Mi opinión
Encontré dando botes por Internet este sencillo y muy lúcido comentario de Yvon Chouinard, el fundador de Patagonia, la archiconocida marca de ropa outdoor que también consumimos por aquí, un imperio valorizado en 3,000 millones de dólares que el “excéntrico” magnate, según New York Times, decidió transferir -donar- el 2022 a un fideicomiso para que todas sus ganancias se inviertan en combatir el calentamiento global a través de las llamadas soluciones basadas en la naturaleza. Cuando la prensa dio a conocer la noticia, subimos por aquí una breve reseña del personaje, un deportista de montaña que alternó su vida empresarial con la exploración y los viajes por las cordilleras y territorios extremos del planeta; de hecho, Chouinard estuvo con Douglas Tompkins cuando el fundador de The North Face, su compañero de aventuras desde siempre, otro “excéntrico”, perdió la vida mientras navegaba en uno de los lagos de Chile que tanto amó. Y cuidó. Tompkins, en esta plataforma también nos hemos ocupado de él y de su legado, es el artífice de uno de los sistemas de conservación de áreas naturales más impactantes de nuestro tiempo y su lucha por el “rewilding”, la devolución de la fauna extinta a sus hábitats naturales es de una actualidad total. «La Tierra es ahora nuestra única accionista (…) Si tenemos alguna esperanza de un planeta próspero —y de un negocio próspero— dentro de 50 años, será necesario que todos hagamos lo que podamos con los recursos que tenemos. Esta es otra manera que hemos encontrado para hacer nuestra parte», comenta el filántropo en la nota que les paso. Es de una actualidad total: ojo, no todos los millonarios estadounidenses militan en el negacionismo y el vivan los hidrocarburos, #OtroMundoesPosible
Tomado de Internet
“No quise ser empresario… solo quería escalar montañas sin destruirlas. Pero terminé fundando una de las marcas más poderosas del planeta.” 🧗♂🌍
Soy Yvon Chouinard, el tipo que fundó Patagonia. Pero no me malinterpretes: yo odiaba los negocios. Prefería dormir en una cueva y vivir de atún enlatado antes que usar traje y corbata. Desde joven me enamoré de la naturaleza. Escalaba rocas con las manos peladas, fabricaba mi propio equipo y lo vendía desde el maletero de mi auto. Así empecé… sin oficinas, sin inversionistas, solo con pasión y tierra bajo las uñas. 🏕⛓
Leer más en Yvon Chouinard, CEO de Patagonia: «La Tierra es ahora nuestro único accionista»
Más en La historia de Douglas y Kris Tompkins, guardianes del sur de Chile, la Patagonia y los esteros de Iberá
Con el tiempo, mi pequeño taller se convirtió en algo mucho más grande. Pero ahí empezó el verdadero dilema: ¿cómo crecer sin convertirte en parte del problema? Vi cómo otras marcas destruían ecosistemas, explotaban trabajadores, se enfocaban solo en dinero. Yo no quería eso. Así que convertí Patagonia en una empresa rebelde. Hicimos ropa duradera, ética, sostenible… y donábamos el 1% de las ventas para salvar el planeta. ¿La respuesta del mercado? Nos llamaron locos. Y aun así, crecimos. 🌱🧥
Pasé por incendios en nuestras fábricas, boicots por nuestras campañas ambientales, e incluso demandas por hablar demasiado fuerte contra gobiernos. Pero no me detuve. En 2022, hice algo que pocos entienden: regalé mi empresa. Literal. Transferí la propiedad a un fideicomiso para que todas las ganancias futuras se usen para combatir la crisis climática. Porque lo importante no era mi riqueza… era lo que podíamos proteger con ella. 💔🌎
Y sí, fui criticado, insultado, subestimado. Pero nunca me importó ser popular. Me importó ser coherente. Porque en un mundo que arde, quedarse callado… es rendirse. 🔥🧭
“No necesitas ser un genio, ni millonario, ni perfecto. Solo necesitas tener el valor de actuar con propósito y no con miedo.” 🧠💪
