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Lelis Rivera: «Con la creación del Parque Nacional Sierra del Divisor ganamos todos»

Mi opinión

Lelis Rivera es un viejo servidor de los pueblos amazónicos, lo conozco hace muchos años y sé de su valía personal y de sus competencias profesionales. Estoy seguro que con el impulso de Cedia y las instituciones que se han coaligado silenciosamente para convertir el sueño del Parque Nacional Sierra del Divisor en una realidad se va a lograr muy pronto.

Han pasado nueve largos años desde la creación de la Zona Reservada del mismo nombre a instancias del Sernanp, le toca ahora al propio Estado, en este caso al poder Ejecutivo, categorizar definitivamente un espacio estratégico que entre otros beneficios le brinda a los pueblos de importantes provincias de las regiones de Loreto y Ucayali, seguridad alimentaria e imprescindibles fuentes de vida. En tiempos donde la inclusión social ha devenido en una exigencia que políticos y autoridades elegidas deben cumplir, resulta urgente dar el último paso para la categorización definitiva de Sierra del Divisor.

La sociedad civil ya hizo lo suyo, soy testigo de excepción de los esfuerzos que han realizado instituciones serias como Cedia y Pro Naturaleza en esta dirección. También han contribuido con su trabajo, y hay que reconocerlo, funcionarios del sector público de este gobierno y del anterior.

La pelota, después de lo comentado ayer por Mariano Castro en su cuenta de Facebook, está en la cancha del Consejo de Ministros que deberá discutir el tema en los próximos días. Espero, esperamos que los responsables de cada ministerio estén a la altura de las circunstancias.


Sierra del Divisor o  Tierra de los Hombres Bravos (Sina Jonibaon Manan en idioma nativo) es el nombre del territorio de más de un millón de hectáreas que se extiende de sur a norte en la frontera entre el Perú (Loreto y Ucayali) y Brasil (Acre). Debido a su aislamiento y difícil acceso –que lo hacen ver como exótico- se ha convertido en hogar de nativos de la etnia Isconahua en aislamiento voluntario, que habitan en la parte sureste de la zona (cuenca del río Callería) .

Sin embargo, la fuente de recursos que provee Sierra del Divisor es punto de la tala y minería ilegales que empiezan a establecerse en el ecosistema. En la actualidad, el 75% de la selva está otorgada a concesiones de hidrocarburos, lo que también es un factor que ejerce presión por el control del territorio. Y si bien de momento tiene la categoría de zona reservada ello no es suficiente mediante una resolución ministerial que cubría más de 1 millón de hectáreas.

Por ello las comunidades nativas piden desde hace tres años que la zona se declare como Parque Nacional, lo que aportará beneficios de conservación a las comunidades mismas y a las diferentes especies que alberga.

LaMula.pe conversó con Lelis Rivera, director ejecutivo del Centro para el Desarrollo del Indígena Amazónico (Cedia), organización que apoya a las comunidades nativa en este pedido.

¿Por qué es necesario que Sierra del Divisor sea un Parque Nacional?  ¿Qué beneficios generará?

Sierra del Divisor debe ser Parque Nacional para proteger la única región montañosa que existe en la selva baja o llano amazónico, con bosques intactos que dan origen a las aguas que bañan la margen derecha del río Ucayali (entre el río Abujao por el sur y el río Tapiche por el norte). Tiene una flora y fauna única por sus características geológicas en el corazón del bosque tropical.

Los ríos que nacen en Sierra del Divisor, lo mismo que sus bosques, son semilleros y garantizan la reproducción permanente de plantas y animales de superficie y de agua, que consumen los más de 230,000 habitantes nativos y campesinos que habitan su área de influencia directa. Brindan importantes servicios ambientales para mitigar el cambio climático y garantiza el material genético para generar el desarrollo sostenido de la región sobre la base del manejo de sus recursos. Todo este potencial está siendo amenazado con el pasar de los años; la minería ilegal ya está en la puerta de la reserva territorial del pueblo Isconahua –en aislamiento– que forma parte de este territorio. La tala ilegal ya entró en la cabecera del río Utiquinía que está en el corazón de la reserva Isconahua.

Las lagunas son importantes en el ciclo vital de las comunidade nativas

Por otro lado, los sembríos de coca han invadido peligrosamente las cuencas de los ríos Utiquinía, Callería Sheshea y Abujao, y los cultivadores han tomado el control de tales cuencas con acciones violentas y amenazas a las autoridades. La ausencia de autoridades y falta de un ordenamiento territorial, ha dejado muchas comunidades sin títulos de propiedad con sus territorios invadidos deforestados y sin madera, sin que puedan hacer nada (por falta de documentos legales para impedirlo).

