Mi opinión
El animalito que cumple en estos días cincuenta años de haber sido redescubierto para la ciencia y que es una de las 705 especies y subespecies de primates que existen en el planeta con mayores amenazas para su pervivencia ha vuelto a colocarse en boca de los entendidos. Qué bueno que así sea, el mono choro endémico del noreste amazónico del Perú es una joya más del Edén que tenemos la obligación de proteger antes que se nos haga demasiado tarde. Mayo va a ser el mes central de las celebraciones del hallazgo en el 74 de Russel Mittermeier, investigador de la Universidad de Harvard, Hernando de Macedo, por entonces director del Departamento de Ornitología y Mastozoología del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y el periodista ambiental Anthony Luscombe.
Dourojeanni en su enteradísima “Crónica de la Conservación de la Biodiversidad en el Perú” ha anotado lo siguiente sobre el encuentro entre el primate y sus redescubridores más de 150 años años después de las menciones que hiciera sobre un individuo de la misma especie el célebre Alexander von Humboldt: “El último bosque de protección creado en el Perú es el del Alto Mayo. El origen de esa área protegida se remonta a 1974 cuando Hugo Vela, un profesor de la región, publicó una carta denunciando la matanza de monos choro cola amarilla por los trabajadores de la carretera Ingenio-río Nieva-Rioja, un trecho de lo que en 1979 se convertiría en el tramo Olmos-Tarapoto, que abrió el acceso a la selva de San Martín desde Chiclayo”, Hernando de Macedo “visitó el departamento de Amazonas y cumplió con el propósito de redescubrir el mono choro de cola amarilla, encontrando un bebé de Oreonax flavicauda [hoy la especie es nombrada científicamente como Lagothrix flavicauda], que provenía del poblado Aguas Verdes cercano al río Serranoyacu”.
Fantástico, acabo de volver del centro poblado de Aguas Verdes, en la zona de amortiguamiento del Bosque de Protección Alto Mayo y naturalmente tuve que pasar por el puente Serranoyacu sobre el río al que se refiere Marc: desde ese punto de la carretera Interoceánica de Norte (antes Marginal de la Selva y luego carretera Fernando Belaunde Terry) nace una carretera hechiza, construida ilegalmente por las mismas turbas que pretenden desafectar el área del sistema nacional de áreas protegidas , una trocha carrozable que conduce a las localidades de San Pablo del Alto Mayo, Perla del Mayo, Triunfo, Paraíso y la Libertad del Alto Mayo, entre otras localidades ubicadas dentro del Bosque de Protección. Los enterados dicen que el objetivo de esa vía pirata no es otro que el de favorecer a traficantes de madera, tierras y otros malhechores. Pero esa es otra historia. Me salí del tema que nos convoca.
Vuelvo: urge apurar acciones por la salud de esos bosques y en especial hacerlo por la integridad de los territorios por el que se desplazan las últimas poblaciones del elusivo y muy hermoso mono choro de cola amarilla que en su momento estudiara con tanta pasión Mariella Leo, de Apeco, Premio Carlos Ponde del Prado 2019. Y también para proteger la vida de los otros seres vivos de ese mosaico de endemismos que es el Alto Mayo. Razón tiene la bióloga Fanny Cornejo, investigadora actual de la especie y una de las protagonistas de estas celebraciones por los 50 años de su redescubrimiento científico, tenemos que dejar de lado los egos institucionales para cerrar filas, investigaciones y presupuestos de por medio, por la supervivencia de una estrella de nuestros bosques que bien puesta en valor podría convertirse para los peruanos y peruanas en lo que es y significa el oso panda en el planeta que se prepara para enfrentar el cambio climático y los demás armagedones.
Por Daniel Contreras para Actualidad Ambiental
El pasado 4 de mayo se celebró por primera vez el Día Nacional del Mono Choro de Cola Amarilla, para conmemorar el aniversario 50 del redescubrimiento de esta especie endémica de nuestro país, que durante décadas se creyó extinta.
