Mi opinión
Hace unos días, creo que se los había comentado, en medio de un merecido descanso después de varias horas de grabación sobre la inclemente pampa de Nazca -cervecitas heladas de reglamento- me encontré con Marc Dourojeanni y su linda familia. Venían de Pampa Galeras y estaban eufóricos, Marc y Maria Tereza, su esposa, me contaron con tremendo entusiasmo que habían tenido la suerte de toparse en plena puna con una tropilla de guanacos en excelente estado.
Dourojeanni y Antonio Brack, es bueno recordarlo, protagonizaron a lo largo de la década de los años setenta una ardua batalla por la adecuada protección de las vicuñas de Pampa Galeras. En esa justa se gestó el movimiento conservacionisita peruano. Los arrebatos de la dupla, el profundo contenido social de sus propuestas, la terca polémica que Brack sostuviera con Felipe Benavides, entonces figura señera del cuidado ambiental, sirvieron para consolidar, entre otras cosas, el modelo de gestión sobre las áreas naturales protegidas que hasta ahora nos caracteriza.
En otras palabras tuve la suerte de encontrarme con el maestro en uno de sus hábitats preferidos.
Solo agregar que San Fernando, en Marcona, el segundo destino de su periplo sureño, fue una de las preocupaciones que compartí en vida con Antonio Brack, quien fue la persona que mejor supo referirme la importancia que guardaba la ensenada y su entorno desértico, cerro Huaricangana incluido. De manera que este encuentro en Nazca tuvo ingredientes personales que lo van a convertir, en mi memoria al menos, en inolvidable.
Marc me agradece en un atento mail que me acaban de pasar por las revistas Viajeros que les dejé y el interés que puse en contactarlo con un buen baquiano en esto de navegar sobre las dunas del desierto que se extiende entre Nazca y San Fernando. Y como buen caballero y hombre de acción me envía, calientitos, sus apuntes sobresu paseo por las incontrastables reservas nacionales del sur peruano. Disfruten las fotos y la precisión del análisis.
Por Marc Dourojeanni
Se presentam algunas fotografías de una nueva visita a dos sitios extraordinarios que están en los alrededores de la ciudad de Nazca, a apenas 450 km al sur de Lima.
Nazca es famoso por las Líneas de Nazca y por la misteriosa cultura que las construyó y en especial por las ruinas de Cahuachi y los acueductos. Pero hay mucho más para ver por allí, como las reservas nacionales de Pampa Galeras y San Fernando.
La Reserva Nacional de Pampa Galeras se encuentra a unos 90 km de Nazca por una excelente carretera asfaltada desde la que se ven paisajes maravillosos sobre dunas y estribaciones andinas entre 500 y más de 4,000 metros de altitud.
Contiene la mayor población de vicuñas del mundo y su ecosistema, que también muestra paisajes espectaculares, mantiene otros animales ya raros como puma, zorro andino, guanacos, vizcachas y ciervo andino además de cóndores y otras aves.
Los guanacos que se muestran fueron vistos fuera de la Reserva, a una altitud menor.
Esta visita es tan imperdible como las propias Líneas de Nazca. Pero muy pocos aprovechan de la oportunidad pues ni el gobierno nacional, ni el regional y mucho menos los alcaldes, la promueven.
Lamentablemente, la Reserva está mal manejada y, por ejemplo, carece de Centro de Visitantes, visitas guiadas o servicio de cafetería. La sede parece un cuartel decrépito y el personal del SERNANP es invisible. Pero, a pesar de todo, Pampa Galeras es imperdible.
Estos guanacos migran rutinariamente de Pampa Galeras hasta las Lomas de San Fernando. Su camino por el desierto es arriesgado, más por los cazadores (en especial mineros informales) que por el cruce de la Carretera Panamericana. Los árboles en medio de la neblina muestran relictos de un bosque de papaya silvestre, entre otras especies.
La Reserva Nacional de San Fernando fue creada recientemente.
Comienza a unos 30 km de Nazca pero para llegar a la parte que se describe se recorren unos 40 km.
Se pasa por el desierto absoluto y por dunas pero también por un extenso “tilandsial”y luego por lomas herbáceas que en la época de la visita estaban secas. Complementan la variedad de paisajes farallones, puntas, penínsulas, islotes y playas.
La fauna es muy rica. La marina es fácil de ver y además de aves guaneras y otras aves y las dos especies de lobos marinos y nutrias, abundan los cóndores. La fauna terrestre, que se observa más en la época de las lomas verdes tiene guanacos, zorros y gatos salvajes, entre otras especies de mamíferos, aves y reptiles .
Visitarla es fácil y un deleite para los que se interesan en la naturaleza y en los bellos paisajes.
A diferencia de Pampa Galeras, en San Fernando la presencia de guardaparques es evidente.
Las instalaciones son muy modestas, pero hay demarcación y señalización.
Los lobos de mar antes eran masacrados por sus pieles o cueros. Ahora están relativamente protegidos, aunque los pescadores los detestan.
Los cóndores se alimentan de los lobos de mar que mueren al parto o que son aplastados por los adultos, de las placentas y de aves muertas. Anidan en los altos Andes pero la comida es más fácil en las puntas y puntas guaneras donde también se refugian los lobos marinos.
Las evoluciones de las aves guaneras, en este caso guanayes (cormoranes), para ubicar las manchas de peces y capturarlos son un espectáculo de arte moderno. En determinadas épocas también se observan ballenas, además de delfines.
En las fotos siguientes se muestran la huella reciente (posiblemente el día anterior a la visita) de un miembro de una familia de cuatro guanacos (tres adultos y una cría). También se muestra su comida, un cactus y los bulbos de una planta común por allí, que proveen agua en los momentos de seca y sus excrementos. Pero, en la Reserva hay por lo menos un puquial (fuente de agua).
En una de las fotos que adjunto que no es nuestra se muestra cómo son las lomas de San Fernando en su periodo húmedo.
Estas lomas se parecen mucho a las de la parte baja de las de Lachay, es decir que se trata de una loma herbácea, sin árboles.
No está prohibido acampar en las espléndidas playas de la reserva. Pero los campistas a veces abusan, como él que abajo espanta los lobos cuidando de sus crías en la isla.
Encontramos guardaparques bien preparados y entusiastas, aunque carentes de más apoyo y comodidades para hacer mejor su servicio.
Además de esas reservas hay, asimismo muy cerca, la Punta San Juan que es parte de la Reserva Nacional Sistema de Islas y Puntas Guaneras que ofrece paisajes sensacionales además de observación de fauna costera.
Hay también muchos restos arqueológicos importantes además de fósiles regados por el desierto.
El magnífico hotel que se muestra antes está casi vacío y muchos otros, así como agencias de viaje y restaurantes han cerrado sus puertas.
Es decir que Nazca tiene atractivos de nivel mundial totalmente desaprovechados. Y, a pesar de ellos, el turismo internacional a esa región está decreciendo en lugar de aumentar por desidia de las autoridades nacionales, regionales y especialmente locales.
?Hasta cuándo?
Referencia
Sobre la Reserva Nacional de Pampa Galeras
http://pt.slideshare.net/4567321/reserva-nacional-pampagaleras-the-first-decaa
Sobre la Reserva Nacional de Lachay (lomas)
Sobre turismo y arqueología en el Perú
http://pt.slideshare.net/4567321/turismo-y-arqueologia-en-elper