llegando podamos celebrar más rescates culturales, patrimoniales, como éste…
Tomado de El Comercio de Lima
El Ministerio de Cultura declaró al Mercado Central San Pedro, en Cusco, como Patrimonio Cultural de la Nación mediante la Resolución Viceministerial Nº 0331-2024-VMPCIC/MC. La medida busca asegurar la protección y conservación de este emblemático espacio, considerado un símbolo del desarrollo de la ciudad.
El Mercado San Pedro fue inaugurado en la década de 1920 y representa un hito en la arquitectura cusqueña. Su diseño innovador, con materiales como cemento, concreto armado y calamina, marcó la transición de los mercados al aire libre a estructuras más modernas.
Estas características lo vinculan con la modernización del Cusco en los años 20.
Más allá de su valor arquitectónico, el mercado sigue siendo un espacio cultural dinámico, donde se mantienen vivas tradiciones ancestrales. Es un lugar clave para la comunidad cusqueña, donde los usos y costumbres locales se transmiten de generación en generación.
Con la declaratoria, cualquier intervención en el mercado deberá contar con la autorización del Ministerio de Cultura, conforme a la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación.
La norma aclara que la declaratoria del Mercado Central San Pedro no afecta directamente los derechos colectivos de pueblos indígenas u originarios, por lo que no es necesario aplicar la normativa de consulta previa.
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