La categorización dejará libres mas de 120,000 hectáreas, que están destinadas a titular comunidades nativas y a la creación de la Área de Conservación Regional (ACR) Aguas Calientes, que será administrada por la Municipalidad de Contamana. Asimismo, con la categorización el nuevo parque tiene comprometida la ejecución de su Plan Maestro (máximo documento de gestión estratégica del área), su Plan de Control y Vigilancia, su Comité de Gestión; etc, que son documentos de gestión participativa para que los pobladores locales colindantes participen en el manejo y la gestión del área dentro del marco de la conservación participativa que promueve la Ley de ANP y el Sernanp.

¿Qué riesgos habría si no ocurre esta denominación?

El riesgo es que las amenazas avancen y destrocen los ecosistemas únicos que se quieren proteger. Además que la ilegalidad y el narcotráfico tomen completamente la zona, en una alianza indiscutible con la tala ilegal.

¿Qué razones podrían argumentarse para que no proceda el parque nacional?

El tema más sensible es que se superpone a dos lotes de hidrocarburos que pertenecen a Pacific Stratus Rubiales Energy y a Maple, de ahí la inacción en toda la zona colindante; pero esta inacción ha permitido crecer la ilegalidad en el área, lo que la convierte en una zona de alto riesgo en donde el Estado está ausente.

¿Cuáles son los principales problemas de la zona y qué comunidades son afectadas?

Hay más 10 comunidades nativas que están esperando la categorización para que se liberen las áreas que ocupan las comunidades y se superponen a la Zona Reservada Sierra del Divisor, según la ley tienen derecho a la titulación; sin embargo, no existe un procedimiento aprobado para hacer esta acción y tampoco se ha determinado el ente que estaría encargado de ejecutar esta actividad; de manera que la única esperanza que tienen estas comunidades es que se categorice el área. Por otro lado, hay otras comunidades nativas y campesinas, así como campesinos individuales que están esperando su titulación; y eso sería posible con cooperación internacional en el marco de una estrategia de consolidación del parque nacional y eliminación de la tala ilegal que amenaza el ANP.

¿Qué hacer con las dos concesiones que ya el Estado peruano ha otorgado?

La comisión de categorización ha reconocido los derechos adquiridos; eso incluye a las concesiones. Los estudios de impacto ambiental en los lotes de ambas empresas han sido concluidos; ellos determinarán las áreas que requieren para hacer sus plataformas de pozos exploratorios y/o de producción. A lo que se puede llegar es determinar estas áreas y mantenerlas en la condición de zona reservada las tierras necesarias para este trabajo y categorizar como parque nacional el resto del territorio.

¿Qué piden las comunidades?

Las comunidades piden la categorización ya, pues la condición de zona reservada por no tener la rigurosidad de control y vigilancia afecta los territorios del área y los territorios comunales. Además los matsés han solicitado la categorización del área desde el 2011, por cuanto los taladores ilegales afectaban la zona reservada y su territorio comunal en el sector río Blanco.

La tala ilegal es uno de las principales amenazas para Sierra del Divisor 

Los propios matsés han podido –con su presencia– disminuir considerablemente la presencia de taladores ilegales. Esto mismo ha ocurrido en el sector alto Callería, zona que Sernanp ha podido poner en recuperación luego de ser impactada por taladores ilegales. Las comunidades Nuevo Saposoa y Patria Nueva dan testimonio de que esta recuperación del área les permite tener ahora especies de caza y de pesca en abundancia nuevamente.

¿Cuáles son los pasos para que la Presidencia del Consejo de Ministros dé esta categorización?

Se tiene aquí otro tema que poner en debate. Se han cumplido por casi nueve años todos los procesos establecidos por ley, para que la categorización sea cumplida y Sernanp, como ente rector del Sinanpe, ya cumplió sus procedimientos, pero, a pesar de ello la ley no nos da el resultado esperado. La predictibilidad de las leyes en el Perú no existe, en este caso; porque a pesar de haber hecho todo lo necesario legalmente para lograr la categorización esta no se logra.

Lo que sigue es que el Ministerio del Ambiente ponga en la agenda del Consejo de Ministros la categorización para que allí sea aprobada.

(Fotos de Sierra del Divisor: Diego Pérez / El Taller.pe)

08/05/2015


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