Con el fin de destacar la importancia de esta especie única y promover su conservación, la organización Yunkawasi está liderando varias actividades de forma descentralizada a lo largo del mes, incluyendo festivales, foros de conservación y el lanzamiento de kits de educación ambiental.
“‘Achórate por el mono choro de cola amarilla’ es una campaña que busca posicionar a esta especie única del Perú y símbolo de la biodiversidad de los Andes Tropicales, como un animal emblemático y reconocido por todos los peruanos y peruanas”, señala Fanny Cornejo, directora de Yunkawasi.
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Redescubrimiento histórico
En 1974, un equipo de exploradores formado por Hernando de Macedo, Russell Mittermeier y Anthony Luscombe emprendió un viaje a la región Amazonas en busca de evidencias de la existencia de esta especie, que se creía desaparecida.
En la semana inicial de mayo de ese año, los científicos le anunciaron al mundo que habían redescubierto al mono choro de cola amarilla en los Andes tropicales del norte peruano. Este hecho marcó el inicio de los esfuerzos y acciones para proteger a este primate único de nuestro país.
Mono choro, una especie críticamente amenazada
El mono choro de cola amarilla es endémico de los Andes del norte peruano. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, su población está en declive, por que está clasificada En Peligro Crítico.
La especie habita principalmente los bosques nublados de San Martín y Amazonas, donde se alimenta de frutas, hojas e insectos. Se le puede observar en áreas protegidas como el Parque Nacional Río Abiseo, el Bosque de Protección de Alto Mayo, el Santuario Nacional Cordillera de Colán y la Reserva Comunal Chayu Nain.
Debido a su rol como dispersor de semillas, este mono tiene una importancia ecológica clave para el mantenimiento de los bosques.
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Algunas de las amenazas que enfrenta son la pérdida y degradación de su hábitat, la caza ilegal y la deforestación. Su tasa de reproducción es muy lenta, pues solo puede tener una cría cada tres años.
“El tráfico ilegal de primates como el mono choro de cola amarilla no solo afecta a la biodiversidad, sino también a la salud humana, al correr el riesgo de esparcir enfermedades como herpes o hepatitis”, señala Luis Zari, especialista legal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
“Además, los métodos de caza suelen ser extremadamente crueles, por lo que también hay un impacto en el bienestar animal muy grande”, añade.
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El mono choro de cola amarilla es el mayor de los primates oriundos del Perú: los adultos llegan a medir 54 centímetros de largo. Sus colas son incluso más largas, y alcanzan los 63 centímetros. Su pelaje es lanudo, denso y de color cobrizo.
El nombre de este mono se origina en el color amarillo de la punta de su cola, con la que suele aferrarse a los árboles.
Celebraciones descentralizadas
Uno de los principales eventos organizados por Yunkawasi para celebrar el redescubrimiento de la especie será el “I Festival Achórate por el mono choro de cola amarilla”, que se realizará de forma descentralizada a lo largo del mes de mayo en diferentes localidades.
Las celebraciones tendrán lugar en Amazonas, San Martín, Junín y Lima. Habrá festivales en Junín (Huancayo, 2 de mayo), San Martín (Moyobamba, 3 de mayo) y Amazonas (Bagua, 4 de mayo), y una edición especial en Lima (25 y 26 de mayo).
Además, el investigador Russell Mittermeier, uno de los redescubridores del mono choro de cola amarilla, visitará el Perú para unirse a las festividades.
Datos:
- Entre las organizaciones que están colaborando con las celebraciones se encuentra Conservamos por Naturaleza, iniciativa de la SPDA, el Ministerio del Ambiente, Sernanp, Serfor, Conservación Internacional y los gobiernos regionales de Amazonas, San Martín y Junín.
- Otra actividad que tendrá lugar es la implementación del kit educativo “Achórate por los 50 años del redescubrimiento del mono choro de cola amarilla”, una herramienta que llama a la acción a los gobiernos locales para que lideren acciones por la conservación de este primate.
